¿Qué decir que no se haya dicho ya sobre esta última agresión imperial de Israel a Palestina que ya completa su primer mes?
Lo único novedoso que se podría agregar son las cifras de palestinos asesinados que ya ascienden a 10.500 personas, entre ellos 4.324 niños y niñas, con tendencia a incrementarse especialmente considerando que hay 2.550 reportados como desaparecidos.
No es una guerra contra Hamas. Esta es solo la excusa que ha encontrado el sionismo de Israel para darle continuidad al viejo plan concebido para desplazar de su territorio a la población palestina asentada en Gaza. Es la continuación de los planes sionistas que desde que se instalaron en estos territorios, principios del Siglo XX, entendieron que era necesario aplicar a los ocupantes originarios para garantizar el dominio pleno del territorio.
Algunos analistas dicen que los bombardeos a Gaza, por parte de Israel, plantean la ruptura de la legalidad internacional. Olvidan que Israel nunca se ha atendido a las leyes internacionales vigentes y desde su fundación, 1948 como Estado, siempre con el apoyo estadounidense, ha actuado como guapetón de barrio imponiendo a los palestinos condiciones de sometimiento y subordinación similares a las impuestas por los conquistadores en tiempos primitivos.
La desproporción con la que actúan la FDI bombardeando de manera indiscriminada centros poblados, hospitales, caravanas de ambulancias, campos de refugiados y caravanas de desplazados son evidencias de que no luchan contra la resistencia de Hamas, no, están llevan a cabo una campaña de exterminio del pueblo Palestino.
Repiten el guion de que luchan contra el terrorismo de Hamas y osan señalar a quienes cuestionan que Israel actúa desproporcionadamente contra la población civil en Gaza, como aliados y amparadores del “terrorismo islámico”.
No importan los señalamientos que se les hacen de estar cometiendo “crímenes de guerra” contra el pueblo palestino. Están claros que la ONU no procederá, en términos de formular las denuncias formales en la CPI, contra los autores de estos hechos.
No faltan los que denuncian que este plan de exterminio contra los palestinos se enmarca en el reordenamiento geopolítico mundial que se ha puesto en marcha, desde que inicio la guerra en Ucrania, y que le otorga un carácter estratégico a la Franja de Gaza como una ruta para el envió de gas a Europa, para contrarrestar la ruta de la Seda China que amenaza con arrodillar a los occidentales, desplazando a los Estados Unidos y sus aliados en la hegemonía económica mundial.
Muy pocos países han roto relaciones con Israel y, por los vientos que soplan, seguirán muriendo palestinos inocentes hasta que los sionistas pongan fin al genocidio que ejecutan impunemente contra un pueblo.
Hasta lo que hasta el mas insensato seria incapaz de considerar, la descabellada posibilidad de “lanzar una bomba atómica” a los palestinos de Gaza, se ha barajado, según un funcionario de alto rango del gobierno sionista israelí. Sorprende como no se armo un escándalo internacional denunciando al Ministro genocida que fue capaz de declarar tal locura. Pero para eso Israel, el sionismo israelí para ser mas rigurosos, mantiene un desmedida influencia en lo comunicacional a nivel mundial. Si no vean el tratamiento que da los medios noticiosos a las agresiones de Israel contra Palestina.
Cerramos estas reflexiones abogando por el fin al exterminio de los palestinos. No al genocidio que los sionistas de Israel aplican en Gaza. Los palestinos tienen derecho a ocupar los territorios que ancestralmente han ocupado. El “conflicto” en Gaza no comenzó el 7 de octubre de 2023, este apenas es un episodio mas de los terribles años de ocupación de la tierra de Palestina.