16-05-24.-Estados Unidos sacó este miércoles a Cuba y mantuvo a Venezuela en el grupo de países que no cooperan plenamente en su lucha antiterrorista, pero La Habana continúa en la lista negra de Estados patrocinadores del terrorismo.
En un informe enviado al Congreso, el jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, afirmó que cuatro países -Irán, Corea del Norte, Siria y Venezuela-, «no cooperan plenamente» en la lucha antiterrorista internacional.
Según el Departamento de Estado, Cuba figuró en la lista del año pasado debido a su negativa a extraditar a Colombia a militantes del grupo guerrillero Ejército de Liberación Nacional (ELN, guevarista).
El primer presidente izquierdista de Colombia, Gustavo Petro, suspendió desde entonces las órdenes de arresto contra los guerrilleros, señaló el Departamento de Estado.
El gobierno cubano reaccionó
«Además, Estados Unidos y Cuba reanudaron la cooperación en materia de aplicación de la ley en 2023, incluida la lucha contra el terrorismo», dijo un portavoz del Departamento de Estado.
Esto llevó al gobierno de Joe Biden a concluir que «ya no es apropiado» incluir a Cuba entre los países «que no cooperan plenamente».
El gobierno cubano reaccionó. El presidente Miguel Díaz-Canel afirmó en la red social X que esto constata «lo ampliamente conocido, que Cuba coopera en la batalla contra el terrorismo».
Estados Unidos «debería hacer lo correcto y coherente con esa posición: sacar a #Cuba de la lista arbitraria del Departamento de Estado y poner fin a medidas económicas coercitivas que lo acompañan», dijo.
El canciller Bruno Rodríguez calificó la decisión estadounidense de «manipulación política», en un mensaje publicado en la misma red social.
La relación entre ambos países es tensa.
Durante más de seis décadas, Washington ha impuesto a Cuba un embargo comercial que el entonces presidente Donald Trump (2017-2021) endureció al volver a incluir a la isla en su lista negra de patrocinadores del terrorismo, medida que obstaculiza las transacciones y las inversiones porque las empresas se exponen a sanciones estadounidenses.
Biden, su sucesor demócrata, la mantuvo en la nómina y parece poco proclive a reconciliarse con el régimen de La Habana, sobre todo tras la represión de manifestaciones antigubernamentales.