22 de febrero de 2017.- Durante casi una semana Aporrea ha estado sometida a intensos y sostenidos ataques informáticos a través de una avalancha de intentos de intrusión y de acciones perniciosas dirigidas a destruirla y a sacarla de circulación.
Al no poder vulnerar nuestra barrera de protección, ni comprometer la integridad de nuestro servidor y base de datos, optaron por una arremetida prolongada que consiste en agobiar nuestra red de conexión para impedir que los usuarios se conecten a nuestro servidor. Por tal motivo, fuimos obligados a tomar medidas de reubicación a otra red y contratar un costoso servicio de protección de red, lo cual ha retrasado nuestra reaparición.
Todavía estamos efectuando ajustes para garantizar la estabilidad de nuestro medio colectivo de comunicación popular y alternativa, en sus distintas versiones (para móviles y para las PC).
La andanada tuvo varias procedencias, tanto locales como internacionales. Se detectaron focos en Venezuela, Estados Unidos, Brasil, China y en un país europeo. La forma masiva, profundidad y persistencia de la agresión ocurrida, sólo es posible si hay detrás laboratorios informáticos de ¨hackers¨ movidos con dinero y poder. Estamos culminando la investigación de los hechos, para poder ofrecer mayores detalles.
Indudablemente, para un ataque así se necesitan motivos y éstos pueden hallarse al tratar de responder a una pregunta: ¿En qué llaga pone el dedo Aporrea? Los motivos pueden intuirse en el origen, la naturaleza e identidad de Aporrea, y sobre todo, en la peculiaridad de sus contenidos, como página revolucionaria, democrática, independiente y abierta a la crítica.
También nos podemos preguntar: ¿Por qué y a quiénes estorba Aporrea? ¿Quiénes necesitan mantenerla en silencio? Su carácter popular, su vinculación con las luchas de los sectores populares, su condición de cartelera abierta a la denuncia y al ejercicio de la contraloría social, su autonomía frente a los actores hegemónicos, tanto del capital como del poder político, la hacen incómoda e inoportuna para esas fuerzas hegemónicas de distinto signo, que se disputan el control, movidas por intereses ajenos al bienestar del pueblo y por ambiciones contrarias a las aspiraciones populares.
Como lo exponemos en la sección nosotros, Aporrea se deriva de la Asamblea Popular Revolucionaria: espacio de articulación, participación democrática y protagonismo, que surgió en la coyuntura de enfrentamiento y respuesta popular al golpe de Estado del 11 de Abril de 2002, para defender al gobierno del presidente Chávez, la vigencia de la nueva Constitución y la continuidad de la revolución bolivariana en su fase de auge y de conquistas.
Aporrea fue el canal para divulgar la construcción de las propuestas programáticas revolucionarias y populares post-golpe, que se presentaron en el Encuentro de Organizaciones Populares con Chávez en septiembre de ese mismo año. En ese lapso, la dinámica del activismo popular la convirtió en un medio de comunicación masivo, y más aún, en una agencia popular-revolucionaria de noticias, destacándose además como espacio de opinión libre y discusión abierta, centro de expresión de la diversidad del pensamiento crítico en el proceso revolucionario bolivariano. Desde entonces ha mantenido indeclinablemente ese carácter.
Desde nuestros inicios, a diario nos llega una gran cantidad de material con el que no estamos de acuerdo parcial o completamente, pero por no considerarnos dueños de la verdad, lo publicamos porque consideramos fundamental el fomentar el debate y la crítica abierta.
Aporrea, indiscutiblemente, es el portal referencial más importante de la revolución bolivariana a escala nacional e internacional. Más de un 30% de sus visitas provienen del exterior: principalmente de países de América Latina, de Estados Unidos y de España. Es una de las muy pocas ventanas de visibilización de las luchas de los trabajadores, de los campesinos, estudiantes, de las organizaciones comunales, de las organizaciones sociales y de las corrientes políticas del proceso revolucionario. Es lo que tienen a mano, incondicionalmente, a la hora de confrontarse con intereses económicos dominantes, dar la batalla a las derechas proimperialistas dentro y fuera de Venezuela, hacer resistencia a los abusos patronales o de autoridades del Estado, denunciar la corrupción, las actuaciones antidemocráticas y las violaciones de derechos. Es el lugar de exhibición de las experiencias creadoras y constructivas del pueblo desde la perspectiva del pueblo mismo, como sujeto, y no de la manipulación promocional de funcionarios, cargos públicos o personajes de la política. Es lugar dónde se comparten logros sociales, luchas y victorias populares que incomodan a sectores poderosos dentro y fuera de Venezuela.
Pero, además, Aporrea deja rastro, huella de las actuaciones y sucesos, en una base de datos que acumula información y opinión desde el inicio de su existencia en el año 2002, y que es utilizada para la investigación social, histórica, periodística y académica. Es uno de los más grandes archivos de la revolución bolivariana. No faltan interesados en querer borrar también ese registro, para destruir nuestra memoria colectiva, para que generaciones futuras del mundo no se enteren de los avances sociales logrados en el marco de la Revolución Bolivariana, o simplemente para ocultar sus propias andanzas.
Y, por supuesto, uno de los aspectos más destacados de Aporrea, que levanta mucha "roncha", es ese ambiente de intercambio y debate democrático que se ha configurado con los artículos de opinión, donde concurren y se exponen en un mismo plano los escritos de intelectuales destacados o de figuras conocidas, con las expresiones de ciudadanos y ciudadanas comunes, del llamado ¨pueblo llano¨. Es allí donde la libre opinión y reflexión aflora y se entrecruza dando vida a una verdadera comuna comunicacional donde cada quien dice sus verdades, manifiesta sus inquietudes, ofrece sus análisis, hace sus denuncias, presenta sus críticas y muestra sus propuestas. Esto, para quienes tienen vocación de controlarlo todo con sus respectivas maquinarias, es intolerable.
Así que, tomando en cuenta lo anterior, cada quien puede irse haciendo el perfil de los enemigos de nuestro Sitio Web o darse idea de a qué intereses responden los atacantes informáticos de Aporrea. También podemos ser más conscientes de lo que se perdería.
Otras preguntas que nos debemos hacer son: ¿Cuáles son los antecedentes de este tipo de sucesos (el hackeo o bloqueo a Aporrea) y en qué contextos se han producido?
Aporrea, como dijimos, surgió para enfrentar un golpe de Estado contra el Comandante Chávez y para defender nuestra revolución, desde la perspectiva y el protagonismo popular, y por consiguiente, se forjó en la batalla contra todo lo opuesto a la revolución bolivariana y a la disposición transformadora de nuestro pueblo en su lucha por justicia social, soberanía y democracia.
En esa dirección también fue desarrollando, desde sus comienzos, ese papel de instrumento antiburocrático y de lucha por un verdadero y efectivo Poder Popular. Eso hizo que, muy a menudo, autoridades públicas se molestasen con los contenidos generados desde la base trabajadora o con las críticas de los autores y autoras que envían sus artículos a este medio.
Por lo tanto, es lógico pensar, y así se nota, que muchas de las antipatías hacia Aporrea, provengan de los ámbitos de la corrupción incrustada en los aparatos del Estado Burgués de nuestra Venezuela, aún sujeta al sistema capitalista, y de personajes que optaron por el ejercicio de estilos despóticos en reemplazo de la democracia socialista. Igualmente, nuestro carácter anti-imperialista y comprometido con la defensa de la soberanía, la autodeterminación de los pueblos y la construcción del Socialismo del Siglo XXI, de seguro genera incomodidad entre las cúpulas de las grandes potencias mundiales a quines no les conviene la creación colevtiva de un sistema que reemplace al capitalismo depredador reinante.
Se han hecho frecuentes los señalamientos contra Aporrea en programas de la televisión oficial, conducidos por altos dirigentes del partido de gobierno, que la califican de ser una página "salta-talanquera" y se sugiere que podría ser sostenida por la CÍA. Todo esto, pasando por alto que en Aporrea siguen publicando sus artículos algunas altas figuras del PSUV, ministros activos en el Ejecutivo y hasta un hermano del Comandante Chávez. Y no polemizan estos detractores -que nunca ofrecen réplica- específicamente con las opiniones vertidas por los autores o autoras de los artículos, que son de su responsabilidad personal, sino con Aporrea como tal, dando a entender que las opiniones que aquí se publican son manejadas al antojo del equipo editor o "sembradas" por nosotros. El Estado incluso financia un sitio web cuyo objetivo desde sus inicios ha sido desprestigiar y hacer a Aporrea irrelevante, misión que de verdad no ha sido muy exitosa.
Hay que agregar, por cierto, que mientras muchos medios comerciales continúan recibiendo millonarias pautas publicitarias del Estado, a Aporrea le ha sido retirado desde hace tres años toda publicidad institucional y ha sido excluida de todos los programas de apoyo a los medios comunitarios y alternativos, así como de las convocatorias del MIPPCI, a pesar de que continúa siendo parte del movimiento de la comunicación popular venezolana y mantiene estrechas relaciones de cooperación con muchos de ellos. Se nos ha alertado de que hay órdenes de que se nos investigue para intentar justificar alguna arremetida en el terreno judicial o policial. Quien quiera indagar sobre nuestras formas de autosostenimiento puede ir también a la sección nosotros y a la sección colabora.
Es éste el escenario que circunda lo que nos ha acontecido. Pero, en concreto, en los últimos días, la ofensiva contra Aporrea coincide en su arranque con la decisión gubernamental de sacar del aire a CNNE, a raíz de la difusión de noticias sobre acusaciones a altos funcionarios del gobierno venezolano que los involucran en presuntos hechos de corrupción y narcotráfico investigados en Estados Unidos. También ocurrieron accidentes que afectaron por breve tiempo a páginas Web y periódicos oficiales, pero por causales distintas no atribuibles a ataques en Internet.
El día 20, ante la prolongada ausencia de Aporrea, usuarios y colaboradores preocupados llevaron adelante una campaña por Twitter con la etiqueta #QueVuelvaAporrea que se posicionó como un relámpago en el tope de las tendencias y vimos, en contraste con el predominio de los mensajes de solidaridad, tanto del chavismo como de sectores que no comulgan con el gobierno pero que acompañan la defensa de la libre expresión democrática, otros mensajes de un signo distinto, contrario a la libertad de expresión en el campo popular, manifestando no querer que volviese Aporrea. La identificación de esos tuiteros y tuiteras como fans de figuras del gobierno-psuv era evidente, por la deformación y debilitamiento de la conciencia democrática y libertaria que fue signo distintivo de la revolución bolivariana en otros tiempos. Desde los programas más destacados de la dirigencia oficial a través de la principal televisora del Estado, los comentarios emitidos en torno a la tendencia marcada en Twitter, fueron dirigidos a banalizar lo sucedido con Aporrea como un hecho corriente y, desde luego, fue notoria la ausencia de cualquier signo de preocupación por lo sucedido, desde el punto de vista democrático, comunicacional y de defensa de la libertad de expresión.
Todo esto suscita gran inquietud sobre las garantías para el ejercicio de la comunicación digital libre y alternativa. Por lo tanto, hacemos un llamado a todas las personas y organizaciones que utilizan el servicio comunicacional de Aporrea y que cuentan con ella como herramienta para informarse, reflexionar y discutir, para difundir sus informaciones y sus ideas, para dar sus luchas, para defender las conquistas genuinas de nuestro proceso revolucionario, para avanzar con ética, democracia y libertad. Les pedimos mantenernos atentos, unidos y activos en defensa de este espacio realmente democrático, participativo y protagónico del pueblo. Les pedimos igualmente, en especial a quienes tengan acceso a divisas, que consideren hacer una contribución económica vía transferencia bancaria o tarjeta de crédito para ayudarnos a sufragar los gastos adicionales en que hemos incurrido con el fin de protegernos.
El 14 de Mayo de 2017 cumpliremos 15 años: Aporrea va a ser quinceañera. Les proponemos articularnos en campaña permanente en la defensa y utilización de este medio tomando este 15 Aniversario como referencia, mediante distintas formas de contacto, tanto virtual como directo, en intercambio y acción permanente para seguir sosteniendo a Aporrea en todos los sentidos, con reuniones y encuentros de autores y autoras, y con las colectividades populares generadores de contenidos. Emitamos pronunciamientos. Hagamos juntos y juntas todo lo necesario para la defensa, continuidad y mejoramiento de Aporrea para seguir siendo un bastión de la libre expresión popular, catapulta de la denuncia correctora y del pensamiento crítico, para seguir contribuyendo a la articulación y desarrollo de las luchas populares... Reclamemos Respeto Para Aporrea! Y luchemos con renovada fuerza para seguir, como dice nuestro lema histórico: Rompiendo los Cercos Mediáticos!