“Ustedes la vieron”. Amenazante, desafiante, agresiva, fuera de sí. Tratando de impedir que otros periodistas cumplieran con su trabajo. Por esa actitud es posible que la hayan pautado que impidiera preguntas incómodas para el escritor de la ultraderecha Mario Vargas Llosa, amigo de los desestabilizadores venezolanos, es decir, fascista como sus mentores venezolanos.
La “periodista” de Globovisión ya tenía el guión prefabricado, lo importante era ponerlo en práctica cuando intentaran entrevistar a quien viene invitado al aniversario de Cedice a atacar al gobierno, a hablar de la supuesta falta de libertad de expresión y de la “tiranía de Chávez”.
Grande le queda en boca de un fascista, como el escritor peruano, mencionar el nombre de Bolívar, Padre Libertador. Grande le queda pisar tierra de revolución a quien es un enemigo enconado de la libertad y el bienestar los pueblos oprimidos y saqueados por el imperialismo, claro, con la complicidad de las oligarquías locales y otros apátridas.
Para mencionar uno solo de los antecedentes de este “insigne fascista”, es responsable de ocultar la masacre de periodistas, campesinos e indígenas en la selva peruana. En mala hora fue nombrado presidente de una Comisión de la Verdad que investigó este hecho, pero al florecer la verdad la escondió, manipuló, pero al tiempo se conocieron los hechos, y este derechista sólo atinó a decir: escondí los hechos para salvar la democracia peruana. Es decir, que más le importaba su “democracia representativa, su democracia burguesa, que la vida humana.
Este es el personaje que defiende Globiovisión y la apátrida oposición. Se les vio la costura.
Una “periodista” amenazante, desafiante, agresiva no debe ejercer una profesión que busca la verdad. El Código de Ética del Periodista Venezolano está a la orden.
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