El desconcierto en la OTAN ante su fracaso en Ucrania comienza a ser evidente. Inglaterra busca en los medios sociales (Linkedin ) un candidato para reemplazar al jefe de su flota de submarinos nucleares Sub- Almirante Simón Asquith director de submarinos de la Royal Navy. Ahora recién comienzan a despertar de su proyecto de destruir la economía de Rusia obligándola a combatir con sus reservas de divisas secuestradas y bajo sanciones ilegales a su comercio una guerra prolongada en Ucrania. La economía rusa aguantó muy bien y hasta su PIB creció un 3,5 %.
Los que no han aguantado el stress económico de la operación militar de Rusia en Ucrania han sido los países de la OTAN que por efecto colateral de las sanciones contra las finanzas y el comercio de Rusia han caído todos en recesión.
La Unión Europea ha donado ya 23 millardos al gobierno norteamericano para que le compre armamento norteamericano a su propia industria, que luego regaló a Zelensky.
El problema del ejército ucraniano es que después de perder cerca de 400 mil hombres ya no le quedan soldados que empuñaban y usaban los juguetes que le manda la OTAN . El desorden de la OTAN en Ucrania es tan grande que ahora en el frente sobran cañones y morteros pero sin las municiones para ellos.
Los tanques Leopard alemanes ya fueron todos destruidos y los Challenger ingleses los escatiman tanto que apenas aparecen en los campos de batalla.
Los soldados ucranianos y los mercenarios entrenados por la OTAN mueren como moscas, porque los manuales de la OTAN enseñan a combatir contando con la supremacía aérea de Estados Unidos. Eso ya no existe.
La Supremacía aérea ya no es cuestión de aviones tripulados. La lección militar de la guerra civil en Ucrania es que ahora la supremacía aérea la dan las defensas antiaéreas, los drones y los misiles hipersónicos de precisión. Tres áreas en que la OTAN anda muy rezagada.
Los once numerosísimos portaaviones norteamericanos ya no son apenas más que un voluminoso ingreso.
Los hutíes del Yemen lo acaban de demostrar. Biden tuvo que retirar a Estados Unidos el porta-aviones Gerald Ford que envío al Mediterraneo Oriental como manifestación de apoyo al genocidio de civiles palestinos que el gobierno israelí comete en la franja de Gaza. Lo retiró y retorno a su base porque había riesgo de que fuese hundido por los modernos misiles de largo alcance con que irán dotados a los hoodies del Yemen.
La industria de Rusia no tiene problema alguno en abastecer de munición a sus artilleros que tienen presencia militar tanto en Ucrania como en el Cercano Oriente.
Parece que Rusia llegó a un acuerdo de producción Offshore de munición del calibre que usa Rusia con Corea del Norte, un país que como ahora tiene armas nucleares la OTAN se guardará bien de atacar.
Para colmo los países OTAN ni siquiera restableciendo el servicio militar tendrían un ejército capaz de enfrentar al ejército ruso que ya ha movilizado un millón de hombres, para liberar a Ucrania de los gobiernos títeres que la OTAN instala en Kiev desde febrero del 2014 (golpe Euro Maidan)
La Operación militar de Putin es para liberar a Ucrania, un país ruso bajo la ocupación de la OTAN. Gobiernos títeres que persiguen a la mayoría rusa de la población ucraniana. Es un intento inhumano dirigido desde Washington de cancelación cultural como el llevado a cabo por Estados Unidos en Filipinas, a partir del 1898, contra la gente de cultura española enraizada allí desde el siglo XVI