Como una especie de regalo anticipado por el día del padre los moderadores del programa Buenas Noches del canal Globovisión, Francisco "Kico" Bautista y Carla Angola, decidieron presentar a la audiencia un presunto hijo bastardo o ilegítimo del Presidente de la República, Hugo Chávez Frías.
El programa en cuestión debería constituir un ejemplo a utilizar en las escuelas de periodismo sobre los criterios que prevalecieron para enrostrarle al presidente la irresponsabilidad o canallada de tener un hijo que se niega a reconocer.
Los periodistas Kico y Carla no aportaron un solo testimonio documental, fotografías, declaraciones de testigos, probables fechas o movimientos certificados del presunto padre en la época de la supuesta concepción que tuvo como resultado el hijo de marras.
Lo que hicieron fue poner ante el micrófono a un señor de piel canela y pelo ensortijado que dijo ser el primogénito presidencial sin más respaldo que su palabra y un remoto parecido con Hugo Chávez Frías, lo cual no resulta difícil en un país donde buena parte de la gente tiene los mismos rasgos fisonómicos.
Ignoro si Kico Bautista y Carla Angola pretendieron presentar dicho espectáculo como un evento periodístico, producto de una investigación realizada con el debido profesionalismo o solo intentaban lucir los extremos de bajeza e infamia a los que pueden llegar para injuriar al Jefe del Estado.
Como periodista sentí asco de ejercer una profesión donde argucias de esta calaña se emplean impunemente. Más rabia aún experimenté como padre y como venezolano, ya que intentaron socavar la integridad moral de mi presidente valiéndose de una auténtica hideputez.
Sin embargo Hugo Chávez, con la franqueza que emplea para revelar asuntos familiares, negó la vileza tras ver la grabación del programa en compañía de sus hijas. Ni él ni algún funcionario del gobierno actuaron contra los difamadores, cosa que lamento.
Por mi parte considero que lo ocurrido debería recibir alguna sanción. Se trata de un periodismo de albañal puesto en vigencia para la propalación de ultrajes por el niño-rata y su pareja quien resultó ser tan falaz y roedora como él.
augusther@cantv.net