Carta de Carlos Marx a Hugo Chávez

Han pasado más de cuatro años, de la lección que recibió la oligarquía venezolana, y los lacayos del imperio norteamericano del pueblo venezolano, 13 de abril 2002, he estado pendiente de la situación venezolana a través de mi librero, por allí me hizo llegar la cagada del señor Marcel, disculpa el melodrama de la obra del señor Marcel " yo soy el rey", la he leído por encima, en dos días, a fin de comunicarle a usted, sin pérdida de tiempo, mi opinión. Por haberla leído con detenimiento, puedo entrar en detalles, y me limitó a hablarle de la impresión general que me ha producido este gusano, y que me perdone los indefensos gusanos por tal comparación.

Le confieso francamente que esa obra del señor Marcel, me ha parecido, en general, malo, muy malo, este señor esta desnudo, por su ignorancia y superficialidad. Este fulano ironiza en su obra, alardea del veneno que ha tratado de inyectar al pueblo venezolano, pero que no ha penetrado, por la coraza que ellos mismo le han creado al pueblo, a través de sus mentiras utilizando a R.C.T.V, como instrumento manipulador. Yo estoy muy lejos de la filosofía de los señores Botón y Marcel, los errores de estos mal llamados señores, están a la orden del día, no la piensan para poner la cagada, ya que nos ofrecen una filosofía ridícula, porque no han comprendido la situación social de los actuales días que se vive en Venezuela, y el engranaje que usted y su pueblo implantan en su país, voy a usar una frase, muy coloquial, que la usan muchos venezolanos, los señores Botón y Marcel, como otras muchas cosas, se fumaron una lumpia.

¿Por qué el señor Marcel habla de socialismo, y ahora canta el himno nacional? La respuesta es sencilla, ya que la razón nunca se equivoca. ¿Por qué el señor Marcel recurre a una mentira para fingir? El mismo señor Marcel nos da la clave del enigma. El show mediático montado por Marcel da asco. El siempre ha hecho esto porque estima, que los hombres, tomados como individuo, no sabían lo que hacían, que se imaginaban de modo erróneo su propio movimiento, es decir, que su desarrollo social parece, a primera vista, una cosa distinta, separada, independiente de su desarrollo individual. El señor Marcel no puede explicar estos hechos, y no hay nada más fácil que intentar causas místicas, es decir frases, cuando se carece de sentido común. Pero cuando el señor Marcel reconoce en público que no comprende en absoluto el desarrollo en que se encuentra inmersa Venezuela en este proceso revolucionario, no hay palabras. Te voy decir algo, sin que me qué nada por dentro, el socialismo que se está dando en Venezuela, es muy venezonalísimo, o mejor dicho muy de ustedes. Y para completar esta idea, permítame decirte que estas enseñando al mundo, como hacer revolución, y otra cosa, pusiste en el tapete la palabra socialismo, que se encontraba inmersa en un Mar de ignorancia. ! Ah¡, y referente a los comentarios que han surgido, de que en Venezuela se quiere implantar el comunismo, el autoritarismo, no le pares bola a esa vaina, ya sabes que para palabras necias oídos sordos.

Voy a señalar algo muy importante que tú sabes, pero que muchos no saben, a un determinado nivel de desarrollo de las facultades productivas de los hombres, corresponden una determinada forma de comercio y de consumo, voy a utilizar la palabra comercio, que no me gusta, me sabe a raro, pero la voy a utilizar. A determinadas fases de desarrollo de la producción, del comercio, de consumo, corresponden determinadas formas de constitución social, una determinada organización de la familia, de los estamentos o de las clases; en una palabra, una determinada constitución civil. A una determinada sociedad civil, corresponde un estado político, que no es más que la expresión oficial de la sociedad civil. Esto es lo que estos señores Botón y Marcel, jamás llegaran a comprender, pues ellos creen que el capitalismo, es el único y absoluto instrumento para el desarrollo de cualquier pueblo.

El simple hecho de que cada generación posterior se encuentre con fuerzas productivas adquiridas por la generación precedente, que le sirven de materia prima para la nueva producción, crea en la historia de los hombres una conexión, crea una historia en la humanidad, que es tanto más la historia de la humanidad por cuanto las fuerzas productivas de los hombres, y, por consiguiente, sus relaciones sociales han adquirido mayor desarrollo. El señor Marcel confunde las ideas y las cosas. Los hombres no renuncian nunca a lo que han conquistado. Para no perder los frutos de los cambios, los hombres se ven constreñidos, desde el momento en que el tipo de su comercio no corresponde, ya a las fuerzas de producción adquiridas, a modificar todas sus formas sociales tradicionales. Al adquirir nuevas facultades productivas, los hombres cambian su modo de producción, y con el modo de producción cambian todas las relaciones económicas, que no eran más que las relaciones necesarias de producción. Esto es lo que el señor Marcel no ha sabido comprender y, menos aún, refutar. El señor Marcel nos ofrece una fantasmagoría con pretensiones de dialéctica. No siente la necesidad de aceptar la realidad, sino afectar la realidad, porque sus actos discurren en los medios nebulosos de la imaginación y se eleva, muy alto, por encima del tiempo y el espacio.

Así pues el señor Marcel, en su explicación que es de una ingenuidad sublime. Cuando dice que tu has inventado esos cinco motores, y las muchas cosas que has hecho, porque eres autoritario, porque eres Castro- comunista, este es todo su argumento; y como el desarrollo actual en Venezuela y la ficción de este señor se contradicen a cada paso, es por eso que te felicito, por el éxito que has obtenido en la aplicación de tu política, en bienestar de tu pueblo.

Hace ya mucho que hubiera recibido usted la respuesta a ése melodrama de este señor Marcel, Lacayo del imperio norteamericano, pero nunca es tarde; otra cosa, te vi en tu ¡alo presidente¡ por Tele Sur, en donde me encuentro la señal llega nítida, y me pareció estupendo el punto que tocaste de los gobernadores y alcaldes, para que la revolución venezolana, rinda los frutos esperados por su pueblo, tienes que tomar medidas drásticas, en contra de algunos gobernadores y alcaldes, ya que no puedes jugar al fracaso, haciéndote la vista gorda ante la ineptitud de estos señores, que a imagen y semejanza de los otrora gobernantes de la lV republica, dilapidan los dineros que le pertenecen a todos los venezolanos. Lo mejor para el país, para todos, y para el mundo es que se cumplan las leyes. Saludo socialista camarada.


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José Antonio Velásquez Montaño


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