Desde que los canales privados de televisión venezolanos y los medios escritos, así como los radioeléctricos, se dedicaron a mentirle al país, es decir: a mentirle a la masa de escuálidos opositores al gobierno nacional, con miras a sabotearle la gestión al Movimiento Quinta República, a salir del presidente Chávez, quien les resultó contrario a sus mezquinos intereses; y a anular los avances políticos y constitucionales que se instalaron en Venezuela desde que arrancó la V república, los televidentes, lectores de esa prensa y oyentes de las respectivas emisoras radiales han ido poco a poco cayendo en la más absoluta desinformación personal de los importantes acontecimientos de toda índole que han venido ocurriendo en el país. Aquí entran conocimientos acerca de las nuevas obras de beneficio nacional, de infraestructura, de educación, de seguridad, y, en general, del progreso económico social que este gobierno ha aportado, como, en cierta medida, pudieron haberlo hecho los regímenes anteriores.
Pero, como quiera que se trata de una masa de opositores al gobierno, los medios le han estado brindando el material que les agrada oír y leer y ver, es decir, las supuestas cosas negativas, valga citar, los desaciertos del gobierno y los empeoramiento de la sociedad, que, a pesar de ser vulgares calumnias amarillistas, a esos escuálidos les ha complacido su visión y audición. Algo parecido a la defraudada novia que le suplica a su ex novio que le diga que aún la quiere a pesar de que esto sea mentira.
Mientras tanto, a manera de doble boicot nacional informativo, así como los adeptos al chavismo procuran no contaminarse con esos medios mentirosos, los escuálidos practican su respectivo boicot contra los únicos medios que informan la verdad de lo que está ocurriendo en el país, es decir, el canal televisivo del Estado, la Radio Nacional y los medios alternativos, como TV Catia, Radio Perola, etc., de tal manera que, mientras la parte chavista y la no opositora se mantienen informacionalmente actualizadas, los escuálidos se crecen en desinformación, habida cuenta que dicho boicot así se les revierte.