La Organización defensora de los derechos humanos “Reprieve”, de la Gran Bretaña, denunció recientemente que Estados Unidos también ha recurrido en su política de represión ilimitada, con la excusa de luchar contra el “terrorismo” que amenaza la paz del mundo y en particular su propia seguridad, al sistema de cárceles flotantes y asegura que desde el 2001, al menos, ha utilizado 17 barcos para dichos propósitos, entre los cuales menciona los buques USS Bataan, USS Peleliu y el USS Ashland, donde los prisioneros sospechosos de terrorismo, detenidos en cualquier parte del mundo, son presionados para que confiesen hasta lo que nada saben bajo las más terribles torturas, antes de ser enviados a los centros carcelarios de tierra que tiene el imperio yanqui en la Base de Guantánamo y en países de la Europa del Este, entre los cuales menciona a Polonia, Rumania y Ukrania, así como algunos otros del Asia y Africa, como Tailandia, Marruecos, Egipto, Kenia, Somalia y Etiopía.
Señala el director de dicha organización Reprieve, Stafford Smith, que los norteamericanos “escogen barcos para mantener (a esos presos) lo más lejos posible de la mirada inquisitiva de los medios de comunicación y los abogados”. Asegura, además, que el “Gobierno (de Bush) admite que tiene actualmente detenidas sin cargos en prisiones secretas al menos a 26.000 personas, y las informaciones reunidas indican que desde el 2001 un total de 80.000 pueden haber pasado por ese sistema.”
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