La imagen del líder africano Muammar Gaddafi es un mensaje al occidente mediatizado y dominado por la civilización norteamericana, dinamizada bajo el mito de la superioridad sobre los pueblos del Sur. Un temerario discurso, lleno de retos para la tierra Libia en el norte de África. Un llamado subliminal a unirnos contra el imperio, un alerta a la cultura Árabe para defender su autenticidad. Toda la intervención del Presidente de Libia, como fiel representante de la cultura oriental de los pueblos árabes, marcó un claro distanciamiento respecto a la influencia estadounidense. Su irreverencia hace reflexionar sobre el carácter y espíritu de la Revolución Bolivariana en Venezuela, con 10 años de historia, y la revolución cubana a su 50 aniversario. Gaddafi es un revolucionario y declaró en los diferentes foros, que es fundamental mantener la firmeza contra el intervencionismo norteamericano y el sistema capitalista generador de desigualdades sociales y miseria económica en las mayorías desposeídas. Muammar Gaddafi es el líder de la revolución Libia que el 1º de Septiembre de 1969 derrocó la monarquía. Esta revolución tiene ya cuarenta años. Y conduce al pueblo libio hacia su plena soberanía Nacionalizó el petróleo, disminuyó la desigualdad de género , realizó la expulsión de las bases militares inglesas y norteamericanas, promovió la Unidad Nacional Libia como inicio de la Liga Árabe. Durante el año 1973, el Presidente Gaddafi publica el conocido Libro Verde donde plantea el fortalecimiento del poder del pueblo y la Democracia, los cambios económicos dentro del Socialismo y el fundamento social. Los escritos de Muammar Gaddafi en el Libro Verde, expresan su visión del Estado y esencialmente trata de diferenciar la administración de su país libio, de cualquier alineamiento internacional. En 1977 proclama la Jamahiriya o poder de las mayorías. Las políticas aplicadas por Gaddafi fueron duramente atacadas por el gobierno yanki presidido por Ronald Reagan, con la presión internacional. Las tierras libias en 1986, fueron bombardeadas con misiles que provocaron la muerte de la hija de Gaddafi.
La reciente visita de este líder africano-árabe a la 64º Asamblea de la ONU en New York, implicó retar en el propio corazón de un estado invasor como el de los Estados Unidos, que ha sido implacable con el gran líder africano, cuya lucha por una sociedad justa en su territorio es reconocida. Recientemente nuestro Presidente Hugo Chávez, le hizo entrega de una réplica de la espada de nuestro Libertador Simón Bolívar y recibió la Orden Libertador en el marco de la II Cumbre América del Sur- África (ASA). La República Árabe Libia Popular y Socialista, se inicia en 1969. En estos 40 años de revolución ha reafirmado su compromiso insoslayable con los demás países Árabes y de África que han sido colonias y neocolonias, tanto de Estados Unidos como de países europeos. Al igual que en Libia, China celebra 60 años de su revolución, inicialmente conducida por un líder muy respetado por su pueblo: el gran timonel Mao Tse Tung o Mao Zedong, como se pronuncia en la actualidad. China fue una nación intervenida y dividida por potencias colonialistas hasta llegar a una guerra civil donde el Partido Comunista Chino obtuvo la supremacía. Posteriormente, dirigió la lucha contra el imperio japonés que fue derrotado en el año 1946. El mundo estaba en plena Guerra Fría luego del fin de la II Guerra Mundial, donde se consolidan dos polos de poder mundial: los Estados Unidos y la Unión Soviética. La revolución China produce un cambio social y económico hacia el socialismo, orienta sus estrategias en contra del feudalismo explotador del campesino y va eliminando la figura del terrateniente, democratizando las tierras y desapareciendo el latifundio. El 1º de octubre de 1949, Mao proclama en Pekín el nacimiento de la República Popular China. Hoy estamos en un mundo de grandes desafíos para hacer los cambios: Libia y China son ejemplos.
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