Deng Xiaoping: reforma y apertura como solución

La República Popular China se encuentra en un progresivo proceso de crecimiento socio-económico que la coloca en los escenarios internacionales como el país de mayor crecimiento global-económico y tecnológico en un asombroso lapso de tiempo histórico que obliga a los políticos y a la Academia a reflexionar sobre cuáles han sido las medidas político-conceptuales aprobadas como asumidas por los diferentes gobiernos sucesivos desde 1950, en tiempos quinquenales, cuando siendo aprobadas por el Partido Comunista Chino y refrendadas por el Poder Legislativo.

El origen de ésta sucesiva y exitosa realidad proviene de la propuesta y diseño del líder Deng Xiaoping cual fuera discutida y aprobada por el Congreso del Partido en aquel año de 1978.

La propuesta de "Reforma y Apertura" sería una profunda decisión de cambios sistémico-estructurales en directa referencia al "modelo estatista" que se había impuesto, con la influencia de la URSS, en su diseño quinquenal, lo que impacto, seriamente, en álgidas discusiones ideológicas, a la Academia y a los políticos, particularmente aquellos de izquierdas a nivel internacional.

¿Qué significaron la "reforma" como la "apertura"?

Para Deng Xiaoping, sus experiencias históricas como dirigente político y comisario político-militar junto con las persecuciones político-ideológicas que sufrieron tanto su persona como su familia durante la Revolución Cultural, le permitieron objetivar las realidades socio-económicas, en primera instancia, los caminos, por donde atravesaba el vasto país asiático ante las cuales se expresaban e imponían "peligrosas debilidades" en escenarios nacionales como ante el imperialismo norteamericano acompañado por sus "socios y aliados" capitalistas.

Ante esa objetiva realidad, frente a la profunda crisis social, económica, política, militar e ideológica en curso en China, ante las confrontaciones y contradicciones con la URSS, ante los escenarios que significaban la "Guerra de Vietnam", la única solución posible en el pensamiento del líder chino, sería la de realizar una muy profunda reforma estructural sin la necesidad de subvertir, por los transitados momentos temporales, los paradigmas de la super-estructura en su objetivo buscado hacia las realidades socio-económicas de la post-Revolución Cultural.

Para Deng Xiaoping, siendo China su país natal, en cercana observación, percibía que la fortaleza real a favor de la responsabilidad histórica de China, era objetivar las realidades antropológicas conjuntamente con las objetivas realidades que transitaban en la economía norteamericana en comprensión con la aplicación conceptual del concepto "imperialismo" en su permanente desarrollo, vista las posibilidades buscadas del control absoluto del mundo por parte del imperio norteamericano cuando se presentaban reales debilidades globales ante las transiciones en procesos en la URSS. Es decir, en sencillas frases, el conocimiento real y conceptual del sistema capitalista mundial por parte de Deng Xiaoping le permitiría poder abrir "una ventana junto con sus moscas" sobre las bases referidas a aquella famosa frase "…da lo mismo que sea gato o gata con tal que cace ratones…".

Es, en ese orden, cuando entra en el diseño político-ideológico de China el concepto y su aplicación referido a la "Apertura".

En un profundo pragmatismo-real, en objetivo y reflexionado conocimiento-conceptual del sistema capitalista global-imperial, sería cuando "toca las puertas" del imperio norteamericano sustentándose en las bases perfectibles del imperialismo norteamericano en su ruta imperativa e histórica a poder convertirse como en el "gobierno global", el "hegemón".

Es decir, en un sesudo análisis de las realidades sistémico-globales, ante objetivas realidades de los estadios en los cuales se encontraban las "estructuras en China" consecuencias de las caducas tecnologías de más de 70 años de antigüedad, ante la escasez real, tangible y demostrable interno-nacional de financiamiento para las necesarias e indispensables inversiones en bienes de capital, inversiones provenientes del capital nacional escasas o nulas, en el marco político-ideológico en el cual el capitalismo internacional observaba a China como la no-decisión de Washington de cambiar las reglas de juego ante el "comunismo chino", la única solución, cual fuera propuesta por Deng Xiaoping al "hegemón mundial", los EEUU de América, era presentar un escenario favorable a las realidades sistémico-estructurales en las cuales transitaban las objetivas verdades de la economía norteamericana.

Es decir, convencer al hegemón de las ventajas reales y beneficiosas del traslado de capitales norteamericanos frente a las caducas tecnologías existentes en China adicionándole los costos de la mano de obra china (alienación), le permitirían a Washington el poder desarrollar una "dependencia real-capitalista sub-colonial", diferente al semi-colonialismo del siglo XIX y parte del XX, añadiendo, además, el poder-real-sistémico que todo aquel proceso económico-político significaba favorablemente para Washington.

En los caminos que se están transitando en las corrientes actuales de la geopolítica mundial en ejercicio por las más poderosas naciones mundiales ante realidades reales de crisis sistémicas, frente a un tan discutido tema en referencia a la "Tercera Guerra Mundial", en un acto de especulación intelectual sobre las posibilidades del "desenlace esperado y aspirado"(¿?), en considerando las objetivas realidades venezolanas, en su conjunto en curso cuales nos están gritando sin descanso sobre la más que probable participación de Venezuela en dichos proyectados, probables y en curso escenarios de guerra, inevitables por razones sistémicas, los cuales son indiscutibles en su realización por razones históricas, por obvias realidades de los procesos históricos, aun cuando aparecieran algunas voces expresando un "supuesto discurso salvador", buscando ocultar las permanentes conspiraciones de las derechas, propias y extrañas, con la finalidad de poder derrocar ("tumbar en criollo") al gobierno presidido por el Presidente constitucional, Nicolás Maduro Moros, más bien "provocando" una "guerra civil" que permitiera "intervenciones continentales", impactarían en "decisiones de Estado" que el conjunto social tendría que asumir con las correspondientes responsabilidades.

UNIDAD, LUCHA, BATALLA, VICTORIA.



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Miguel Ángel Del Pozo


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