Insistir en descalificar los medios, es caer en la retórica cansona de auto flagelarse y no es precisamente lo que quiero en este momento, no voy a seguir castigando mi necesidad de información, hasta que CONATEL no me garantice que mi psiquis no corre peligro.
Que los que dicen mentiras no están apoyados por los que las promueven y las enrollan en un paquete golpista para captar disociados con fines inconfesables. Hasta que no confirme que marines no pueden llegar hasta aquí por cuestiones que le harían muy engorrosa la invasión a un país que como Cuba está dispuesto a defender hasta con la última gota de sangre, hasta que no deje de seguro que las jineteras no están promoviendo que nos matemos entre hermanos, que le hagamos las cosas más fácil y así ellos no gastarían nada en un conflicto que saben, tienen mequetrefes que los ayudan en tan sucia labor, ya no voy a mirar esa basura hasta que no haya un cambio en la programación.
Voy a dejar esa basura a un lado y me dedicaré al hombre, al ser humano que descompuso su vida por la figuración que proporciona una pantalla de televisión, cuando trastoca el ego de un mediocre.
Es difícil no mezclar las jineteras con los que trabajan en ellas, aunque son cosas distintas, he sabido de gente honesta que aun maltratando su ego tienen que aguantar a escondida su vergüenza por necesidad, cosa que no comparto.
Como soportar las estupideces de resentidos sociales que juegan con el poder de tener la opción que da una estructura descompuesta.
Quisiera desmontar la personalidad de emblemáticos comunicadores sociales sacados de la ficción de un mundo irreal, donde la mentira es su virtud, por lo tanto se convierte en un falso virtuoso que vive en un mundo de pantalla y su fortaleza mental no es su digna profesión, sino la de comunicador atrofiado de un sistema que se agota ante los pocos televidentes que les quedan.
Que serán en la sociedad maiamera cuando esta no los acepte por que se fugaron de la verdad, que van hacer, que profesión tomaran para seguir viviendo en la sociedad que sueñan, ¿podrán ser periodistas?, o se dedicaran como muchos desclasados que se han ido a vivir y terminan existiendo como lava platos de cualquier taguara de lo que aquí llamamos asquerositos, perro caliente.
¿Como será la vejez en el exilio de un traidor?, que cambió el futuro que proyectaba su patria, por el sueño americano que no avanzó en su vida de fracasado.
La tarea que tenemos las comunidades organizadas junto al HOMBRE QUE EMPUJA, es cuesta arriba, no será fácil estructurar otra forma de educación con el complemento de esta televisión, tiene que ser distinto a esta dificultad que tenemos ahora.
No tememos que eliminar.
Tenemos que recuperar.
El pueblo cuenta con CONATEL.