Fueron agredidos doce ciudadanos y ciudadanas que marchaban por las adyacencias de la avenida Urdaneta en el centro de caracas cuando repartían unos volantes en contra de unos de los artículos del proyecto de ley orgánica de educación, extraoficialmente se pudo determinar, que estas personas brutalmente agredidas ¡BINGO! eran “PERIODISTAS” y “PRESUMIBLEMENTE” sus agresores pertenecen a Ávila TV.
En este marasmo de confusión y de manipulación mediática uno se pregunta, porque todavía no acabo de entender (ojo rechazamos todo tipo de actos y acciones violentas contra quien sea y mucho más aun contra sus preferencias u opciones políticas de cualquier sector de nuestra sociedad) unas dudas que me quedan es que si, este grupo de respetables personas cuando ejercían su libre derecho de manifestarse, marchar o protestar, estaban identificados como periodistas de la cadena capriles, específicamente de ultimas noticias o lo hacían como todas y todos los venezolanos comunes y corriente mejor dicho de a pie.
Para poder determinar cuando una persona deja de ser periodista, abogado(a), profesor(a), albañil, obrero(a), buhonero(a), mecánico, pulpero, maestro(a), conuquero(a), político etc., o es como cargar una chapa , mira no te metas conmigo porque yo soy periodista, así la persona este metido dentro de la playa o el mar bañándose o pecando, porque si la pasa algo carajo cuidado, te estás metiendo con la libertad de expresión en el caso si la misma es un periodista, dígame si por mala leche es de globo terror, agárrense porque lo que viene es candela.
Lo sorprendente este hecho que profundamente lamentamos y rechazamos, es que inmediatamente se activaron todos los mecanismos facticos ministerio público, y sus fiscales, cicpc y otros en función de castigar a los culpables, obviamente esto fue comida para la jauría mediática opositora que esta sedienta de noticias que vallan en desprestigio del gobierno bolivariano y el presidente Chávez con el fin de seguir abultando el expediente que le están elaborando para acusarlo como violador de los derechos humanos y sobre todo por el tema de la libertad de expresión.
Esto sucesos nos retrotraen al año 2002, cuando fueron brutalmente agredidos física y verbalmente por los fascistas y racistas que se congregaban en la plaza Altamira dos personas y las víctimas eran dos compatriotas nuestros una Elsa Morales (50 años), artista plástica de origen indígena fue golpeada por otras mujeres en la plaza Altamira mientras la insultaron y acusaron de “chavista” por sus rasgos y vestimenta indígena, luego a los pocos meses murió producto de esos lamentables y repudiables hechos y la otra fue Cesar Quintero un activista afrovenezolano que también corrió con las misma suerte por sus rasgos fenotipos afros y por cargar debajo de su camisa una franela roja símbolo del “chavismo”.
Estos dos eventos de muchos que pasan en los sectores que entre paréntesis son territorios de las más rancias oligarquías venezolanas, en ningún momento se les dieron la cobertura judicial y mediática, amén de las investigaciones para establecer las responsabilidades y condenar, arrestar a los culpables, nosotros nunca vimos que se nombraran fiscales especiales por estos casos, con esto no queremos justificar ningún acto de venganza, agresiones o violencia contra todo aquel que piense y opine distinto insisto lo rechazamos y condenamos.
Pero la memoria es muy buena para refrescar de donde vienen y están los violentos, como se manifiestan, como se expresan, como actúan y de qué lado están ubicados.
Porque cuando el pueblo sale a marchar para defender sus conquistas e ideas en las que creen, lo hacen sin etiquetas y mucho menos sin privilegios, tampoco se amparan con chapas para que nadie los toque y mucho menos andan buscando canales de televisión que los proteja ni colegio de palangristas que los defienda, porque tenemos muy claro que solo el pueblo salva al pueblo.
Este lamentable hecho por su encadenamiento mediatico-palangrista pone, en evidencia el duro golpe que le están dando los comunicadores populares, comunitarios y alternativos a las empresas poderosas y privadas de la comunicación, que sientan la pérdida de credibilidad por el trabajo en función de la verdad que realizan estos colectivos con una nueva forma de ejercer la información que tiene como fin único la búsqueda de la verdad sin renunciar a la soberanía informativa y su autonomía critica.
Desde aquí nos solidarizamos con ese periodismo combativo, irreverente de calle que está marcando un nuevo paradigma en la manera de mostrar y desmontar las mentiras informativas con que desinforman al pueblo los enemigos de la patria.
jorgeguerreroveloz@hotmail.com