Traducción desde el inglés por Sergio R. Anacona
*/El caso de los aranceles – que estimularán la economía de Estados Unidos – es a penas un caso transparente./*
Trump 2.0 parecería como un modelo muy diferente a su antecesor. La pataleta de los aranceles pareciera emanar desde la frustración de su primer período de gobierno al no realizar muchas de sus promesas electorales y conseguir un mayor respeto alrededor del mundo. Con certeza él ha conseguido llamar la atención de los líderes mundiales en tanto los mercados no dejan de caer – particularmente en Asia – y muchos de ellos, sostiene él, se lo han dicho por teléfono "que no lo culpan a él" por lo que está pasando.
Pero no obstante, la cuestión de los aranceles – que estimularían la economía de Estados Unidos – es un caso inequívoco. Analistas norteamericanos a menudo usan el ejemplo de la industria automotriz, como un 25 por ciento de aumento en los carros importados aumentará las ventas locales. Pero esto ni con mucho es la realidad. Primeramente muchos norteamericanos compran carros japoneses o europeos sencillamente porque son mejores carros, y segundo porque muchos carros americanos son hechos en México. La realidad bien podría ser para el sector automovilístico que la situación estimule el mercado de segunda mano mucho más que una pequeña reducción en la venta de automóviles importados.
El otro aspecto extraordinario acerca del impacto de los aranceles es que se espera que Trump pretenda, incrementar la mano de obra obrera ya que muchas empresas extranjeras podrían verse forzadas a mudarse a Estados Unidos e instalar fábricas en el país para sobrepasar los aranceles, pero eso es poco probable. Igualmente, como la gente pobre en Estados Unidos tiende a comprar productos baratos en los supermercados y negocios "familiares" como Home Depot. ¿De dónde viene toda esa mercadería? De China, por supuesto. Todos los expertos han coincidido que no serán las empresas en China las que absorberán estos nuevos costos, sencillamente estos serán trasladados al consumidor – disparándole al pobre pueblo en las piernas, básicamente a los seguidores de Trump que usan la gorrita del club MAGA de beisbol. Luego entonces viene el mercado de exportación norteamericano. Los mismos mercados alrededor del mundo que adquieren productos norteamericanos con certeza van a comprar menos automóviles americanos, por ejemplo esos mismos clientes tendrán que reajustar sus gastos en tanto una nueva recesión se deje caer.
¿Habrá en realidad Trump pensado en todo eso? ¿Será que entiende los negocios internacionales y el comercio global? Es probable que no. Pero una cosa que nosotros tenemos que tener en cuenta es cómo es que está realizando acciones cada vez más radicales que quizás en su primer período hubo personas que se lo impidieron. Trump 2.0 es más autónomo. Si durante su primer período fue controlado por sus asesores que lo aconsejaron "No Sr. Presidente" durante su segundo período está simplemente compuesto por gente con la cual está seguro
que estará siempre de acuerdo con él. De tal modo que las ideas más radicales se ponen en práctica y el período de luna de miel en el cargo pareciera ser un momento en el nirvana. Pero será de corta duración. Este efímero momento para arreglar la economía es poco probable que dure mucho y muchos destacados hombres de negocios en Europa como Michael O`Leary de Ryanayr, por ejemplo, piensan que solo será cuestión de unos pocos meses antes que él tenga que recular y regresar al status quo.
Trump no es tan brillante o capaz como algunos creen. Él no tiene interés en escuchar a los expertos ni en políticas de desarrollo. Prefiere aplicar estrategias sobre simplificadas en las cuales él sea el arquitecto y reclamar el éxito una vez que se implementen. Deberíamos pensar en ese patrón de "tres pasos hacia adelante y dos pasos hacia atrás" respecto de muchas de sus ideas. Lentamente él llegará a comprender que algo inmenso y complicado como la economía de Estados Unidos no puede ser arreglado mediante juveniles reparaciones y mal concebidos arreglos de "aficionados". En cierto punto él se verá forzado a escuchar a los economistas quienes en este momento no tienen el coraje para decirle que los mercados se están cayendo en Asia – Como también las propias bolsas en Estados Unidos cosas que no son buenas señales.
Se presume que Trump estará esperando las noticias acerca de nuevas empresas que se están instalando en Estados Unidos y que el consumo está aumentando, en tanto esos mismos asesores se quedarán quietos acerca de la realidad que nunca sucedió ni siquiera en el largo plazo. Ahora la pregunta que se estarán haciendo los líderes mundiales es ¿Cuánto tiempo pasará antes que él realice uno de sus infames vuelcos en U? El noticiero Fox News se dirigirá al pueblo de bajos ingresos y les preguntará ¿Cómo les está yendo?
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