Estados Unidos un país rico miserable, con mayor parte de la población por debajo del nivel de supervivencia

Aunque los Estados Unidos transmiten constantemente la imagen de ser un país próspero, donde todos viven bien y tienen la libertad de consumir todo lo que les provoca, esto no es así, ni siquiera se acerca a la miserable realidad en la que viven por lo menos el 50% de su población, acosada por la pobreza, la discriminación, las drogas, la delincuencia y la explotación laboral. Esta situación no es casual sino estructural ya que el modo de producción capitalista, donde una clase social se apropia de la mayor parte de la riqueza social producida, necesita que haya un ejército de desempleados que mantengan los salarios bajos y por lo tanto genere pobreza social e individual.

Desde el punto de vista socialista esta miseria que afecta a una parte considerable de la población de los Estados Unidos, también se interpreta como la imposibilidad del capitalismo para plantearse objetivos que beneficien a la totalidad de la población, que incluya en los frutos que genera a todas las clases y grupos sociales que en ella viven, por lo que crean constantemente, por esta imposibilidad sistémica, una dinámica excluyente de los sectores no integrados directamente al aparato productivo y la generación de valor.

Es en esta situación estructural donde el socialismo demuestra su superioridad social, económica y política, ya que a través de la planificación, óigase bien del plan, se puede incorporar a todos los grupos sociales a la integración productiva, social y política.

Esta miseria estructural que caracteriza a los Estados Unidos se reparte en todos los sectores de la población, que son prácticamente estamentos, configurados para impedir el avance de los pobres hacia los niveles de poder y toma de decisiones. Los negros, hispanos, pueblos indígenas, asiáticos, concentran junto con los blancos pobres por lo menos un 50% de miseria tanto a nivel relativo como absoluto.

Así aproximadamente el 8 % de las personas blancas viven por debajo del umbral de pobreza lo que representa a millones de personas que enfrentan grandes dificultades económicas. Tenemos también que desde el punto de vista regional la pobreza entre los blancos varía según el estado, con algunos estados teniendo tasas de pobreza más altas que otros. Por ejemplo, West Virginia tiene una de las tasas de pobreza blanca más altas, mientras que Hawái tiene una de las más bajas.

Así que las personas que están emigrando masivamente a ese país, muchos se integraran sectores poblacionales que enfrentan dificultades económicas y tienen ingresos por debajo del nivel necesario para cubrir sus necesidades básicas y podrán conocer personalmente el mito de que a pesar de ser una de las economías más grandes del mundo, la desigualdad de ingresos y la pobreza son realidades que afectan grave y miserablemente a muchas personas en el país.

Las consecuencias de la pobreza que mantiene en la miseria a la mayor parte de la población norteamericana, son la inseguridad alimentaria manifestada en muchas familias que no tienen los recursos suficientes para comprar alimentos de manera regular por lo que tienen que recurrir a bolsas que suministra el estado.

Los altos precios de la vivienda, cuya construcción está dirigida hacia los sectores sociales con mayor capacidad adquisitiva, trae que un número creciente de familias pobres experimenta circunstancias de falta de vivienda, incluyendo sectores de las clases medias que son desalojadas, e inclusive televisadas, de sus hogares quedando en la calle.

Una de las consecuencias de la pobreza y la miseria que genera más exclusión y discriminación, es la limitación en el acceso a la educación, o su bajo rendimiento académico y la consecuente menor probabilidades de graduarse de la escuela secundaria y asistir a la universidad.

Es importante destacar que esta situación estructural no es un problema para el gobierno central ya que no elabora políticas, aunque tiene programas remediales, que ataquen esta situación miserable, tampoco parece ser un acicate a los grupos revolucionaros de Estados Unidos para inspirar un movimiento liberador.

Si ustedes le ponen atención a las políticas que siguió el fascista de Biden y las que propala Donald Trump, están dirigidas a fortalecer a los súper ricos y millonarios norteamericanos y no se ocupan en la menor parte de la población pobre del país. Así Trump quiere invadir Panamá, Gaza y se declara partidario de la guerra religiosa judía, amenaza a los que quieren liberarse del dólar, quiere quitarle unos estados a su vecino Canadá, pero hasta ahora nada que favorezca a su población menesterosa. Una miseria de politico en un país miserable.

Oscar Rodríguez Estrada 23 de diciembre de 2024



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Oscar Rodríguez E


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