Bueno ahora Miguel E. Otero, ese gris personaje de la edición de periódicos se debe de sentir muy bien, al leer la noticia de que Isabel Allende, la hija del camarada Salvador, no tiene ni una micra del talento humanista del derrocado Presidente chileno. Los genes no se heredan. Aquí en Venezuela lo vemos a diario. Un ejemplo es él. Este caballero de barba, ¿postiza? Es un caso médico. Ni siquiera en lo varonil se parece a su admirado padre. La Isabel Allende tampoco resultó ser alma de pueblo, aliada con los COPEYANOS de Chile, los mismos que atizaron el fuego contra su padre, que murió con las bolas bien puestas en la Moneda. Que triste resulta a veces la vida, amigos lectores. Con hijos así no hace falta enemigo. Hace poco el Ministro Jesse Chacón lo desmintió, con el caso de La Paragua. Resulta que los muertos, en ese lamentable hecho, fueron seis (6) y el “Barba postiza” publicó en su NAZIONALGA, QUE FUERON DOCE (12)
¿Qué se trae este micro hombre? Ahora se sabe porque EL NAZIONALGA se tuesta en los quioscos de Caracas. Así debe pasarles a todos esos medios MEDIOCRES, que no dicen ni escriben la verdad. Así mismo los revolucionarios estamos en el derecho de no comprar esos periódicos amarillistas, tales como EL 2001 Y EL MERDIANO, que aunque éste último es totalmente deportivo, pertenece a esa misma gente que desestabiliza a través de las páginas escritas. Los editores de MERIDIANO al parecer obvian que los lectores del susodicho tabloide, no lo leen en el Country, sino en los núcleos populares, porque a los ricos no les gusta sino el golf y el tenis. Ahora llevan a sus hijos a que practiquen béisbol por aquello que si resultan buenos jugadores, pues ahí mismo tendrán a un equipo de las Grandes Ligas quien lo firmará por centenares de los verdes. Les pido a los camaradas, desde ya, in situ, que tenemos que volver a los días de abril de 2002, cuando nos dedicamos a sabotear a esa prensa mentirosa, calumniadora, servil al amo extranjero, no comprándola. Igual debemos hacer con las televisoras.
Es mentira que esos fulanos dirán algo que nos interese y además los revolucionarios nos solemos ver pornografía, ni películas donde se exalte la estupidez y la fantasía mercantilista. No es lógico que un camarada vea esos canales golpistas. Tenemos que hacerles entender que con nosotros no van a jugar. Esto no es mojigatería. Nuestro líder ha ido a la ONU y le ha dicho en la cara a ese monstruo apocalíptico lo que es. Así es como debemos tratar a nuestros enemigos políticos, que se niegan a aceptar que este es un gobierno de la mayoría, elegido en libres comicios y que, tienen que aceptar la regla del juego que es ir a elecciones, sin salirse del tramo, respetando lo que quiere el pueblo. A esos panfletos (El Nazinalga y El Univernalga) no debemos comprarlo. Lo que en ellos está escrito es pura paja, pura mentira, mega feca. Hagamos un gran esfuerzo. Las noticias que debemos leer están en la prensa que ustedes saben y en las televisoras y radios igualmente que respetan y son objetivas, donde no hay payasos jala bolas como Miguel Ángel Rodríguez, EL MATACURA, “Cara De sapo” Giusti”, “Patas violentas” Fernández, “Cerebro de Filibre” Kiko Bautista, “Nariz de loro” Colomina, “Amante frustrada” Pacheco, “Matusalén Salazar, ni nada de eso.
Esa prensa que miente y que se dedica a exaltar lo foráneo, a servir al amo gringo, a los desestabilizadores de la mierda que andan por ahí, no nos debe quitar mil o dos mil bolívares, para paliarle el hambre a los Otero, a los de Armas, a los Matas a ese combo de anti éticos periodistas que se han vendido como preservativos en lupanares de noche de alcohol y drogas. No seamos tontos. La educación, la hermandad, la amistad, sólo es posible cuando, existe la equidad y el respeto. A los mentirosos, a los golpistas, a los desestabilizadores, a los Granier, cobardes y pusilánimes, tenemos que ponerlos en el container de la basura, a ver si por lo menos sirven de comida a los pobres zamuros de la soledad. NO A MERIDIANO, 2001, EL NAZIANAL, EL UNIVERNALGA, RCTV, VENEVISIÓN, TELEVEN, GLOBOVISIÓN. Que no jueguen con nosotros. La impunidad no existe: es creada para los imbéciles. Nosotros somos revolucionarios y así nos ha visto llegar la historia. Un revolucionario no culí pandea. No admite ser parte de un circo, donde el amo emplea el látigo y golpea y golpea, nos golpea, y nosotros gozamos con el dolor. No, eso no. Vamos a darle la misma medicina que ellos nos suministran a través de esas televisoras, esa prensa escrita, esas radios, esa gente “jai”, llena de prejuicios y maldades. CERREMOS NUESTROS OJOS, a ese colirio que quema y arde. Hasta la victoria siempre y quizá un poco más allá.
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