Cuando de manipular y mentir se trata, busque usted entre los gusanejos de Miami. Allí puede encontrar de todo, desde la más vil calumnia hasta el complot criminal más abominable.
Ahora, cuando el mundo y Cuba entera se movilizan para exigir la liberación de nuestros héroes Ramón, Gerardo, Fernando y Antonio, mediante una bella campaña plagada de cintas amarillas, la cloaca mediática de Miami, Martínoticias.com, busca cómo frenar la avalancha de clamores solidarios.
Esta vez le tocó el turno de difamador a dos especímenes de la mafia cubano americana en La Florida: el leguleyo Willy Allen y el connotado terrorista Ramón Saúl Sánchez, quienes coincidieron en afirmar que "los cubanos capturados, juzgados y sentenciados por atentar contra la seguridad nacional de EE.UU., tuvieron toda la protección que se le otorga a cualquier persona en un sistema libre." ¿Serán desfachatados? ¿A dónde les habrán ido a parar la vergüenza y el decoro?
El mundo entero conoce al detalle la criminal injusticia cometida contra los Cinco y cómo, mediante un juicio politizado y amañado, se les impusieron abusivas condenas. Sinceramente, la legalidad en USA fue una bochornosa burla y una ramera pervertida, entregada toda ella a las presiones políticas de los intolerantes mafiosos cubano americanos, en complicidad con corruptos congresistas, terroristas connotados e impunes, cómplices agentes federales y una prensa amarillista y manipuladora. Todo fue una canallada.
El colmo de la desvergüenza la acaban de asumir estos dos oscuros personajillos cuando afirmaron que nuestros compatriotas “Recibieron las oportunidades legales existentes en una democracia, con un juicio justo y una apelación equitativa”. Luego usaron el manido argumento de que los mismos "espiaban contra instalaciones militares norteamericanas", escamoteando la única verdad: Ellos, realmente, estaban allí monitoreando a grupos terroristas, defendieron a su pueblo con decoro y empeño, mientras las autoridades de ese país, en sucio y oscuro contubernio, les azuzaban para realizar estos actos criminales contra nuestra Patria, pisoteando su cacareada Ley de Neutralidad.
Desde luego, vuelven a equivocarse al demostrar que no conocen al pueblo cubano, ni a la arrolladora fuerza de la solidaridad entre los hombres de buena voluntad y noble decoro, al presagiar que el reciente llamamiento lanzado por René González, a favor de la liberación de sus cuatro hermanos, aún en prisión, y dirigido al pueblo estadounidense, no tendrá el efecto deseado.
El llamamiento de mi entrañable René es un paso más hacia la libertad de nuestros queridos hermanos. Es un golpe de moral y convicciones contra los herrumbrosos barrotes de sus celdas. Es un llamado a la conciencia del norteamericano bueno y sincero, al que nos atan la más hermosa amistad y respeto.
Nada nos detendrá hasta tenerlos de vuelta en sus hogares, junto a los suyos, que somos todos nosotros.
Percy Francisco Alvarado Godoy
