El Papa Francisco no es “Charlie Hebdo”…

Luego de sucedido el acto terrorista en París el pasado 7 de enero que tuvo como saldo trágico el asesinato a mansalva de doce personas en las instalaciones del Semanario “Charlie Hebdo” y no menos de veinte heridos, entre los cuales se incluyen a cuatro humoristas reconocidos, el mundo todo -como era de esperarse- condenó de forma enérgica ese abominable crimen que no debió ocurrir y, obviamente, el Papa Francisco fue uno de los primeros en hacerlo.

La libertad de expresión es sagrada y es inadmisible admitir lo contrario, por lo que vale la pena que hagamos las siguientes reflexiones.

El semanario “Charlie Hebdo” es una publicación que se ha caracterizado por su alta capacidad de provocación fundada en una ilimitada xenofobia, un racismo aberrante contra el islam y, además de ello y en términos destacados muestra, de modo reiterado, su claro sexismo homofóbico… Y es en ese marco conductual de ese medio que explica que el Papa Francisco dijo a la prensa internacional en el avión que lo trasladaba ayer a Sri Lanka, que: “es aberrante asesinar en nombre de Dios, pero no se puede ofender la religión o burlarse de ella”, en clara alusión a un medio como el “Charlie...” que ha tenido en Mahoma, el Profeta Sagrado de una religión que tiene cerca de dos millones seguidores, como un blanco prefijado para provocar a tanta gente de modo tal vil y repugnante.

Igual ha ocurrido con cientos de miles de intelectuales de todo el planeta que se han visto en la misma necesidad de deslindarse de una publicación que no pareciera entender que la libertad de expresión no es para ofender y denigrar de nada ni de nadie y menos, como lo agregó el Santo Padre, para “ofender la fe del prójimo”.

Pero es necesario agregar, ya para cerrar esta corta nota, que este tipo de material llamado dizque humorístico, tuvo su impronta y muy destacada durante la persecución judía por allá durante las décadas del veinte y treinta del siglo XX contra el pueblo judío que para nada conmovió los sentimientos de nuestro mundo occidental, pues a ninguno de los líderes de ese llamado mundo libre se le ocurrió salir a las calles, no ya de París, pues había sido ocupado por los nazis y con el consentimiento (¿por qué negarlo?, de muchísimos franceses, sino de Nueva York o de Londres, a protestar y pedir el cese inmediato de la matanza y la persecución de los judíos, mientras se los caricaturizaban como monstruos horribles con leyendas que decían que eran el "producto de las relaciones sexuales de Eva y Satán en el Edén…"

Hay que revisar la historia, para que podamos verificar que este tipo de conductas no son nada nuevas, se han repetido en la historia muchísimas veces y no en todos los casos para nada bueno, sino para producir caos y terror al mayor…

Vale hacerse esta pregunta, ¿ese acto criminal fue acaso provocado por quienes detentan el poder de las armas en el mundo, para evitar la posibilidad de una paz duradera y permanente?


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Iván Oliver Rugeles


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