¿Qué pasa ÚN?

La objetividad, la verdad, la realidad, la noticia veraz, es algo que los lectores de un periódico esperan con admiración. En Venezuela se ha hablando mucho al respecto. Ciertos medio de comunicación impresos, fueron en el pasado parte de lo que escribo en la primera línea, ¿o fue que uno lo vio así? Por ejemplo tuve la suerte de escribir alguna nota en El Nacional y eso me hizo muy feliz para la época, porque antes de que llegara Hugo Chávez al mando de la nave patria, el diario de Puerto Escondido era algo especial en el mundo del periodismo neutral, ¿o fue que en mi emoción lo veía así?

Con la llegada del barinés, se descubrió que yo estaba equivocado, El Nacional se quitó la barba, perdón la máscara, y comenzó una infeliz y vulgar conspiración contra el gobierno electo democráticamente por la mayoría, ¿Qué culpo tuvo Chávez de haber entrado en el corazón del pueblo oprimido? Casi todos los medios impresos de Caracas y parte de la provincia, también regurgitaron odio. Muchos periodistas olvidaron la ética y por conservar el plato de lentejas, se convirtieron en “patronales”, escribiendo las mentiras exigidas por la pauta mental de sus editores. Hoy lo siguen haciendo, porque “tanto va el cántaro al agua que al fin se rompe”, es decir, muchos comunicadores de noticias, se creen parte del tinglado de la maroma y el trapecio anti democrático de sus jefes, y que lamentablemente no pueden regresar al comienzo de sus sueños, de cuando creyeron que la profesión les daría la neutralidad y la razón. ¿Qué es cipayismo?

Se mueven en el mundo de la información algunos órganos de noticias, que irrespetuosamente producen veneno mental, el cual les inyectan al pueblo todos los días y noches, buscando atraparles el cerebro y conminarlos al servilismo, a la traición, a la venta de la patria, a ser sumisos de valores foráneos, a imitar pueblos y costumbres, ropas y modas, tonterías y estupideces, como esa de parecerse .mediante el uso de vestimenta de marca, a peloteros, basquebolistas, estrellas del cine y el canto. Hace tiempo fui a New York. No vi. en el metro de esa ciudad, a ningún gringo con una franela que dijera Venezuela, Barinas, Valencia, Barloventos, Cumaná. Empero, vea usted a los muchachos que viajan en el Metro de Caracas. Todos con franelas y gorras, ropas, guindajos y lentes, con nombre en inglés, .Eso lo hace la publicidad transnacional, de la cual los oligarcas son dueños

Los medios impresos de Caracas, como en toda Latinoamérica, están en manos de la oligarquía, porque ese fue su primer gran golpe contra los pobres: hacerse de ellos, para doblegar y marear, atropellar, vender amarillismo, dominar y sumir. Recuerdan aquella propagada de, “pido Lido, Lido, Lido, Lido”, ¿cuál creatividad había en ella, que no fuera llenarle la mente a los fumadores con esas cuatro letras? La idea de tales medios es causar miedo, pánico, sobre todo con eso de que LOS COMUNISTAS son tiranos, ¡claro! eso es algo “made in usa para los patios traseros lame suela. Hoy los acéfalos, los pusilánimes del Este, siguen con la “noble tarea” sobre la débil mente de algunos cobardes, que aún habitando los barrios populares, se van a hacerle coro a los endiablados vende patria, poniéndose contra su clase y su gente.

La prensa caraqueña en su mayoría, demostró que nunca fue imparcial; que buscó por siempre, mantener sus intereses políticos en el tapete. Empero, por cuestión de que “Todo tiene su regla” creímos en la imparcialidad de un tabloide llamado Últimas Noticias, hasta mediado de 2007, cuando en los titulares que exhibía, se veía claramente cierta perversidad noticiosa. Supimos igualmente, que aquello de que en democracia cada quien tiene su concepto para emitir sus ideas, también es mentira. Cuando la mayoría gobierna, la minoría espera y hace oposición de una forma clara, desenmascarando, participando, viendo lo malo y mostrando que se puede hacer al respecto. Leímos ÚN y vimos lo de siempre: “Muerto un joven en tiroteo. Los familiares alegan que el mismo era un muchacho sano que laboraba haciendo mandado en el barrio y que la culpa la tiene este gobierno que lo que hace es ayudar a otros pueblos”…Los hospitales se mueren en la desidia”, en Mercal agarraron a 365 corruptos” “Sube la criminalidad”, “los diputados del gobierno no hacen nada “Pelea a muerte en el PSUV”. Pero esas noticias no son verdaderas: ocurre todo lo contrario. Las riñas entre bandas en los barrios es el producto del olvido de la IV-R. Ninguno de los jóvenes asesinados tiene 9 años de edad, que es lo que va a cumplir la Revolución. ¿Entonces en Mercal no hay trabajadores decentes? ¿ lo que hay es puro corruptos? ¿No bajó el índice delictivo en un 60%? ¿No se les está inyectando insumos y dinero a los hospitales? ¿Quién está peleando en el PSUV? ¿Tascón? ¿Quién más? ¿No ha bajado la pobreza en un 40%? ¿No es PDVSA el máximo protector de las misiones, cuando en la IV-R sólo servía de caja de caudales a la meritocracia?

Total que en mi familia de revolucionarios, que es numerosa, ya nadie quiere seguir leyendo ÚN, ¡qué broma, caray! Y no es que debe callar la verdad; no, lo que se anhela es que ese tipo de información no lleve un trasfondo politiquero que no cabe duda, es muy evidente.

aenpelota@gmail.com


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Ángel V. Rivas

Limpiabota, ayudante de pintura, articulista, Productor Nacional Independiente, editor de El Irreverente. Animador del programa Gigantes del Romance, autor del libro Pacto Satánico y poeta en estado de frustración.

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