Para los medios de prensa de la derecha internacional (CNN, FOX, NBC y sus cipayos criollos) las noticias sobre Venezuela en estos tiempos electorales, está circunscrita a la continuada campaña contra el gobierno revolucionario.
Hasta ahora, habíamos reconocido ataques políticos contra algunos altos funcionarios de la revolución, lo cual podrían interpretarse como parte de la contradicción, entre los que han sido violados por el capitalismo y defienden al imperio, y los que insistimos en la preservación de la dignidad revolucionaria en pro de la construcción de un mundo vida con la mayor suma de felicidad posible para todos.
Pero en esta semana que hoy termina, bajo el título “El hijo y el sobrino de la primera dama Venezuela fueron apresados por tráfico de drogas en Haití”, se ha puesto de manifiesto, un ataque contra la familia presidencial Venezolana, que pone el énfasis periodístico, en el hecho de la maternidad y afinidad de la Primera Combatiente con los presuntos delincuentes.
Ello sin lugar a duda demuestra la clara intención por involucrar a la familia presidencial en un acto que si bien pudo haber sido cometido por dos miembros de esa familia, no implica culpabilidad de la madre, ni el padre en ningún caso.
En consecuencia, me sumo a la defensa de la dignidad de los padres en general, y manera particular me pronuncio con indignación contra la sugerida inculpación mediática de la camarada Cilia Flores, mujer que al igual que cualquier madre del mundo, cría y ama a sus hijos, forma su familia, pero no es responsable de sus actos una vez que estos son emancipados.
En ese sentido, hay que aclarar que los presuntos involucrados en el hecho, son mayores de edad, dueños de sus vidas y responsables ante la ley, y la solo mención de la camarada Cilia y el compañero Maduro en esos medios fascistas cargados de odio, denota una intención de ataque contra su digna posición de jefes de familia.
En ese sentido, creo que es hora que nos pronunciemos en defensa de la dignidad de la familia presidencial Venezolanas, y exijamos a la prensa fascista que retiren la imagen y el nombre de la primera combatiente y el presidente de la República de esta lamentable noticia, todas vez que la misma sugiere complicidad de la familia y pone en tela de juicio su honorabilidad.