Tener libertad de pensamiento y actuar de acuerdo a las ideas que se pregonan, es alcanzar un nivel de madurez política y ético, pocas veces visto. Disentir con argumentos, aunque sean frágiles en exposición y hueros en razonamientos, no contradice el derecho a la expresión, tampoco justifica acciones punitivas, persuasivas e intimidatorias. Un proceso revolucionario está cargado de pasiones y discursos variopintos. No es fácil encontrar un consenso alrededor del cambio de sociedad que reclama la historia, en ciertos momentos. De la explosión social se pasa a una implosión ideológica con desenlaces peligrosos y predecibles.
La crítica de cualquier sector o individualidad, mediano o cien por ciento comprometido con el proyecto transformador, no puede ser silenciada a punta de amenazas y abusos de poder. Sobran ejemplos de cómo quienes llegan al gobierno, aunque no tengan dominio total del poder (jurídico, económico, mediático y parlamentario) se hacen peligrosamente sensibles a la disidencia interna. Aun antes de tener en las manos el control político-burocrático- militar del país, dejan oler cierta arrogancia, prepotencia y sordera ante opiniones sobre ciertas coyunturas o desviación con las metas originalmente trazadas.
Aporrea.org es un portal que se nutre de las voces sonantes, disonantes y altisonantes esparcidas a lo largo y ancho del país. Voces que gritan la urgencia de corregir errores visibles, decisiones bastardas, acciones torpes, nombramientos nepotísticos, actos de corrupción a micro, mediana o gran escala. Ineptitudes a granel. Son individualidades o grupos organizados que, sin remilgos, sienten el deber ideológico de cerrar filas en torno al proyecto original, por lo tanto, expresan dudas, incertidumbres sobre ciertas decisiones del gobierno-líder y apoyo en las acciones precisas como por ejemplo, la defensa de la Soberanía Nacional.
Montarse en el hombro la tarea de crear un canal de expresión para que las ideas naveguen sin salvavidas, es una misión comunicacional temeraria pero ineludible. Hay quienes escriben con el cálculo político entre ceja y ceja. Otros, enriqueciendo con argumentos brillantes la coyuntura y estrategia de esta etapa que suele llamarse Revolución. A veces se rompe la sindéresis. Exageran la mordacidad. Hay burla debajo de las palabras. Como el arcoíris reúne la escala de colores, una sociedad en estado de descomposición no puede contener la ráfaga de opiniones que pare a diario el intelecto nacional.
En fin, en este vitral de opiniones está viva la libertad para expresarse como viva la responsabilidad de cada articulista por lo publicado. Quienes creemos en la palabra como herramienta para exponer nuevos razonamientos, nuevas reflexiones, nuevos aportes ideológicos, sabemos la magnitud y el impacto que tiene en la "vanguardia oficial", este portal comunicacional y político.
Quien gobierna sabe de antemano a qué está expuesto cuando toma decisiones, en cualquier área de la república. Deben tener el pulso frío, la mente abierta, la fortaleza de una nación ancestral, el pellejo de caimán y la convicción de que nunca se sentará con el enemigo para negociar principios. La disidencia no significa estar equivocado como tampoco acertar a corto plazo, traduce éxito a lo largo plazo. El poder es una bomba de tiempo que pone a prueba a quienes lo detentan. Solo sobreviven los y las que trascienden sus miserias humanas y forman parte de los que luchan por un mundo mejor, una patria libre y un Hombre Nuevo.
Aporrear este portal es dañar una de las conquistas, políticas y universales, trascendentales de la Humanidad. La libertad de expresión no es un juego de palabras inventado por la Derecha para justificar, a través de la comunicación multimediática, la sociedad capitalista, corrupta y proimperial.
Cuando la noche está despejada vemos con mayor claridad el océano de estrellas. Cada una ocupa un lugar y emana su propia luz. Igual sucede con la realidad al leer, oír y ver distintas opiniones sobre un mismo hecho. El triunfo o la decepción de una revolución no depende de la cantidad de críticas o aduladores tenga en derredor. Son los hechos puntuales, el discurso claro y sólido, la conducta moral de la dirigencia, los principios indeclinables y la actitud revolucionaria humilde y franca, quienes testificarán si serán condenados o absueltos por la Historia.
Parodiando a Don Quijote puede decirse que "cuando los perros ladran…", es señal que alguien está cabalgando. Importa no solo el jinete que monta el caballo sino el destino que enarbola ese jinete. Es duro ser Gobierno y vanguardia política e ideológica de un proceso marcado por contradicciones insuperables, con un líder indiscutible pero fallecido, un pueblo acostumbrado a pedir y no a producir. Un sector privado parasitario y vendepatria. Una herencia cultural hermosa pero pisoteada por los medios de comunicación privados y públicos. Una izquierda entrampada y perdida en la quimera.
Es, por demás inadmisible, negar la crítica desde adentro y desde cualquier parte donde hay honestidad política y solidaridad oculta. Un clavo no se hace fuerte en la pared a punta de consejos. Son los golpes del martillo, una y otra vez, quienes garantizan la profundidad que debe tener el clavo para sostener un peso mil veces superior al suyo.
Aporrea.org es nuestro Rocinante en tanto en cuanto sobre su lomo cabalgamos algunos hombres y mujeres confesos con la militancia noble, seria y solidaria. Por esta vía se transmite el planteamiento sencillo y el disparatado. Escribe el político "de carrera" y el dirigente rojito camaleón de vocación, el burócrata de alcurnia, el líder o lideresa comunal, el viejo guerrillero de los sueños imposibles y la dignidad irreductible, el docente jubilado pero cada vez más educador. El sociólogo del análisis puntual…y pare usted de contar.
Es absurdo cercenar las voces de la Venezuela pensante y dispuesta a llegar hasta el final, así se sacrifique la vida en defensa y construyendo, la revolución que merecemos.
