Groseras e irrespetuosas fueron las palabras dichas por Monseñor Roberto Lukert el 13 de julio de 2012, en una entrevista concedida a Kiko y Vladimir Villegas por Unión Radio, cuando atacaba directamente la medida tomada por el presidente Hugo Chávez, por haber creado la Misión hijos de Venezuela, que es la misión que se encarga de ofrecerle ayuda económica a mujeres con hijos menores de edad, o en su defecto niños con problemas de discapacidad, como también aborda el problema de adolescentes en estado de gravidez y de escasos recursos, este señor sin ahondar en el tema del cómo y el para que se creo está misión, prefiere proferir semejantes palabras viniendo de boca de un representante de la iglesia, que se supone son los encargados de recoger las ovejas extraviadas y devolverlas a su rebaño, sucede que yo creo que él es una de esas ovejas, que se extravío y no consigue ni su camino ni su rebaño, porque de otra forma vería con otros ojos lo importante de esta misión, que para nada tiene que ver con desatar la natalidad, como él lo hace ver, sino que es un estímulo para crear consciencia entre las jóvenes adolescentes y auparlas para que continúen sus estudios y se preparen, aun cuando hayan tenido un hijo ya que muchas se quedan sin estudios y llegan hasta la prostitución y la promiscuidad para poder mantener a su pequeño, pero resulta que para Monseñor es bochornoso ayudar a una adolescente embarazada y abandonada, porque en 9 meses volverá a parir para que le paguen, pero no es pecado cuando ellos le inculcan a las mujeres que los anticonceptivos para controlar la natalidad no debe usarse en la religión católica, porque dios nos dio el útero para procrear, sin importar como los levantemos ni las condiciones en las que se críen .¿Cuándo representantes de la iglesia han visitado los hogares humildes para constatar las condiciones en que viven sus feligreses? Nunca, jamás he visto un sacerdote salir de la casa parroquial, a recorrer campos, ni barrios ellos ignoran por completo como sobrevive la gente que busca la casa de dios para regocijarse en ella, pero aquí en nuestro país muchos de ellos han sido los primeros en criticar cada paso que el gobierno revolucionario ha dado para tratar de dignificar a los más desposeídos .
En esa entrevista que él concedió soltó otras perlas más, como el mecate de oro que tenía para el alcalde de su estado, ¿Por qué un mecate? ¿Estaba Monseñor Lukert sugiriéndole al Alcalde que se ahorcara con el? Piensa mal y acertarás dicen por ahí. Lamento que haya pasado tanto tiempo, para haber tomado en cuenta estas declaraciones de Monseñor, pero entre tantas cosas que tenemos que escuchar y sortear algunas se escapan por allí, pasando desapercibidas, pero no por eso dejan de tener un valor dañino para quien las capta y una mala intención para quien las dice.
Ahora bien en los últimos años, los escándalos por abuso sexual a menores por parte de los clérigos de la iglesia católica a nivel mundial, han sido conocidos por todos. El Papa Francisco ha sido enfático en no dejar pasar ningún caso por abuso y menos mantenerlo en la oscuridad, esa que se esconde detrás del altar mayor, esto es mucho más terrible que la misión abre las piernas de Monseñor Lukert, porque la Misión hijos de Venezuela desde sus inicios ha sido el acto más sublime y humano que se le puede dar a personas verdaderamente necesitadas, que en muchas ocasiones habrán recurrido a la iglesia y han sido rechazados por quienes hoy critican la forma de atención que este gobierno ha tenido con los humildes, pero muchos sacerdotes no han dejado pasar la oportunidad de abusar de los hijos de esas madres, que con su fe ciega pusieron a sus hijos en sus manos pensando que hacían lo correcto ¿Que nombre tendrá para este sacrilegio Monseñor? Como se puede criticar cuando culpables o no, en el vaticano prendieron un ventilador y salpicaron a todo el mundo, hoy la desconfianza de los fieles recorre los umbrales de la iglesia.
Tal vez mis lectores creerán que soy atea o que tengo algo en contra Dios, pero nada más lejos de mí, con Dios siempre por delante, pero no podemos seguir siendo alcahuetes de quienes ofenden y abusan en su nombre, solo por llevar sotana