"El nuevo invasor no penetra donde tropieza con voluntades recias que le cierren las puertas. El imperialismo empieza por corromper a los hombres de adentro. A unos por unirlos a su comparsa de beneficios, a otros, por borrarles la imagen de su propia nacionalidad"
Mario Briceño Iragorry, 1952
Desde el campo intelectual venezolano, se ha abonado a esa idea de colocar a Venezuela en el suelo. Desde ese mundo, surgieron voces con libros que se reconocen como obras emblemáticas, en los cuales Venezuela en menos que un país. Esta tesis hoy retoña y los opinadores en medios la acarician.
Yo supongo, que toda la prensa escrita y no escrita, retomó esta tesis de colocar a Venezuela en el suelo. Pensaba equivocadamente, que en esta labor de sembrar la idea de desmerecernos como país, había que sacar a Últimas Noticias, porque es claro que otros medios (El Nacional, El Nuevos País, Él Universal) están comprometidos con este "proyecto". Últimas Noticias, es el único medio escrito que compro y no me había dado cuenta, que UN es parte de este paquete y pago para leer a opinadores, que vende esa idea de la intervención extranjera como solución. Ya veremos.
II
El sentido común indica, que una oposición cualquiera que ella sea (derecha o izquierda) debería ir, en cuanto a propuesta y promesa, un paso más adelante al gobierno de turno. Veámoslo de otra manera. Una oposición existe y tiene sentido, si se opone a un gobierno con sus fuerzas y con sus proyecto de país.
Cierto es, que la realidad del mundo ha estado preñada de intervenciones y efectivamente ha parido intervenciones para instalar "Estados" subordinados. No es lo que debería ser pero es lo que es.
Por ejemplo, Partido de los Trabajadores de Brasil (PT) fue echado del gobierno con apoyo de una política imperial. No he visto ni leído, que él PT este ligando una intervención de China o Rusia para salir de los titiriteros que están hoy en el gobierno. Él PT moviliza sus fuerzas para una contienda electoral, que es el mecanismo que se usa para estas cosas.
La intervención puede o no puede ser. Está en curso. Todo depende de las condiciones y del método. Se hace uso para ello de múltiples estrategias y soldados agazapados y abiertos.
Los opinadores en medios físicos y digitales son a veces soldados de esa posible intervención. Leo con frecuencias, más de lo que debería a todos los articulistas de Ultimas Noticias y ahí está un comando o batallón al servicio de la intervención. Agustín Blanco Muñoz por ejemplo, utiliza en gran parte de sus artículos y desde hace tiempo, la palabra ex país para referirse a Venezuela. Alguien dirá es una palabrita y nada más. Supongo que en algún artículo que no leí; Blanco Muñoz, como historiador que es, ha podido argumentar esta tesis de este ex país. Pero no hay que joderse tanto a las neuronas para suponer, que un ex país fue un país y ya no lo es por alguna razón. Yo sería más de la idea, de ex políticos venezolanos. Políticos que nacieron aquí pero no son de aquí. Lo cierto es que Blanco Muñoz siente y promueve la idea de un ex país y esto, es una manera de sembrar una intervención. No somos un país, menos una nación.
III
La idea de esta reflexión me vino después de estas lecturas y de haber leído un artículo reciente de la paisana Amaranta Rojas[i], en el cual sugería la poca ética de Últimas Noticas en el tratamiento por parte de sus opinadores de temas políticos.
Un historiador haciendo uso de esta tesis o idea, que seguro tendrá lectores desprevenidos, nos siembra la idea, que Venezuela en verdad es un ex país y esto facilita otras cosas. Esta idea de ex país no es un invento o tesis nueva. Entre los viejos libros que releí en estos días se cuenta: 1) Lo Afirmativo del Venezolano de Augusto Mijares, 2) Comprensión de Venezuela de Mariano Picón Salas, 3) Mensaje sin Destino e Ideario Político y 4) De una a otra Venezuela de Arturo Uslar Pietri.
Intelectuales de postín que en algún momento de su vida, sintieron la necesidad y la obligación de salirle al paso a esta idea del ex país Venezuela, con otras frases. Arturo Uslar Pietri en un artículo recogido en uno de sus libros, nos habló de una "Nación fingida", pero no es un concepto que puede estar conectado a esta vieja tesis de ex país que hoy luminosamente expone un eminente historiador venezolano. Uslar Pietri enfatizaba en esta idea de nación fingida, la posibilidad de construir un país sobre bases pocos sólidas.
Tenemos como una gran referencia y una gran obra a Doña Bárbara. Lo es, pero Mariano Picón Salas no dejó de ver en este libro de Comprensión de Venezuela, que Doña Bárbara, "es el instinto puro y devorador que consume toda construcción". En Bachillerato se nos recomendaba leer a Doña Bárbara y nos metíamos en esa novela muy ingenuamente, pero ciertamente ahí esta ese "instinto puro y devorador que consume toda construcción"[ii].
¿Quién no creyó ayer y hoy, que el libro de José Rafael Pocaterra con el título "Un Venezolano en la Decadencia" no sea una extraordinaria obra? Pero Augusto Mijares, desde sus perspectivas como venezolano, afrontó el compromiso de no creer en esta tesis. En torno a esta obra, Mijares dice lo siguiente:
"y este título, tan amargo, que debió provocar dolor, sorpresa, vergüenza o cólera, fue recibido, por el contrario, con la más natural aceptación. Dijérase que expresaba los que todos sentían: la devastación definitiva de la patria, o peor aún: La culpa y la ignominia de todos. En esa misma obra y en una pequeña parte de ese libro, nos coloca frente a una terrible expresión (de ex país), que nos advierte que el fracaso el fracaso es de Venezuela, "en cuanto a República y en cuanto a país de civilización"[iii]. La ignominia es de todos y no de una clase política y social, que en ese momento hundió a Venezuela.
Pienso hoy, que hay venezolanos y venezolanas que no merecen nuestra nacionalidad. Sin ideas ni proyectos de país, apuestan y ligan por una intervención extranjera. Copiando a Don Augusto Mijares, este es un soberano problema moral que a muchos le resbala pero increíblemente tiene sus importantes interlocutores y promotores en los medios de comunicación. La solución fácil es la intervención y para eso no se necesita de un país, ni de un proyecto de país. Se requiere que la idea de ex país esté sembrada.
Claro Eleazar Díaz Rangel en sus artículos de los domingos ha venido rechazando esta posición injerencista. En su artículo del 28/01/18 estos sostuvo: "Lo que es intolerable y merece nuestro repudio, es la intromisión exterior". En de este domingo (11/02/18) se pronuncia contra este plan de intervención. Pero esta es la voz de director del periódico que no parece ser una línea editorial, que paré la idea del ex país Venezuela y de intervención que circula en UN a través de muchos opinadores. No voy a colocarme en la tarea de hacer un largo inventario con citas de cómo desde la páginas de UN se abona en esta política intervencionista. Lean algunos de los artículos de Agustín Blanco Muñoz y otros tantos más.
Este apuesta a una intervención tiene sus sutilizas y disfraces. Se adornan con palabra bonitas. Carlos Canache Mata, que repentinamente se ha vuelto un defensor de los derechos humanos, ha apostado por esta intervención. En un artículo reciente, lo dijo así de bonito: "La vigilancia activa que países y organizaciones mantienen sobre el acontecer venezolano, está desconociendo la universalidad de los derechos inherentes al ser humano". Este carajito de nombre Carlos Canache Mata, que ahora es defensor de los derechos humanos, le parece simpático que el mundo vea sólo a Venezuela, como viola los derechos humanos y ese es un recurso (justificación) para la intervención. El mundo no vigila a México y a Colombia donde hay desaparecidos por cientos de miles. Este sábado (10/02/2018) se conoció que en estos días en Colombia (¿Quién?) asesinaron a 40 ex guerrilleros que ingenuamente creyeron en la paz en Colombia era así de fácil. No incluyo los dirigentes sociales que han caído en meses. En México es un país que donde se abre un hueco, aparece una fosa con mexicanos aniquilados. (Subrayado es mío).
En la edición de este sábado (10/02/18) este "eminente" venezolano que tiene por nombre Rafael Guerra Ramos y que la izquierda le buscó votos para que fuera parlamentario desde Caracas, nos vende, desde UN; la tesis de intervención de una manera muy linda. Dice Guerra Ramos: "Ahora, después del receso indefinido, crecen las razones para fortalecer y hacer sentir la solidaridad internacional con la causa democrática, a cuya dirección le corresponde acopiar, con amplitud unitaria la mayor suma de fuerzas posibles para enfrentar y derrotar los funestos planes continuistas del totalitarismo". No se le puede quitar a Guerra Ramos, que con palabras bien bonita, promueve desde UN, una intervención. La Solidaridad internacional, puede ser la que ha venido promoviendo EEUU desde hace mucho tiempo. Muy recientemente, un senador y un funcionario de Estado de ese país (Rex Tillerson), se pronunciaron otra vez más, por esa "solidaridad" que nos vende Guerra Ramos con palabras muy bonitas.
Por supuesto, hay libertad de expresión y todos podemos tener el derecho con disfraz o sin disfraz abogar por una intervención extranjera en Venezuela, que no termina con un día de intervención y colocación de una fuerza política, cuyos intereses, como lo dice este "eminente" venezolano, porque según dice, esta "solidaridad está "por encima de los interés personales y de grupo [y responden] a los intereses del país".
Bolívar y otros precursores de la independencia no se amilanaron ante la pérdida de la primera y segunda República. Se reorganizaron, acumularon fuerzas y voluntad y emprendieron una y otra vez su proyecto de país ¿Dónde está el proyecto de país de los que abogan con disfraz y sin disfraz por una intervención o "solidaridad" extranjera?
[i] https://www.aporrea.org/actualidad/a259109.html
[ii] PICÓN Salas Mariano (1976) Comprensión de Venezuela. Caracas, Monte Ávila Editores.
[iii] MIJARES, Augusto (1980) Lo Afirmativo Venezolano. Caracas Editorial Dimensiones.