El ingreso de Turquía al BRICS es un golpe mortal y de mal augurio para la Unión Europea y para la OTAN. Erdogan es un hombre realista, hábil estratega. Su ideal es devolver a Turquía sumilenara grandeza. Un imperio que vuelve a su antigua gloria destruida por una conspiración Anglosionista , que dura desde la mitad del siglo XIX con la intención de crear el estado de Israel en Palestina, una región autónoma del Imperio Turco que se endeudó mucho con la Banca Rothschild bajo la administración del Ismail Pashá allá por el 1850. Cuando con el pretexto de administrar su economía para pagar las deudas con los Rothschild; Inglaterra invadió y convirtió a Egipto en una colonia británica que controlaba Palestina, mucho antes del Mandato sobre Palestina otorgado a Inglaterra por la Sociedad de las Naciones después de la Primera Guerra Mundial. Como se vé es una red que se viene tejiendo desde hace un par de siglos.
El Imperio Turco se extendía desde el Mediterraneo hasta las regiones de cultura turca vecinas de China; como Turkmenistán y Tayikistán. Por aquellas regiones pasaban desde siempre las caravanas de la Ruta de la Seda. La adhesión de Turquía al grupo BRICS, es algo más que la emancipación de Turquía del yugo Anglosionista. Significa la renuncia por Turquía a ser parte de la Unión Europea y es un golpe muy duro para la OTAN; porque Turquía tiene el ejército más grande de la región europea y los compromisos económicos , entre los miembros del BRICS implica la renuncia a aplicar sanciones comerciales entre los miembros del grupo. Al adherir al BRICS, Turquía se declara en la práctica un miembro del Sur Global
Erdogán es un astuto político que sabe bien que la derrota de la OTAN en Ucrania es inevitable y eso es probable que haga evidente que esa alianza anti rusa es irrelevante porque no pudo contener a Rusia y se la Unión Europea que es el componente político económico de la OTAN, se arruinó intentado financiar la guerra del régimen de Kiev contra Rusia Con la victoria rusa se aleja la presunción de que el botín de recursos rusos con los que se pensaba convertir el financiamiento del régimen de Kiev en una inversión rentable resultó, un mal proyecto que resultó en la ruina económica de Europa.
Por ello el sapiente Erdogan toma distancia con el mundo Anglosionista y apuesta por el BRICS y el mundo multipolar. Turquía además saca muy buenos beneficios de sus buenas relaciones comerciales con Rusia a los que renunció la Unión Europea, cuando Putin ofreció un mercado común desde Lisboa a Vladivostok. Es probable que el próximo paso de Turquía sea su adhesión a la Iniciativa de la Nueva China de la Nueva Ruta de la Seda. Un paso que irritaba y alargaría mucho a Washington.