No soy un usuario regular de la TV. Este miércoles 19/02/2014 muy temprano en la tarde, llegue a la soledad de mi apartamento y tuve el control de mi televisor en la mano y me "paseaba" por varios canales cambiando muy rápidamente de una canal a otro. En ese “paseo” por los canales, toco a TELEVEN y veo que hay un avance que pasan a la Avenida Rómulo Gallegos de la gran Caracas.
En las imágenes se veía no más de 20 personas y la periodista que estaba en el sitio informó que la avenida estaba cerrada en ambos sentido y pasó a darle el micrófono a dos damas con sus respectivas ollas en las manos y cuyas caras expresaban una cargada de rabia y odio.
La periodista una vez hecho la “entrevista” a las dos damas, dio el pase al canal y el locutor que estaba en ese momento en esas funciones, se limitó a dar la inocente e ingenua recomendación, que más o menos decía o sugería a los conductores que tomaran otra vía. No hubo otra orientación. Reconocio el derecho a la protesta pero "omitio" el derecho al libre transito. El locutor que seguramente no dice lo que le viene a la mente en ese momento, evito por ejemplo, realizar un comentario sobre el derecho de los ciudadanos y ciudadanas a transitar libremente por cualquiera vía del país. Sugirió “inocentemente” que tomaran otra vía.
Hoy jueves en la mañana, mientras leía la prensa nacional, me encuentro con una nota un poco particular y me vino a la mente rápidamente, el “avance” que vi por TELEVEN. En la nota periodística de este jueves 20/02/2014, pude leer varios hechos acontecidos en la Rómulo Gallegos, que la periodista pudo haber registrado pero los evitó. No era un hecho muy menudo o sin mucha importancia para que a esa hora de la tarde –entre 5:30 y 6:00 pm- se dejara a un lado.
La nota registraba que en la Rómulo Gallegos fueron destrozados 16 carros y fue atacado un módulo de la Policía Nacional Bolivariana –PNB-. TELEVEN no se dio por enterado de un acontecimiento de esta magnitud: 16 carros[i] destrozados.
No hay que ser extraordinariamente inteligente para comprender cuál es la apuesta que hace TELEVEN. No sólo por la “omisión” de este hecho, sino porque me quedé un tiempo viendo el canal y la manera de ofrecer las informaciones estaban elaboradas bajo un patrón que sugería que la empresa TELEVEN tiene su apuesta realizada y no es precisamente por la paz.