Como de costumbre, Marcel y sus secuaces manipulan, saltan y chillan, como es normal entre los de su clase, acuden a la agenda del miedo, a la administración del odio, a la manipulación de los sentimientos, a la vía de la desinformación continua de la verdad concreta, al ocultamiento de su estirpe de derecha recalcitrante, golpista, fascista y lacaya del imperio, para imponer en la escuálida derecha neoliberal disociada el chantaje, los negocios bajo la mesa, el secuestro de la libertad de expresión, la supremacía hegemónica del capitalismo y su ponderación eterna de los anti valores racistas, xenófobo, disociado y de clase.
En ese sentido, aunque los ideólogos mediáticos criollos no son mas que lacayos repetidores de un guión impuesto desde la casa blanca, no es menos cierto que su detestable condición de arrastrados genuflexos, les impone las tesis del capitalismo radical y salvaje del libre mercado, con lo cual manipulan ha todos aquellos que por ignorancia se niegan a vindicar y cultivar el pensamiento socialista, liberador y revolucionario que hoy emerge por todo el continente sur de la encarnecida América, Argentina, Ecuador, Bolivia, Chile, Brasil, Nicaragua, Uruguay, Cuba y Venezuela.
En consecuencia, para estos comerciantes del averno, la pobreza es una constante económica imprescindible, la cual sirve para inspirar el éxito material con el que se estimula las bondades de la competencia y la individualidad. Sólo así, tiene sentido la trama de las novelas que televisan, las películas que promocionan, los noticieros, programas de opinión y los comerciales que producen, un verdadero proceso de ideologización que cimienta las bases de "verdades" que se imponen como estigmas en la conciencia de aquellos aletargados que sueñan desde sus miserias, con los premios del kino, los caballos, la lotería, casarse con algún rico o rica, y pare usted de contar.
Un modelo, un guión escrito y dirigido a los mas desinformados, a quienes por la fuerza de la costumbre se hacen adictos a la estupidez ilustrada, consumidores de marcas, devoradores de cuanto fetiche promocionen y vendan por su medio. Pero lo peor, es que al unísono se modela también una manera de ser, un modo social de cultura que en ningún caso admite la libertad de contradecirle, pues la fuerza que impone su presencia, solo es derrotada cuando las mayorías toman el control y se libera de las cadenas del consumo, de allí que no admitan otro mensaje que la negación de las mayorías siempre empobrecidas por los efectos de una sociedad divida en clases sociales y dominada por el hegemónico socio cultural enlatado donde se oculta su malvada estirpe.
Por ello, ahora que el Estado Bolivariano retoma el canal 2 para devolverlo al pueblo, mucho se ha discutido sobre la libertad de expresión, pero alguien se ha preguntado ¿Que tan libre son los medios privados? ¿Quién pone el mensaje? ¿A quien consultan para hacer su programación? ¿Dónde estaban cuando los líderes de la detestable democracia representativa cerraron, censuraron, persiguieron y mataron a todo aquel que osara pronunciar palabra para denunciarles?. La respuesta es obvia, los dueños de los medios disfrutaban del festín, y si algún periodista, locutor y/o columnista manifestaba una opinión distinta, simplemente era echado cual coroto viejo.
Pero cuidado, que el lobo fascista se disfraza de mansa oveja, se oculta tras el inocente discurso del arrepentimiento, viene dócil, disminuido, pero armado hasta los dientes, así opera el lacayo, falsificando la dignidad, encubierto tras las lágrimas de utilería, vilipendiando valores cristianos y humanistas que nunca practican, repartiendo las sobras de su fiesta eterna, con el fin de imponer el poder que les da ser serviles del pensamiento único del capitalismo como modo de vida.
(*) Dr. Profesor Investigador de Políticas Públicas y Desarrollo Económico
Decanato de Postgrado UNERG
Analista Internacional
angeltortolero@gmail.com
