Hoy, leyendo la prensa nacional, he recordado las palabras del lingüista Noam Chomsky cuando explica las famosas “10 estrategias para la manipulación”. Y es que el tratamiento que “algunos medios” le dan a la noticia del problema que se vive en las cárceles venezolanas de El Rodeo I y II reflejan claramente lo apegados que están los tarifados a dichas estrategias. Veamos:
A. Crear problemas y después ofrecer soluciones. Con esta estrategia, también llamada “problema-reacción-solución”, se intenta crear o magnificar un problema, una “situación” prevista para causar cierta reacción en el público, para inducirlo a solicitar las medidas que se desea hacer aceptar. Ejemplo: dejar que se desenvuelva o se intensifique la violencia urbana, u organizar atentados sangrientos, a fin de que el público sea el demandante de leyes de seguridad y políticas en perjuicio de la libertad.
Como sabemos, el problema de nuestras cárceles es de larga data, especialmente el del hacinamiento. Lo que no dicen los tarifados es que, de acuerdo con las declaraciones de uno de los reos, la violencia desatada, en los dos recintos carcelarios antes mencionados, fue planificada y financiada desde el exterior de los mismos a fin de crear el caos y poder decir que “el gobierno está masacrando a los presos” que como santas palomas solo están “solicitando pacíficamente” se les atienda y se le cumplan sus derechos humanos y procesales.
Como solución proponen, estos caga-tintas (como decía Piñerúa Ordaz), que destituyan al ministro Tarek Al Aissami, o que éste por dignidad “renuncie”.
B. Utilizar el aspecto emocional mucho más que la reflexión. Esta es una técnica clásica para causar un cortocircuito en el análisis racional y finalmente al sentido critico de los individuos. Además, la utilización del registro emocional permite abrir la puerta de acceso al inconsciente para implantar o injertar ideas, deseos, miedos y temores, compulsiones, o inducir comportamientos…
Siguiendo con la crisis carcelaria, vemos cómo tratan de sembrar la idea de que es el gobierno el que “viola los derechos humanos” de los encarcelados con su ineficiencia, ineficacia, falta de sensibilidad y por ende falta de compromiso. Tratan de mostrar sólo el lado “humanitario” de las necesidades de los privados de libertad y bajo la custodia del gobierno y no de la violencia que grupos de ellos generan, no sólo cuando estaban en libertad, sino dentro del propio recinto. Aparentemente son los mismos que ya han asesinado a 12 o más de sus compañeros que habían decidido rendirse. Ah!, pero los asesinados y los funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana muertos y heridos, así como sus familiares, no tenían ni tienen derechos humanos.
C. La estrategia de la distracción. Consiste en desviar la atención del público de los problemas importantes y de los cambios decididos por las élites políticas y económicas, mediante la técnica del diluvio o inundación de continuas distracciones y de informaciones insignificantes. Este es el elemento primordial del control social.
Estos farsantes tratan de desviar la atención con “entrevistas” a los familiares de los reclusos sobre la situación, sobre sus exigencias, sobre el traslado de algunos a otros centros penitenciarios; muestran imágenes muy sensibilizantes, imágenes del acordonamiento de la fuerza pública; hablan de que a los amotinados “ya no les queda agua ni comida”, que les cortaron la luz, etc. pero jamás mencionan el hecho de que exista una “comunicación vía celular” entre siniestros personajes desde el exterior de la prisión, que son los financistas y causantes de todo el drama programado que se vive ahí, con los líderes de la violencia interna. Esto deja mucho qué pensar.
Un PERIODISTA con vocación de tal, no ese graduado de “comunicador social” como profesión u oficio en una universidad y que la toma como un vehículo mercantilista, se puede ganar la vida cumpliendo con su trabajo: presentar ante la opinión pública los hechos de un suceso lo más ajustado posible a la realidad y no como quiere un “patrón” que le paga para que los tergiversen.
El tarifado, en cambio, trata de ”mantener la atención del público distraída, lejos de los verdaderos problemas sociales, cautivada por temas sin importancia real; mantener al público ocupado, ocupado, ocupado, sin ningún tiempo para pensar; de vuelta a la granja como los otros animales (cita del texto ‘Armas silenciosas para guerras tranquilas)”.
Esta película nos obliga a abrir y mantener los ojos bien abiertos para no ceder a los deseos de los dueños de medios de la canalla informativa, que busca mantener de manera permanente en la mente de la ciudadanía una matriz de opinión de caos, muerte, violencia e irrespeto a los derechos del hombre y mujer comunes con sus mensajes irresponsables.