En América Latina la denominada gran prensa, poderosas corporaciones informativas, todas alineadas con las políticas del establishment y que por ende perfilan los llamados aparatos ideológicos del Estado, datan del siglo XIX. En el continente, lo más rancio de la oligarquía se apoderó e invirtió en este mercado, asociando apellidos familiares con nombres de diarios en cada una de estas naciones. Entre las excepciones está Venezuela.
Los grandes diarios del país, tipificados antes por su variedad de formato y por su tiraje, datan de la primera mitad del siglo XX. Ningún periódico del siglo anterior traspasó ese umbral. El diario El Nacional se distinguió por una serie de razones y fue un punto de referencia obligada en la región. ¿Cómo es que su actual director dice a través de CNN que la horrenda foto que publicó en su primera página el viernes 13 obedece a motivos políticos y a razones electorales?
Y lo peor, agregó: "No estamos acostumbrados a hacer esto, queramos ocasionar un shock en nuestros lectores". ¡Semejante desfachatez y caradurismo! ¿Qué se ocasionó realmente? Aquella imagen produjo un impacto de tal magnitud que generó un descalabro, repulsión y rechazo en sus lectores. Eso se ha reflejado en cartas que han enviado estos al periódico. Hasta la propia cadena CNN se inhibió de transmitir la foto en resguardo de su audiencia.
La palabra shock es de muy ingrata recordación en nuestros pueblos. La aplicación de los paquetes económicos hambreadores promovida por el FMI en países como Venezuela, Ecuador, Argentina y otras naciones de la región generó procesos terribles de resistencia social con secuelas para la población civil. El Caracazo, estallido popular ocurrido en el país en febrero de 1989, es un ejemplo palpable de esto.
La prensa de derecha en el continente responde a los peores intereses mercantiles y políticos y conspira de manera burda contra los gobiernos progresistas y que promuevan cualquier tipo de cambio. En esta línea se inscriben las campañas impulsadas por El Nacional y El Universal. En la actual contienda electoral se han activado todos los aparatos en contra del gobierno bolivariano: la Iglesia, los medios de comunicación y las cámaras que agrupan a comerciantes e industriales.
Periodista/Prof. universitaria