Francisco Morazán, el héroe centroamericano nacido en Honduras y quien fuese paladín de la lucha de la unidad de las repúblicas centroamericanas, nunca se rindió, murió fusilado en Costa Rica, en 1.842, traicionado por sus tropas vendidas a las oligarquías enemigas de la República Federal de las Provincias Unidas de Centroamérica, constituida para ese entonces por: Costa Rica, Honduras, Guatemala, El Salvador y Nicaragua. El gran General hondureño ante el ataque de las fuerzas conservadoras, tomó por asalto San Salvador y Guatemala. Fue presidente electo del Salvador, de Honduras y de la Unión Centroamericana.
Francisco Morazán, sí era un valiente, un prócer digno y de firmes ideales, Francisco Morazán no se doblegó y jamás dobló su rodilla ante el enemigo, no claudicó, fue digno hijo de: Bolívar, Martí, Sandino, Che Guevara y tantos otros que han muerte defendiendo sus ideas, y a sus pueblos, pero nunca pactando con el enemigo, como tu haces hoy Zelaya.
Que tristeza me da como idealista y revolucionario, como internacionalista proletario, el ver como entrega las banderas Zelaya, como las rinde frente a tu enemigo principal el imperio yanqui y frente a tu digno pueblo, que te quedó muy grande. Que a luchado por lo que tu representabas, el sueño de tener una constitución nueva y soberana en honduras. De que Honduras fuese realmente libre.
Siento tristeza profunda hoy mi alma se siente humillación frente a esta entrega. ¿Qué has hecho Zelaya?, ¿bajaste las banderas Emel? Las de tu pueblo, las de Morazán, quien prefirió morir luchando antes de entregarlas, y fue fusilado por traidores, pero defendiendo su dignidad, principios e ideales por los que él dignamente luchó siempre.
Que te queda a ti hoy Zelaya, luego de haber aceptado las condiciones que te impone el departamento de estado y los gorilas gringos y aceptaste firmar; en nombre de un pueblo, que ya hoy no representas, que ha puesto los muertos, ha pateado las calles, ha gritado por ti, ha derramado lágrimas y su sangre de dolor y sufrimiento.
Que triste todo este espectáculo, todos estos gritos, toda tu alharacaaaaaa, todo el Show, todo el bla, bla, bla, de la OEA y de la ONU, pero había que ser muy hombre como Morazán, Bolívar o Martí, Sandino o el Che Guevara para no hacerlo ¿el compromiso te quedó muy grande? Has terminado como lamentablemente me lo temía, como nunca te hubiese querido ver. Cual payaso de una opera bufa, pero una payasada que es hoy trágica para tu pueblo, grande te quedo tu pueblo Arlequín de sombrero de opereta, como grande es tu sombrero. “Joker de los yanquis”. En verdad nunca te arriesgaste en demasía, todo fue fríamente calculado, para salir leso y parecer un héroe pero de papel tan sólo.
El avión nunca aterrizó, pobrecito tus enemigos no te dieron permiso de aterrizar, ¿acaso esperabas otra cosa?. Nunca pisaste más que unos centímetros de la frontera, de tu tierra hondureña, y eso, muy bien acompañado. Entraste a Honduras de contrabando, dicen que te metieron unos compas amigos. Pero te refugiaste, esperando un milagro dentro de una madriguera o una jaula dorada, donde nunca se te vio en el combate con tu pueblo, el puso su pecho desnudo ante las balas, tu Mel la sonrisa trágica del Guasón. Mientras que combata por tu pueblo por sus libertades, como hiciera Morazán, no una, sino mil veces.
Muy lejos de ti hoy, esta aquella frase ¡antes morir que ser esclavo! Ni aquella otra del himno cubano ¡Morir por la Patria es vivir!
Que penas me das hoy Zelaya, más pena hoy por tu noble pueblo, lo has defraudado, lo has engañado, has entregado sus banderas de lucha al enemigo imperial arrodillado.
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