Uno de los principios básicos del derecho es:…“la ignorancia de la ley no excusa de su cumplimiento”; me recuerda a aquella frase popular que reza: “Guerra avisada no mata soldado y si lo mata es por descuidado”. Los hechos son muy distintos a los expuestos por el entramado mediático de la gran prensa española. El episodio constituye en sí una nueva batalla en el marco de la guerra que los poderes fácticos globales libran contra Venezuela, su Gobierno y su Pueblo.

La Comisión Nacional de Telecomunicaciones solicitó en diciembre pasado, a todos los canales que emiten en Venezuela, presentar los documentos necesarios para establecer su carácter nacional o internacional y clasificarlos como tales. De 105 canales por suscripción, casi todos cumplieron la normativa demostrando que son medios de producción internacional; menos Radio Caracas Televisión Internacional (RCTVI), Ritmosón, Momentum, América TV, American Network y TVN Chile, quienes fueron suspendidos temporalmente como Productores Nacionales Audiovisuales al determinarse que no cumplen con lo previsto en la Ley de Responsabilidad Social en Radio y Televisión. “Suspensión temporal” no es lo mismo que “cierre arbitrario”.

Las empresas de televisión que no presentaron los documentos requeridos fueron calificadas como "productores audiovisuales nacionales". Cabe destacar que al escribir esta nota, tres de los seis canales privados suspendidos, retornaron a su programación habitual en los sistemas de cable y satélite en Venezuela; luego de consignar ante Conatel, lo necesario para demostrar que son medios de producción internacional. Es menester recordar que no puede autodenominarse canal internacional un medio de comunicación que tiene menos del 30% de producción internacional; eso intentó hacer RCTV, que elabora el 96% de su programación en el territorio nacional.

Llueve sobre mojado y una nueva acusación de agredir la libertad de expresión se coloca sobre los hombros del Gobierno Bolivariano. Los protagonistas siguen siendo los mismos, Radio Caracas Televisión Internacional (RCTVI) y su círculo más cercano. Con la excusa de un imaginario “cierre dictatorial” pretende eludir la responsabilidad de cumplir con una Norma dictada por la Comisión Nacional de Telecomunicaciones, el 22 de diciembre del año pasado.

Irresponsable es utilizar la historia de uno de los primeros canales de televisión nacional, para adjudicarse el título de plataforma opositora y asumir abiertamente su complicidad con un golpe de estado desmantelado gracias a la valentía popular de una mayoría soberana que tomó las calles. Los hechos puestos al revés son parte de la tiranía mediática mundial que pretende imponer su voluntad al mundo a favor del capitalismo global.

El presidente Chávez no pretende acabar con los medios críticos. Es necesario que los medios de comunicación sirvan a los intereses de un pueblo que requiere de educación, distracción, información y veracidad. Es necesario que dejen de perfilarse como un instrumento apátrida que azuza al enfrentamiento entre los venezolanos, para después manipular sucesos lamentables como el del pasado lunes en varias localidades de Mérida, -donde resultaron dos personas fallecidas y varios heridos, entre población civil y efectivos de cuerpos de seguridad-, como mecanismo propagandístico para poner en tela de juicio la actuación del gobierno.

Mercenarios de la comunicación, aterrorizan y desarrollan acciones bélicas no sobre espacios físicos, sino sobre la mente de las personas.

La televisión es un recurso importante en el mundo actual, pero ha sido distorsionada por el patrón capitalista que la nutre. Infinitas son las investigaciones sobre la influencia de la televisión en la sociedad. Pudiera considerarse como una herramienta valiosa para la enseñanza pero, paradójicamente, es un ente alienante, con estímulos negativos sobre la conducta humana. El mundo de la televisión se proyecta de una manera atractiva con su colorido, creatividad y razón social, debe recuperar su función. Los medios capitalistas no son tan inocentes como les gusta presentarse.

A estas alturas, resulta incomprensible que grupúsculos insistan en perjudicar las buenas relaciones entre los países de América Latina y el mundo, olvidando que la mejor manera de asegurar la estabilidad de la región es desde el respeto mutuo y la confianza.

En Venezuela se escribe una nueva historia y los gobiernos del mundo han tenido que aprender a trabajar con esa realidad, bien lo dijo el ministro de Asuntos Exteriores de España, Miguel Ángel Moratinos, en una entrevista concedida al dominical alemán “Welt am Sonntag”, Chávez es “probablemente el presidente latinoamericano que más consultas populares aguantó, el pueblo eligió a Chávez”.

Los avances en la política de integración y unidad latinoamericana caribeña han contado en los últimos años con un protagonista fundamental. A nadie se le escapa que, tanto Petrocaribe y la ALBA han sido espacios creados o apuntalados desde la Revolución Bolivariana. Nueve países se asociaron para construir un nuevo eje geopolítico.

Cada vez más nuestra ciudadanía es consciente de la importancia del voto. La legitimidad del presidente Chávez no está en entre dicho. En cada elección esto se traduce en mayor participación y menor abstención, democracia pura, protagónica y participativa. En esta última década han ocurrido más elecciones que en los últimos 51 años, no en vano recordaba el presidente de la República, Hugo Chávez Frías, el pasado viernes en la parroquia 23 de enero, “es necesario que se retome y se fortalezca el espíritu libertario y se reproduzca la unión de los civiles y los militares patriotas”.


(*)Embajador de la República Bolivariana de Venezuela en España