La Sociedad Interamericana de Prensa, SIP, nació para defender a los empresarios de los medios. En su seno agrupa a elementos fascistas. Este organismo manipula y miente. Condiciona la libertad de expresión a los intereses más reaccionarios y de clase. Intenta desprestigiar a la Revolución Bolivariana al señalar que el Gobierno debe investigar en forma exhaustiva el asesinato de un colega periodista, pero calla ante la violación de derechos humanos en Estados Unidos y en otros países “libres y democráticos”.
Pero no sólo son estos reaccionarios que vulneran el derecho de los pueblos a estar informados, sino además el canal CNN en español censura los hechos en San Luis, Ferguson, Missouri, Estados Unidos, donde fueron asesinados dos jóvenes afroamericanos por agentes de la policía. Para la SIP y el canal de marras no hay violencia en esa región ni amenazas de muerte contra los periodistas que cubren el hecho.
La SIP es un instrumento de los diarios de derecha del continente. Magnifica la muerte del colega Álvaro Cañizales, hecho ocurrido el pasado sábado en el estado Cojedes, al cual le agregan un contenido político que no tiene.
Además el organismo empresarial se pronuncia contra la medida administrativa iniciada por el Directorio de Responsabilidad Social, a solicitud del Consejo Nacional de Telecomunicaciones (Conatel), a Radio Caracas Radio (RCR) que implica la suspensión del programa Entre tú y yo con Nitu, por la supuesta promoción del odio y la intolerancia por razones políticas, fomentar zozobra en la ciudadanía, alterar el orden público o desconozcan a las autoridades legítimamente constituidas.
Así es la SIP, CNN y Nitu, activistas y defensores de los guarimberos y paramilitares que sembraron de terror a Venezuela.
