20 de Agosto - Una plaga de carpinchos (chigüires), el mayor de los roedores del mundo animal, azota a uno de los barrios más exclusivos en las afueras de Buenos Aires y ha desatado una controversia entre sus residentes y las autoridades ambientales en momentos en que se debate poner límites a desarrollos inmobiliarios sobre humedales.
Los vecinos del complejo Nordelta, un emprendimiento inmobiliario inaugurado en 2000 sobre la desembocadura del Río Luján, denunciaron esta semana un crecimiento explosivo de la cantidad de carpinchos desde 2019 y que han generado accidentes viales y atacado a mascotas.
"La situación es insostenible hoy para los carpinchos porque ya no les alcanza el alimento para tanta cantidad", dijeron los vecinos en un reciente comunicado, en el cual reclamaron a las autoridades de Fauna y Flora tomar medidas "en forma inmediata y sin dilaciones".
En los últimos días, residentes de los 30 barrios cerrados que integran el complejo difundieron en redes sociales y medios de comunicación imágenes de grupos de carpinchos paseándose por jardines de mansiones exclusivas y calles comunes. Otra imagen que se viralizó fue la de un carpincho que cruzó la carretera y provocó el accidente de un motociclista.
El carpincho o chigüire es un roedor herbívoro anfibio nativo de Sudamérica, que pesa alrededor de 55 kilogramos y puede superar el metro de altura. Su hábitat son ambientes acuáticos.
En un comunicado, el ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible invitó el viernes a los vecinos de Nordelta a aprender a convivir con los roedores.
"El avance de la urbanización sobre los humedales afecta a nuestra fauna nativa de manera directa", expresó la cartera a cargo de Juan Cabandié. "Como consecuencia, especies como el carpincho han quedado excluidos de su ecosistema, como en el caso de Nordelta".
El caso de los carpinchos puso otra vez en primer plano el debate sobre la protección de humedales —ocupan aproximadamente un 21% del territorio argentino-- pendiente desde que en 2020 un incendio arrasara con más de 300 mil hectáreas en el Delta del Paraná. Existen más de una veintena proyectos en el Congreso, pero la falta de consenso no permitió avanzar en una ley de humedales.
"Es fundamental comprender que el cuidado de la fauna es responsabilidad de todos y de todas y que el avance sobre los ecosistemas tiene consecuencias sobre la biodiversidad y el ambiente", expresó el ministerio de Ambiente, que pidió a los vecinos de Nordelta no lastimar a los carpinchos.
"En Nordelta amamos a los carpinchos", aclararon desde el complejo. "De ninguna manera abogamos por la erradicación total de los carpinchos de nuestro entorno. Nuestro pedido concreto es retrotraer la cantidad de carpinchos a los que había cuatro o cinco años atrás".