Muchos fuimos testigos del goce y placer que sentida el “mata cura” cuando se anunciaba el posible desbordamiento del río Guaire y de la amenaza que se cernía sobre Caracas por las lluvias en los días previos al proceso electoral del 23-N. Esta liga y goce por la probabilidad de una tragedia o evento negativo para Venezuela, no es una novedad en este mundo de la oposición, siempre ha estado ahí y ello anuncia y define, además de las variables básicas de su proyecto de país (País hundido) lo que le importa de Venezuela.
No es el suelo y lo que está sobre esa superficie lo que le importa; su interés está en el subsuelo y si para ello tienen que ligar y esperar que pase una desgracia eso no lo perturba y lo mantiene muy emocionado. Si los precios del petróleo llegan a cinco dólares gozarían esa eventualidad porque con ello atienden dos intereses: petróleo barato para los EEUU y quedaría petróleo solamente para las cinco familias poderosas de Caracas. El resto de los venezolanos (incluyendo la sabía clase media que se siente y cree muy rica) poco le importa.
El país hundido y sin recursos económicos significaría la salida de Chávez y con ese evento, queda abierta la posibilidad de volver con la apertura petrolera para regocijarse con la Venezuela en la que el 5% de los venezolanos se quedaban con el 90% de la riqueza nacional.
Ibsen Martínez con palabras más o menos distintas dibuja una imagen de Venezuela exactamente como lo han venido pintando e imaginando la oposición. En un artículo publicado el 25/11/2008 en El País de España ( www.elpais.com/articulo/internacional/varapalo/elpepiint/ 20081125e/pepiint_2/tes), deja filtrar un pensamiento racista, excluyente y sobre todo, una idea que no la exponen, pero resume fundamentalmente la concepción que tienen sobre de la descentralización, pero que nunca son capaces de exponer claramente.
En ese articulo que titula Varapalo, además de gozarse el “por qué no te calla” de su monarca, revisa y analiza los resultados del proceso electoral del 23-N y precisa que la victoria lograda por la oposición en los municipio del Centro del país y especialmente Petare, es una razón suficiente para entender el triunfo y avance de los demócratas, frente a las hordas (no lo dice así pero tampoco tiene que decirlo claramente) chavistas que no merecen vivir en un país que no es de ello.
No lo expone de esta manera, pero esa es la idea. En una oportunidad leí en un uno de sus artículos una frase que decía más o menos esto: Debajo de lo que se dice está lo que se piensa y ahora se está contradiciendo descaradamente, porque no está tapando ni disimulando su pensamiento racista y excluyente, simplemente lo esta planteando muy abiertamente, al culminar ese artículo con la siguiente frase: “Caracas es Caracas y lo demás es monte y culebra”.
La oposición ganó en Petare y demás zonas del este de Caracas y eso es suficiente, porque esa es Venezuela. ¿Se entiende el sentido que para ellos tienen el término igualdad? ¿Se entiende su oposición a la constitución bolivariana? ¿Se entiende las razones de su odio a las comunidades indígenas? ¿Se entiende las razones por las cuales se oponen a una descentralización que llegue más allá de los gobernadores?. La gente y los votos están en el centro de Caracas y más justamente hacia el este; los demás venezolanos somos animales: culebras.
El gusano Masó en un trabajo que publicó hace aproximadamente más de dos semanas en Anexo 1, gozo la supuesta exclusión de Venezuela del grupo de los 20 (G-20). En su cerebrito de gusanito, Venezuela es miembro de ese grupo y quedó como la guayabera por su falta de liquidez. Se goza su mentira, porque en la mente de este gusano, todo lo que sea mal para Venezuela, es bueno para ellos. Hay que decirle a este gusano que Venezuela no es miembro de ese grupo y no tuvo ni tiene que jugar el triste papel jugado por su madre patria: España
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