Cuando veo camaradas utilizando los medios con la ligereza caracterizada y creyendo que son los tacamajaca de la comunicación; siento preocupación y me ocupo, porque a la larga; no saben cómo es que se bate el cobre en ese esquema burgués, que estamos tratando de neutralizar, poniendo formas que sean revolucionarias, para encontrar fondo.
Vengo del vientre de la víbora, la conozco en toda su dimensión, como si la hubiese parido. Conozco historias sobre vanidad, prepotencia y una cantidad de debilidades que tienen que ver con deformación y con imposición.
Conocí a los honestos, los preparados, los que entregaron la vida porque creían; también a la superficialidad que pasó por mi tiempo y la que sigue pasando por el tiempo de mis camaradas; confundidos, ilusionados y podría nombrar más, pero la idea de este escrito no es que se sientan mal los supuestos (es lo que muestran en pantalla, cuando hay contraposición) solo quiero reconozcan que el medio como lo concibió el capitalismo, es distinto a como debería ser en comunismo; por lo tanto, si no lo entendemos, nos pasará como les ha pasado a otras generaciones y en revolución, la regla debería ser otra.
Quiero encuentren antes que sea tarde: utilidad revolucionaria de esta herramienta bipolar; no sigan engañados, ni engañando con el formato burgués en plena revolución; los daños son graves de ambos lados; para el emisor y para el receptor peor, porque nunca tendrá culpa después que le inyectas el mal.
No empiecen a justificar como lo hacen descalificando a los que no opinan alienadamente como ustedes: si tuviera decisión, en una revolución como la que quiero, ustedes harían otras cosas, donde puedan ser más dignos hablando de conocimientos y formas extrañas aprendidas en erudición. Empiecen a usar la humildad; los que están en batalla lo notan y esa será su fuerza, no traten de complacer a la mediocridad: ellos se retiraran más temprano que tarde y la soledad en la fama es fatal. Puedo contarles que cuando incursioné en este fenómeno farandulero, tenia inclinaciones comunistas; por eso el daño no es tan grande en mi (aunque seguramente ustedes dirán lo contrario) como el que entra sin conciencia; las bambalinas no deslumbraban y se puede vivir sin egoísmo, ni resentimiento; pensando más en el fruto de lo que sembramos, que en lo que hoy tragamos sin masticar.
Amigos y camaradas de LUCHA, alguien creíble tiene que decir al PUEBLO, que los caminos que hemos escogido, están en dudas; dejo esta propuesta para la reflexión y en un tiempo corto, entrarle a la verdad revolucionaria, porque PATRIA O MUERTE, VENCEREMOS Y HASTA LA VICTORIA SIEMPRE.
SIN PATRIA NO QUIERO VIDA.
HAZTE CONCIENCIA.