Me cuento entre los que consideran que el cierre de Globoterror no es conveniente. Su condición de cloaca mediática, permite que toda la basura (Léase caca) que hay en ese mundo de la oposición, tenga el derecho de circular por un canal adecuado a su condición de “caca”. El cierre de Globoterror coloca a toda la sociedad venezolana frente a una amenaza o un riesgo de cierta magnitud, porque no es muy higiénico tener toda esa “caca” circulando por las calles de Caracas.
El funcionamiento de Globoterror garantiza la existencia de un “cerco sanitario”. Estando en funcionamiento no se corre el riesgo de encontrarse con un poquito de “caca” en cualquier calle y se garantiza además, que los contaminados continúen hediondos a pupu, pero en sus respectivos mundos.
Se han tenido varias oportunidades para bajarle el Suiche a Globovisión, pero el gobierno acertadamente ha considerado que la cloaca debe permanecer en actividad. No se justifica ese cierre y de procederse con esa medida, el pobrecito de Zuloaga convertirá esa situación en un extraordinario negocio y siempre tendría su cloaca abierta. Hay demasiados bobos ociosos en la clase media y dispuestos a realizar otro globopotazo para que Zuloaga invente un pago y haga efectivo el cambio a un sistema de TV por cable. Pensaba y aún tengo esa idea, que el posible cierre dejaría a esa “caca” deambulando por las calles y los usuarios del canal no tendrán acceso a la dosis de pupu que necesitan cada día para mantener la cara de mojón que siempre tienen. ¿Se imaginan cómo sería un día sin globovisión para el “pul” de opinadores y expertos que permanentemente están reciclando y que les permite distribuir entres sus usuarios la respectiva dosis de pupu?
Las amenazas de cierre son parte del gran negocio de Globoterror y un buen recurso para mantener activos a sus zombies. Así como creo que será siempre un error clausurar esa cloaca, creo también, que si el gobierno esperaba por una oportunidad para proceder a un cierre con una justificación universal, ahora es el momento de oro. El cierre de Globoterror no tendrá la misma repercusión que el de RCTV, porque este canal tenía audiencia y una cobertura nacional y era natural, que toda esa clase media culta y bobalicona con Pascuali y Marcelino Bisbal al frente, protestaran enérgicamente porque el país perdía una cantera de producir cultura y muy buenos valores.
Pero todos los acontecimientos que se han generado con la “transición forzada” sucedida en Honduras, producto de la acción ejercida por EEUU a través de John Negroponte y Otto Reich, ofrece una oportunidad de oro para proceder inmediatamente a bajarle el suiche a Globoterror. La derecha internacional, ni la SIP ni Vargas Llosa tendrán ahora ninguna razón para levantar un quejido, porque no creo que toda la clase media del mundo se tan miserablemente mierda y hedionda para solicitar la intervención de la OEA. Efectivamente es una oportunidad de oro, que es probable no vuelva a repetirse. Todos han permanecidos mudos y en ese todo se incluye a la OEA, que más o menos cuestionó el golpe, pero no dijo nada respecto al cierre de todos los medios de comunicación de honduras, menos el canal que es supuestamente es propiedad del Carmona hondureño.
Si yo fuera presidente de CONATEL, estaría en este preciso momento preparando un avisito con el siguiente texto: El que salga de último, por favor bájele el “suiche” a Globoterror. La gerencia.
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