La "injerencia silenciosa" que pontifica, premia y castiga, desde el verticalismo del complejo de superioridad, que lleva prohijado un complejo de inferioridad y miedo, contra quien le sostiene la mirada desafiante, no repara en minucias y por medio de sus nuevos autos sacramentales, como en el pasado, contando con la ayuda del renaciente imperio español de las multinacionales, poseedoras de catedrales, basílicas y capillas mediáticas propias, como el Espectador, El Tiempo, Ecuavisa, Globovisión, Clarín, Televisa y otras visas, coposeídas por acciones ibéricas, se difunden los resultados en pose de "juicio autorizado", de instituciones patrocinadas por El Pentágono, NED, USAID y otros institutos de intelectuales y estudiosos al gusto.
Transparencia Internacional, patrocinada además con el dinero de la godarria de cercano pasado nazi franquista, acaba de expedir su "sacrosanto" dictamen de los países más corruptos y las sorpresas no son pocas: los malos del paseo son como siempre los países del ALBA, aquellos que se han opuesto a seguir siendo mayordomos o cipayos, los que han construido una unión con propuestas temibles para sus pretensiones hegemónicas, como la Alternativa Bolivariana para las Américas (Alba), Unasur, El Banco del sur o el Sucre, como interlocutor sólido del dólar y el euro, afectados por la crisis de la especulación y los capitales golondrinas, que ellos mismos enseñan en sus conventos universitarios de nombres y títulos rimbombantes.
Los criterios para calificar como los peores al sur de las Américas a Venezuela, Argentina y a Bolivia, estriba en "la debilidad de las instituciones, la situación de derechos humanos, persecución a la oposición, censura a empresas mediáticas" o no contar con "una efectiva división de poderes", esto es, no tener una sólida quinta columna desde la cual controlar, intervenir, desestabilizar y si es del caso, derrocar como en Honduras, o se intenta hacer en Argentina y Paraguay, combinando todas las formas de lucha, a través del Banco Central con Martín Redrado, todo ello apoyado, en decisiones judiciales afincados en intereses políticos al gusto del mercado. Cómo cosa rara, de Honduras o Perú no se dice nada.
Como premio a las "siete bases militares", Colombia aparece entre los tres mejores al lado de Chile, categoría en la cual se establecen como parámetros, la estabilidad jurídica que garantiza "la confianza inversionista". Transparencia internacional, cantó un fallo direccionado por las multinacionales, pero ciego, sordo y mudo, a los asesinatos de estado llamados "falsos positivos", protagonizados por militares que hoy gozan de libertad, gracias a los abogados contratados por el presidente Uribe, quienes aprovecharon los tecnicismos "democráticos" de la ley penal.
Tampoco dice nada a esta turbia transparencia internacional, que todos los congresistas presos por la parapolítica, sean de la coalición de gobierno, en juicios encauzados por una Corte Suprema de Justicia, declarada "amiga de terroristas" por el presidente, que premio con cargos diplomáticos a personajes implicados en graves violaciones a los derechos humanos, los mismos que invocó para reunirse de emergencia, una minoría perteneciente a la facción de ultraderecha y derecha, de un partido que se hace llamar "popular europeo", pero que defiende los intereses de los más ricos y el odio a los migrantes - el nominalismo aguanta todo - desde el parlamento europeo, para votar en un show mediático en contra de Venezuela, divulgado como "juicio divino", por los medios de Prisa y Planeta.
Estos 46 ejemplares del fascismo y la xenofobia, que se reunieron casi en secreto sin contar con la presencia de más de 400 de sus colegas, desconocedores de la motivación de su foro, ahora vuelven a ser destacados por El Espectador, propiedad del grupo Prisa, como convocantes de una plenaria, que se reunirá el jueves, “a estudiar los problemas de Venezuela", como si se tratara de su colonia de hace 200 años, con el beneplácito de toda la patria boba de alienados programados por el consumismo de Cnn y su kombo en las Américas, del tipo "manitas blancas universitarias" de Venezuela, que balan de la felicidad.
Sin embargo, estos mismos cardenales de la doble moral, se opusieron a tocar el caso de Berlusconi; y como son patrocinados con dineros de Prisa y Planeta, nada que hablan de la censura empresarial contra Claudia López y Revista Cambio - María Elvira Samper y Rodrigo Pardo- censurada y clausurada en su versión periodística investigativa, por los inversionistas de Planeta, como un favor al presidente Uribe, del cual aspiran a obtener humo blanco para un tercer canal a precio de huevo.
Incluso académicos de centro derecha como Fernando Cano, de la Universidad Privada Jorge Tadeo Lozano, en contravía de la turbia transparencia internacional y de la godarria del parlamento europeo, consideraba ayer 12 de febrero por El Espectador, en su columna "El Estado de Opinión" que: en un país con instituciones aún en construcción y no muy fuertes, en donde no se ha consolidado el concepto de democracia incluyente —en el cual rige el gobierno de las mayorías, el profundo respeto por las minorías y una clara separación de poderes—, aceptar que la voluntad de la mayoría permite modificar, violando las reglas de juego, estructuras básicas de la Constitución es altamente peligroso.
Vale anotar que el estado de opinión, es la justificación del gobierno Uribe para impulsar por la mayoría de las encuestas, decisiones de gobiernos, como la segunda reelección, o la impopular reforma a la salud privatizada. También vale traer a colación en este recuento, los comentarios acerca de la estrategia de Estados Unidos, con secretarios de estado como el chileno nacionalizado imperial, Arturo Valenzuela, en una columna publicada hoy 12 de febrero en La Jornada, firmada por Raúl Zibachi, en donde advierte entre otras cosas, con relación a las injerencias académicas imperiales:
Clima de negocios no es un dato de la realidad, es una construcción política que sirve a ciertos intereses. Tiene algún contacto con la realidad. Realidad que manipulan las escolas imperiales, mediáticos y pseudointelectuales – las famosas Think Tank- como el Instituto Republicano Internacional, imponiendo certificaciones e indicadores de crecimiento y confiabilidad como Standar & Poor, al gusto de sus propósitos intervencionistas.
Sería bueno, que estos pontífices de la sumisión, validos de esas transparencias turbias hipócritas, con la axiología del mono que no mira su cola, o la paja en el ojo ajeno mientras el ojo propio tiene torres gemelas de suciedad, impulsaran una agenda de supervisión, con un cuestionario de temas no tenidos en cuenta: ¿Cuándo Baltasar Garzón o Carla del Fonce, van a enjuiciar en la Corte Penal Internacional a los criminales de guerra Tony Blair y José María Aznar, que bien adecuado tiene el apellido? ¿Por qué la godarria del parlamento europeo no se ocupa de asuntos propios como Berlusconi, descrito por ellos mismos como el nerón del siglo XX?
Si transparencia internacional, quisiera limpiarse el turbio sesgo que lo cubre del lodo parcialista, ante los ojos de quienes no tragamos entero, sería bueno que investigara la enorme olla podrida de estafadores premiados con fondos del estado, luego del descalabro financiero que tiene a USA en crisis. Que edificante sería verlos promoviendo el enjuiciamiento por perjurio, mentira y genocidio en contra George Busch.
Sería edificante y convincente, que estos ilustres hipócritas al menos, le reviraran al gobierno de USA por el apoyo a terroristas o estafadores como Posada Carriles, Orlando Bosch, Gonzalo Sánchez de Lozada, Rosales o Cedeño, el de la crisis bancaria. O también se ocuparan de indagar, acerca de la ineficiencia connivente de costosas nóminas burocráticas, de agencias como la DEA, CIA o FBI, en temas de su resorte como por ejemplo, el tráfico de narcóticos que desestabiliza a Méjico, Colombia o Afganistán, por cuenta de una guerra que enriquece a narcos y fabricantes de armas.
Como hace 200 años, los predicadores de la sumisión, que le endilgaban a las luchas de independencia y a los independentistas, la culpabilidad por el terremoto de Caracas, ahora como vaticano mediático empresarial, no desaprovechan ataques contra los gobiernos que desean ser dignos y soberanos. En contravía con el pasado que se festeja, en muchos casos indignamente, antes Antonio Villavicencio vino como comisario regio, pero en apoyo de las naciones que buscaban la emancipación para conformar estados naciones; ahora por el contario, Arturo Valenzuela viene a ver como desestabiliza a los gobiernos de la región, sembrando la discordia entre ellos, a pesar de ser oriundo del patio.
A diferencia de hace 200 años, Haití no existe como patrocinador, referente autónomo y "mal ejemplo" de que sí se podía alcanzar la libertad sin acudir a USA o Europa, que nunca nos va a querer dignos y soberanos, sino lamiendo su bota y rindiéndole culto a sus monarquías caducas. Más aún, tampoco existen cimarrones como Benkos en Colombia, Bayano en Panamá o Felipe en Venezuela, la tierra de Chávez, reforzando "el mal ejemplo" en cuanto a que Europa no es invencible. A cambio tenemos en la casa blanca a un Karomanty como Obama: los karomanties, eran negros libertos que perseguían a cambio de prebendas a los cimarrones.
Tampoco tenemos genios militares navales como Padilla, Piar o Brion, que no sólo rompían los bloqueos navales españoles con patrocinio del naciente imperio norteamericano, al cual le capturaron varias veces barcos, hombres y armas. Brasil, despierta y se arma con submarino nuclear hecho en llave con Francia, pero aún existe allá una derecha solidaria con el pasado, añorando la mano del amo que en la US embajada le sobe el lomo. Abundan los émulos de Bolívar, San Martín y Morazán, pero muy pocos Artigas, capaces de hacer valer con dignidad y mente clara que nuestro norte es el sur. Chávez y Morales, hacen algo parecido pero aún llevan su dinero a bancos de USA; mientras el banco del sur, tarda en nacer.
¿Será que nuestra incapacidad para superar el caudillismo trocará lo que debe ser una era en una fugaz primavera? ¿Hasta cuándo la educación en lugar de predicar el encandilamiento de Harvard, Oxford o la Sorbona, buscarán unas metas de saber ser, conocer y hacer coherentes, que forme personas para no sucumbir a una industria cultural, diseñada para generar pececillos adoradores del dios tiburón?
Raúl Zibechi nos recuerda que: para la construcción de la unión política regional, que le permita eludir la hegemonía de Washington, es esencial la alianza Brasil-Argentina. Eso permitiría enfrentar los tres desafíos decisivos: resistir la absorción económica por Estados Unidos, enfrentar la intervención militar en Colombia y la Amazonia y recuperar el control sobre nuestras economías.
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