"Es toda una experiencia vivir con miedo, eso es lo que significa ser esclavo"
RUTGER HAUER
"Carajo, camarita… los acontecimientos de las últimas semanas, que demuestran el disgusto de los pueblos maltratados, humillados y desatendidos, además de víctimas de brutal represión ante sus legítimas protestas, nos han mostrado nuevamente los rostros de la palangre institucionalizada. Cualquiera pudiera decir que es falta de ética no sólo profesional, sino personal, de aquellos en los que muchos veían el deber de informar sobre el quehacer diario nacional e internacional. Es más, decir que uno era periodista causaba respeto y admiración. Pero los de la Sociedad Inmunda de Peleles se encargaron de convertir la profesión en un Colegio de Palangristas. Y que no me vengan a decir que los estoy difamando, cuando el ruido de sus estómagos y la grave necesidad de mantener a los suyos les lleva a dejarse comprar la conciencia por unos dueños de medio que son los que tienen el gran negocio y se llevan la mejor tajada. ¿O son los de la SIP libres y democráticos pensadores, defensores de los derechos humanos de las clases desposeídas en esta desequilibrada sociedad, en vez de un grupo de comerciantes vividores que especulan con la tarea «impuesta» a unos cuantos, para adular, proteger y chantajear a cuanto pendejo encuentren que pague por ello? ¿Qué sabríamos de Haití si no existiera Telesur? Bue… «es que es un pobre país con una sarta’e negros malolientes, pata en el suelo, mugrosos, sin petróleo, gas, torio, aluminio, ni otros recursos naturales valiosos». No ven al pueblo, sino que no tiene tesoros que robar. ¿Le hablo, camarita, de los muertos, heridos, desaparecidos y de la violencia y de la represión desatada por semanas, sin que se escuche la voz de los organismos internacionales, como el Ministerio de las Colonias, la Unión Europea, el Cartel de Lima, Human Right Watch, etc.? Hemos visto la brutalidad, también por Telesur, con la que los gobiernos de Chile, Ecuador, Brasil y Colombia reprimen las protestas de pueblos enardecidos por la opresión y vejámenes. Ah… es que violentan los derechos de los demás y son «actos de terrorismo», además «no son Venezuela», porque en Venezuela «sí se violan los derechos humanos y las protestas sí son pacíficas». El millón de chilenos que se movilizó en Santiago «eran violentos». Si así hubiera sido, Piñechet estuviera hoy en día en la cárcel, junto a la mayoría de esbirros llamados «carabineros» que disparan balines y perdigones a la cara de los quienes osen protestar y hasta a los corresponsales (de guerra, según Piñechet) de los pocos medios presentes. Palangristas han tratado de lavarle la cara a los causantes de las desgracias en sus países como Macri, Bolsonaro, Piñechet, Moreno, Vizcarra, y hasta al propio Porky, así como de su responsabilidad en muertes, desapariciones forzosas, persecución y encarcelamiento de la disidencia. Exacerban las protestas en Nicaragua y Venezuela, pero minimizan o silencian las de Brasil, Colombia, Chile, Perú, Ecuador, Panamá, Haití, etc. Como ya le dije antes, de que vuelan, vuelan".
En el mundo existen muchos periodistas con diferentes ideologías. Eso se respeta porque es su derecho. Otros le deben lealtad al medio en el que trabajan, eso también se respeta. Pero una cosa es disentir en ideas políticas o ser leales a sus patronos y otra es falsear la verdad por intereses económicos. Ya bien decía Ryszard Kapuscinski que desde que los dueños de los medios se dieron cuenta del valor de las noticias, la verdad dejó de importarles. Nadie me ha podido explicar cómo la periodista venezolana Idania Chirinos, por estar trabajando en un canal colombiano, trató de lavarle la cara a un delincuente reconocido como miembro de la banda "Los Rastrojos" para favorecer el cuento del pelanalgas autoproclamado, en una entrevista en la que de forma inequívoca quiere sembrar dudas sobre el expediente delictual del personaje. Ah, es que las personas descuartizadas en las casas de pique ni las asesinadas de otro modo, pueden salir a atestiguar quienes fueron sus verdugos. ¡O sea!
Los EEUU y su Ministerio de las Colonias (entiéndase OEA) apuestan a desestabilizar todo el continente americano porque se han dado cuenta de la resistencia popular a sus deseos esclavizantes. Para eso utilizan todos los medios a su alcance y entre ellos están las noticias falsas, la propaganda negra y el palangre. En todo aquel país, cuyo gobierno no sea sumiso a sus deseos, siembran el virus de la desestabilización para cambiarlo y poner uno a su gusto. Por eso vemos a los Hernández y sus amigos de la droga; a los Bukele, que no sabe cómo agradar al amo; a los Bolsonaro, que agrede a su pueblo por fascista; a los Piñechet y los Moreno, traicioneros y mentirosos; a los Porky, temerosos de sanciones que le quiten la teta del financiamiento; los Martnelli, los Peña y los Kuscynski que salieron como ladrones. En fin, esos y otros más que le lamen la bota al amo imperial por un puñado de dólares y para ello utilizan los guiones impuestos, bajo el lema "cualquier medio es válido".
Las Carla Angola, los Bocagrandes, las Pacheco, las Poleo, las Baily, los Ravell, los Otero, por sólo nombrar algunos, no son los que deben preocuparnos. Ellos son simplemente los palagristas que cumplen órdenes. Tenemos que empezar a conocer a quienes dan las órdenes en Venezuela, Colombia, EEUU, Argentina, Chile, Ecuador, Perú, Paraguay, Brasil y prácticamente todo Centro América, para enfrentarlos como debe ser y desmontar las matrices que sustentan sus guiones. Allí encontraremos los protagonistas de los montajes de noticias falsas y campañas mediáticas sucias, unos por falta de ética y otros "y que" por necesidad; al final el resultado es el mismo. Ya la mayoría de los "comunicadores sociales" (antes "periodistas") no investiga porque no les hace falta para inventar sus historias. Yo soy subjetivo porque lo mío es opinión, pero lo de ellos, que debe ser información, no goza de objetividad. Recuerdo a Galeano cuando dijo (sic): "nos mean y dicen que llueve", a lo que yo le agregaría: "y esperan que les creamos".
Algo triste es que con esta práctica existen quienes viven en la opulencia, financiada por quienes los contratan pero que no quieren ser cabezas visibles, y que con su ambición llevan a pueblos enteros a vivir los sinsabores y las desgracias de la violencia. Aquí y en Nicaragua las "guarimbas", con sus "morteros, bombas molotov, guayas asesinas, armas de fuego, sus puputovs" y todo, eran "protestas pacíficas". En Brasil, Chile y Ecuador, sin nada de eso sino sólo con banderas, son "actos terroristas"; aquí los saqueos y la destrucción de instituciones públicas, eran actos de "desobediencia civil", allá vandalismo y terrorismo. Ah, pero además para estos cipayos el bloqueo, guerra de todo tipo, ataques mediáticos son mentiras, no existen, son inventos de la dictadura para distraer al pueblo. Ah… y es que las sanciones "sólo afectan a Maduro y sus allegados", a nosotros los ciudadanos comunes y corrientes no. ¡Yo te aviso!
No sólo en los medios impresos y en los audiovisuales abundan los palangristas mediocres. Hoy en día los profesionales de las redes, y que sociales, son pagados de acuerdo al número de seguidores y al alcance de sus mensajes. Siguen siendo la basura de siempre, mentirosos asalariados, pero hacen su trabajo, y por eso cuesta poder desmontar a tiempo muchas de las matrices que logran posicionar. Eso sólo se alcanza con una formación apropiada y una fuerte convicción ideológica. Conocer los principios gobelianos de la manipulación mediática, haber leído a Chomsky al respecto o a otro autor sobre el tema, es de gran ayuda. Pero es mi deber recordarles que una mentira repetida mil veces no se convierte en verdad, sigue siendo una mentira, sin importar lo que los "genios" de la propaganda digan. Al final, hagan lo que hagan y digan lo que digan, la verdad sale a flote.