Habitamos, un mundo cargado de contradicciones, obstrucciones y perturbaciones, donde predominan elementos políticos, económicos, sociales, religiosos, militares y con gran incidencia negativa en la sociedad, las transnacionales de la comunicación, que en lugar de contribuir con los destellos indispensables para que, las ideas formen un caudal de conocimientos, y la que los hechos culturales puedan armonizar y extender manos amigas, para la sana convivencia social, rompiendo velos de aislamientos y sensaciones emotivas, que trastocan la paz y la felicidad humana; estos pulpos comunicacionales han desviado el objetivo primordial de guiar la opinión pública a quien conducen por caminos escabrosos. Encontrando aliados en, condicionales comunicadores sociales, que, al parecer las aulas universitarias, también fueron perturbadas por factores extraños a la filosofía y sociología, del periodismo, cuyos postulados predominantes es, sin duda alguna, ser verdaderos propiciadores y agentes de cambios positivos y ensambladores de la evolución socio-política, cultural de los pueblos.
Cuando la otrora AVP, surgida al mayor abrigo de quienes se iniciaron en el año 41 como pioneros a punta de cincel, en la praxis y el acompañamiento teórico paralelamente a su tarea cotidiana, experimentados autodidáctas que ejercían con visión y pasión el oficio periodístico, estos comunicadores, hechos en la universidad de la vida, fueron ejemplo consustanciados con el pueblo, cumplieron con principios fundamentales del periodismo, el atributo de la libertad de expresión, del libre pensamiento, y, como paradoja en épocas de dictaduras y medias democracias, claro, que también muchos de ellos claudicaron y se pusieron al servicio de gobiernos dictatoriales, pero la AVP, mantuvo sus principios indoblegables de lucha, por la creación de las escuelas de Periodismo, y fueron más allá al no conformarse con su status, por eso fueron a la Universidad, abrieron puertas a futuras generaciones, con la sana intención de elevar conocimientos científicos y lograr que las casas de estudios, formaran comunicadores con responsabilidad indeclinable, para bien de la sociedad, fundamentados en una profesión de respeto ético y orientación coherente al pueblo, a quien realmente se debe el Periodista.
Resulta incomprensible que grupos de periodistas, egresados de las aulas universitarias, tengan la enfermedad de la civilización, la entremezcla de dictadura-democracia representativa, la del afán de confort, la de prejuicios y pruritos profesionales, bebidos extrañamente en las aulas, se auto-estiman al máximo, que caen en el EGO, inexplicable a nosotros, los pocos que quedamos de aquella escuela de la vida y que a punta de esfuerzo, fuimos avanzando libremente sin ataduras pedagógicas mal utilizadas por docentes al servicio de intereses foráneos, y peor, prestos a la ideología de la dominación.
EL TRISTE PAPEL DE QUIENES SE APROVECHAN DEL CNP PARA LAS PUGNAS INTESTINAS DE LA GUERRA POLÍTICA Y MEDIÁTICA: El constante trabajo desplegado por los conductores de la AVP y sus afiliados por la ley de colegiación, hasta concretar sus objetivos en 1972, con la primera ley, el entonces Presidente de la AVP, Eleazar Díaz Rangel, mostró su inconformidad con el articulado de la reciente ley, luego el Presidente de la primera directiva del CNP, Héctor Mujica, en 1976 reinician la lucha para la reforma o reincorporación de aspectos no consagrados en la ley de 1972, y así se lanzan contra los dueños de los medios, que chantajearon a los partidos mayoritarios en el Congreso para que no prosperara la reforma, Las Cámaras de Radio, Televisión, calificaron la reforma como ¨LEY MORDAZA¨, si hay similitud a la oposición mediática de ahora ¿Será pura Coincidencia? La SIP, la Iglesia, el Bloque de Prensa, lanzaron una ofensiva mediática que asustaron a los partidos en el Congreso, estos congelaron la reforma, pues el escándalo que armaron, eran como para tumbar gobiernos. Barreras que debieron vencer los periodistas en 22 años para conseguir la nueva ley, los dirigentes gremiales del CNP, a pesar de las distintas corrientes políticas, fueron unidos con Héctor Mujica, Eleazar Díaz R, Gilberto Alcalá, y los directivos que iban surgiendo en el tiempo y periodistas diputados, como Manuel Isidro Molina, Vladimir Villegas; otros destacados periodistas como Martín Pacheco, Alexis Rosas, y culminan triunfadores en el año 1994, Eduardo Orozco, Omar Rumbos y otros destacados gremialistas, que dejaron plasmadas sus luchas en la LEY que está vigente.
Cincuenta años de constantes batallas por la consolidación del Gremio de Periodistas, están sucumbiendo, no sabemos si la acción del tiempo y el espacio, como solemos afirmar, no son estáticos, puedan estar dando la hora para las transformaciones, posiblemente lógicas, si pensamos que el tiempo a veces es buen aliado y otras, mal compañero. Lo que si afirmamos es que la actual Ley de Ejercicio del Periodismo, no rindió los frutos esperados por los periodistas y la sociedad: el Artículo 5, es violado, al no ser custodio ni defensor del derecho del pueblo a ser y estar informado veraz e integralmente; los numerales del uno al siete, son flagrantemente incumplidos, la Ética, perdida y aporreada por quienes se enaltecen de ser conductores del CNP, la no protección a sus miembros por la seguridad social a través del IPSP, cuántos no sufrimos en carne propia la quiebra de este Instituto; el amparo de los derechos, también se vulnera en muchas ocasiones; la libertad de expresión, el derecho de información y el derecho a la información, se ha convertido en patrimonio de los dueños de los Medios junto con los comunicadores que a ellos sirven, es mentira que el ciudadano común tenga cabida libre o acceso a los medios, ni siquiera la réplica, estos postulados son manipulados gramaticalmente, porque se irrespeta el orden lógico-psicológico de pensamientos u oraciones, a estos manipuladores de la verdad, les hace adueñar del patrimonio colectivo. La contribución y fortalecimiento de la Democracia como deber del CNP, está en ascuas, pues defendieron y defienden la Dictadura de Honduras, promueven conspiraciones, están aliados a los empresarios de la comunicación, para ir mellando las bases de la ¨DEMOCRACIA PARTICIPATIVA Y PROTAGÓNICA¨, que el pueblo en ene veces ha respaldado en las urnas electorales, ellos en sus mensajes y contenidos, ignoran esta realidad. En vez de cooperar con la política comunicacional del Estado Venezolano, colaboran con las políticas comunicacionales de gobiernos foráneos.
El Artículo 9, sobre las rectificaciones oportunas, ni el periodista utiliza este elemento ni la empresa permite que ello ocurra; el 10, los directivos de los medios de comunicación social, no podrán falsear o adulterar los hechos objetivos de las informaciones ni obligar al periodista a que caiga en adulteraciones, tampoco se da fiel cumplimiento a esta norma legal.
El Capítulo III. Deberes y Derechos de los miembros del CNP; artículo 34; son deberes de los miembros: 1) Ajustar su actuación a los principios de la ética profesional, al respeto y la defensa de los derechos humanos, de la paz entre los pueblos, de la libertad de expresión al servicio de la verdad y la pluralidad de las informaciones. Estos factores son de constante perturbación por ciertos periodistas y dueños de medios que aúpan tales irregularidades; los apartes a, b, c y d tipifican las violaciones con las posibles sanciones disciplinarias, que también son letra muerta, pues no hay una estructuración bien organizada, como garante de las normativas internas y externas, en tal sentido, la ley como otras tantas que existen y no son cumplidas, es la vieja costumbre, dejar pasar, olvidar la ley para no cumplir deberes ni exigir derechos.
El periodista colombiano, Javier Darío Restrepo, en su libro 40 lecciones de Ética, acota: el de informar es un trabajo básico para la sociedad que se renueva todos los días en exigencia y requerimientos técnicos; por tanto, el refinamiento de las técnicas de comunicación se convierte en un deber profesional permanente.
Cuando el periodista tiene una visión mínima de su profesión y no ha descubierto su dimensión social, tiende a invadir otros campos profesionales: hace el papel de juez porque cree que la justicia es demasiado lenta, actúa en política porque cree que ese debe ser su aporte y de las misma manera suple en otros campos, en vez de intensificar su conocimiento y su práctica profesional. Al indagar sobre la causa de esta débil identidad profesional, se encuentra una en la Universidad, en donde la carrera del periodismo, simultáneamente desarrollada con otras carreras afines, se desdibuja y aparece como una opción determinada por el cálculo. Otra causa se encuentra en la práctica de periodistas que van saltando a la política, a las relaciones públicas o a la publicidad, según su interés. El resultado es que actividades tan diversas parecen ser lo mismo.
Son apreciaciones producto de estudios que ha realizados este periodista internacional; nosotros sin investigaciones de mucho rigor científico, más bien bajo la observación empírica del acontecer cotidiano, pensamos que la Universidad bajo cátedras de intereses partidistas, mercantilistas y hasta liderazgos entrometidos en la alienación de aquellos alumnos proclives a ser presa fácil de las conductas consumistas y de comodidades, que al salir a las empresas dominantes de la comunicación donde les emplean, trabajan por sus sueldos y posibles bondades económicas ofrecidas, olvidándose de la ética y apego a la moral, principios que deben ser su verdadera orientación profesional.
Ante tanta anarquía, secuestro político y mediático del CNP, incumplimientos de la ley desde hace 15 años, ahora con marcada acentuación ya que quienes llegaron al Gremio por elecciones hace un año, prometieron continuar con las luchas gremiales sin las intervenciones partidistas, económicas, y, lo más grave aún poner el gremio al servicio de intereses ajenos a la Patria Bolivariana, de espaldas a nuestra historia, al pueblo que votó mayoritariamente por este proceso y que debe ser el mismo pueblo quien decida el tipo de gobierno de su preferencia y no por la injerencia de factores extraños en alianza con gremios y sectores empresariales que desacatan la Constitución y las leyes.
ALTERNATIVAS POSIBLES: como quiera que la actual directiva del CNP, sustentada por un estimado del 6% de los agremiados que votó por ellos el pasado año, que están al margen de la ley, normativas y reglamentos y que sus actuaciones no guardan ninguna relación con la verdadera filosofía del CNP, cuyos principios son: enaltecer postulados reivindicativos, culturales, sociales, de solidaridad, fraternidad, coherencia y apoyo profesional a sus miembros; nunca pensamos que el Colegio se convertiría en un eslabón más, de partidos políticos que ya quemaron etapas y su tiempo está vencido, vimos a directivos del CNP, en marchas confundidos con las consignas de estos partidos de oposición y sus posiciones comunicacionales públicas son parcializadas, cuestión que ha hecho que muchos periodistas hayan renunciado al CNP.! Por este camino habrá renuncias en masa en protesta por la desviación de los fines gremiales!
Tales actuaciones de conocimiento público, y ante la necesidad de legislar sobre esta materia, para ajustar a la Constitución Bolivariana, una nueva ley del Ejercicio del Periodismo, que es un imperativo, como dijimos la actual es letra muerta y obsoleta, cumplirá 15 años en diciembre y tiene entuertos y desventajas que en ella se insertaron por la presión que ejercieron todos los poderes adversos a esa ley. La nueva Ley debe ser novedosa y ajustada a los nuevos tiempos, en concordancia con la seguridad social del nuevo Estado que es incluyente a diferencia, cuando se aprobó esta vetusta ley, que repetimos dejó a sus miembros fuera de toda protección social. Los periodistas que están agrupados ya en asociaciones, frentes bolivarianos, periodistas por la verdad, periodistas socialistas, por el periodismo necesario y todo aquel que tenga pensamientos avanzados de transformaciones necesarias y de avance, que se unifiquen por una nueva ley de acuerdo a exigencias constitucionales y nueva ley del trabajo, así como estudiar su amplitud a todos los comunicadores profesionales y a quienes son técnicos o afines con la comunicación, son otros tiempos, mueran las discriminaciones sociales, políticas, religiosas, racistas, profesionales y de exclusión. Esto debe ocurrir en un tiempo prudencial, sin demoras, con firmeza, sin aceptar chantajes, amenazas de los sempiternos enemigos de los cambios.
Y QUE TODA LEY DERIVADA DE NUESTRA CONSTITUCIÓN SE CUMPLA SIN CONTEMPLACIONES FORMA ÚNICA DE ACABAR CON LA ANARQUIA Y LA IMPUNIDAD QUE PROPICIAN LOS ANARQUISTAS.