Dentro de exactamente una semana, el próximo lunes, se sabrá quién ganó la elección presidencial en Venezuela.
De antemano se descarta un resultado a la mexicana (versión 2006) según el cual el candidato rezagado en las encuestas resultó el supuesto ganador con menos del 1% de los votos. Suceda lo que suceda, la elección criolla gozará de la credibilidad que no tuvieron los comicios aztecas, avalada por la abundancia de observadores, nacionales y extranjeros, y por un moderno sistema de votación automatizada. Por lo demás, nuestro CNE ha mostrado capacidad para contabilizar sufragios y proclamar resultados que no han sido rebatidos o cuestionados en otras instancias jurisdiccionales.
Sin embargo, como nunca falta un pelo en la sopa, un amargado traficante de intrigas y desinformación azuza a un candidato opositor para que se lance contra viento y marea roja a reclamar el triunfo.
Según el mentado cizañero al día siguiente del 3D se sabrá de qué tamaño es Manuel Rosales.
Tal parece que Rafael Poleo es experto en mediciones y ya carga el metro en la mano para determinar si el presunto candidato unitario rebasa la talla única. Así pues, si Rosales, desconociendo las cifras del CNE, se proclama ganador, será considerado como el gigante que requiere un sector golpista para provocar el desmadre interno con el consiguiente apoyo internacional.
En cambio, si el candidato opositor reconoce la derrota en buena lid, el “poleometro” lo presentará como el más timorato de los enanos que la Blanca Nieves de Súmate trató de hacer crecer, fracasando en el intento.
Viniendo de Rafael Poleo resulta lógico que pretenda “expolear” el resultado electoral. A fin de cuentas es el padre de la fallida ministra de información del diminuto y breve dictador Carmona Estanga. Ella, siguiendo la tradición familiar, se encuentra autoexiliada a la orden de la CIA, proclamándose mártir y victima de la dictadura venezolana.
El mediocre intento de provocación nos recuerda la sentencia bíblica según la cual con la vara que midas serás medido.
A no dudarlo Poleo se considera más grande que Rosales. Faltaría ver de qué tamaño es él.
augusther@cantv.net