Las contundentes críticas del Vicepresidente norteamericano James David Vance a la dictadura que ha intentado imponer en Europa la Comisión Europea vulnerando la libertad de expresión, anulando resultados electorales y la censura durante la Cumbre de Munich. Son un síntoma revelador de las hipocresías de la Comisión Europea con respecto a sus cacareados valores y libertades de la Comisión Europea que alberga en su seno a una Comisionada de Asuntos Exteriores a la estoniana Kaja Kallas una rusófona indiscreta Marcan signos de fractura en el seno de la OTAN. La fractura más evidente es que nadie de los miembros europeos de la OTAN haya sido invitado a la cumbre entre Estados Unidos y Rusia de Arabia Saudita.
Esa discriminación demuestra que con Trump en Estados hantomado conciencia de que en la Unión europea la oligarquía política ha sido capturada por la corriente globalista y el movimiento Woke. El desaire de no ser invitados a el vértice Trump – Putin en Arabia Saudita provocó que Macron convocará a una reunión de jefes de gobierno en París.Allí van a estar todos los partidarios de prolongar la guerra, para crear un ejército europeo que ocupe la parte de Ucrania que no pase integre a Rusia para defenderla de una invasión de Rusia después de firmada la capitulación de Kiev. Esta es una idea que se venía rumiando desde que se vislumbró que Estados Unidos se pondría de acuerdo con Rusia sobre una repartición de Ucrania por encima de sus cabezas. En Munich ya el nuevo Secretario de la Defensa David Norquist advirtió en la sede de la OTAN que esa guarnición europea para defender a Ucrania de una hipotética invasión de Rusia no estaría amparada por el Artículo 5 del acuerdo de la OTAN o sea bien claro que esas tropas europeas entran en conflicto con Rusia Estados Unidos no intervendría, Una posición similar a la de Victor Orban quién ya advirtió a Hans Rutte, nuevo Secretario General de la OTAN , que Hungría en ningún caso aportaría tropas para una intervención en Ucrania.
En todo lo relacionado con Ucrania los globalistas encuentran el modo de que sus especulaciones sobre las intenciones de Vladimir Putin se cumplan. Como lo acusan de querer expandir Rusia hasta Lisboa es plausible que con sus provocaciones se vea obligado a hacerlo para que dejen a Rusia en paz. Igual que se vió obligado a intervenir en Ucrania por el claro intento de los títeres globalistas impuestos por Victoria Nuland cometieran un genocidio de la población de cultura rusa (la mayoría ) de Ucrania. La fractura de la OTAN no es más que la consecuencia de haber perdido el duelo contra Rusia en el teatro de guerra ucraniano. Los líderes europeos, franceses, ingleses, alemanes, españoles y bálticos, parecen delirantes: deliran sobre un ejército de un millón de soldados instalado en lo que queda de Ucrania. ¿Cómo van a conseguir esas tropas? ¿ ¿cómo las van a rotar? ¿ Cómo las van a equipar si sus arsenales ya están vacíos?.
El globalismo produjo en Europa una entera clase política descerebrada que deberá medirse con estadistas del calibre de Vladimir Putin, Xi Jinping y Donald Trump.