Ante la preocupación con el derrocamiento del gobierno que obsesivamente ocupa el tiempo de la empresa que fue su casa artística, nos tomamos la libertad de escribir estas líneas para recordar al gran actor Tomás Henríquez, quien este 24 de Diciembre, a sus 81 años de edad se nos fue físicamente para no volver.
Don Tomás Henríquez, fue uno de los pioneros de la radio y la televisión venezolana. Como actor de carácter se ganó el calificativo de Primer Actor debido a su talento, profesionalismo y gran trayectoria tanto en el cine como en la televisión, poniéndolo en una liga en la cual muy pocos han jugado. Este apasionado amante de la actuación fue ejemplo para generaciones y maestro de muchos en el mundo artístico venezolano.
Henríquez logró lo que muy pocos actores o actrices de piel oscura han logrado en Venezuela; romper la barrera del racismo y la discriminación de la televisión comercial. Lo hizo a punta de talento puro e incansable dedicación, no a costa de dinero, influencias o apariencia física -aunque muchas féminas de su generación piensen lo contrario-. Fiel a sus raíces, el barloventeño nunca se desrizó su pelo, ni se blanqueó la piel, ni se hizo cirugía plástica en su nariz negroide como lo hacen muchos hoy en día.
El logro excepcional de Don Tomás nos recuerda lo triste que es ver como en un país donde la gran mayoría de la gente es mestiza y de piel oscura, y donde los prejuicios hacia gente de color no son tan predominantes como en otros lados, los medios comerciales continúan discriminando en contra de actores, actrices y locutores cuya apariencia física no se adapta a estándares importados de países europeos y anglosajones. Nuestras compañías de teatro están llenas de muy buenos actores y actrices de piel oscura y de pelo "quieto", cuya única opción de actuar en TV es aceptando un papel de sirvienta, de malandro o de brujo. ¿Será que para Cisneros o Granier los negros son muy brutos pa' ese asunto de la actuación?.
Al velorio de Don Tomás seguro irán Marcel Granier y los demás ejecutivos de una compañía que le continúa cerrando las puertas a decenas de artistas que teniendo el talento de Tomás Henríquez, son del "color equivocado". Ojalá que Denzel Washington, Morgan Freeman o Halle Berry les iluminen la estrecha mente a estos empresarios racistas que no se han dado cuenta que hasta en Hollywood ya estas barreras han comenzado a caer.
Don Tomás ha dejado una huella difícil de borrar. Su cara, su manera de actuar, y sobre todo su inconfundible voz, permanecerán para siempre en la memoria de millones de venezolanos. En nuestra mente quedarán sus novelas, obras de teatro, películas, programas de radio, y nos quedaremos con las ganas de oír su voz en los noticieros y micros que pasan en el cine antes de comenzar la película.
Que en paz descanse el Negro Primero de la actuación y nuestras condolencias para su familia y amigos. En el más allá seguro se encontrará con ese matancero a quien conocimos como El Gran Lotario, otro actor negro de gran trayectoria en Venezuela quien murió hace dos años. A Don Tomás ahora le tocará ser Ángel de la Guarda, menos mal que ya ese oficio lo practicó hace años con Amílcar Rivero.
Uno de los mejores homenajes que le podemos hacer a grandes artistas como Tomás Henríquez, es asegurarnos que los dedos de las manos no nos alcancen para contar el número de artistas de color destacados en el cine y la TV nacional. La Constitución Bolivariana contiene artículos en contra de la discriminación racial o étnica, ya es hora de que se implementen leyes para impedir que esto siga sucediendo. Mientras tanto, le pedimos al gran Franklin Virgüez que por favor cuide su salud para que no se nos ensanche ese gran vacío que hay en las pantallas del cine y la TV nacional.
