"No puedes escribir un nuevo capítulo en tu vida,
si no dejas de leer el anterior."
Refrán Popular
“Que molleja camarita, ¿será que estos opocetas nos vieron la cara de bolsas o qué?” le escuché decir a Anacleto, no bien me había sentado. “Como no tienen proyecto de país y ni la más mínima idea de cómo sacarnos del peo económico en el que nos metieron con su golpe suave, ahora quieren ganar indulgencias con escapulario ajeno. Eso de la entrega de títulos de propiedad de viviendas, que para ellos no existían hasta hace poco, y que ni siquiera apoyaron su construcción, es la trampa populista del día. Bueno, ya conoces su refrán favorito: ‘Todos los días sale un pendejo a la calle y el que lo agarre es de él’. ¿Qué le parece?”.
Sin tan siquiera hacer una pausa para coger aire, continuó: “Según ‘ceja’e carretera’, jefe de la bancada de la MUGRE, el beneficiario de una vivienda adjudicada no tiene que pagar nada; pero según Henry Lisandro, presidente de la Gallera Nacional, se le quitará a quién no pueda pagarla para asignársela a otra persona que si pueda, porque el Estado tiene que recuperar la inversión para seguir construyendo. ¿Construyendo qué? ¿Antes no decían que viviendas para el pueblo era un gasto irresponsable? Todas esas declaraciones están en Internet, subidas por sus mismos afectos. Ellos alegan no haber dicho eso y que son inventos del gobierno para malponerlos, pero hasta por Globomolleja y Venevaina los pasaron”.
Hizo una corta pausa y dijo: “Dejáme continuar, que se me va la idea. No voy a hablar del peo con el TSJ, ni de todas las peleas que están casando; no voy a hablar de la inquisición moderna con sus ‘y que interpelaciones’; no voy a hablar de los mensajes que les ha enviado el constituyentista, antes de su tolda, Herman Escarrá, sobre las herramientas constitucionales con las que cuenta, para su defensa, el Ejecutivo; ni les voy a pedir las soluciones de los problemas económicos, que le ofrecieron al pueblo. Sólo les voy a recordar que si su única intención sigue siendo tumbar al gobierno, se van a llevar una sorpresa mayúscula. No habrá Ley de Amnistía, no habrá Ley de entrega de Títulos de propiedad, no habrá recorte del período presidencial. Lo que les puede salir es disolución del marmotreto ese que han armado. Recuerden el artículo 236, ord. 21; recuerden que ya fueron sancionados por desacato; recuerden que quién mantenía al pueblo en calma era el Gigante Chávez y ustedes celebraron su desaparición física; recuerden que cuando los cerros bajan (como dicen ustedes) no hay quién los pare. ¡O sea!”
Anacleto estaba inspirado; se paraba, caminaba un par de pasos, regresaba, se volvía a sentar y fumaba. Tenía tiempo que no lo veía así. Pero su exposición era tan clara y transparente que el más iletrado la entendería. Sobre todo lo concerniente a las leyes, cuyos proyectos han presentado los agentes del imperio y que ellos juran que van a sancionar. Ellos aprobarán esos proyectos, pero de ahí a que se conviertan en Ley hay un muy largo trecho.
Conversaba con un amigo sobre las aspiraciones de esta opudrición, para con más de UN MILLON de viviendas construidas para los sectores excluidos del pasado, cuando escuché a un señor decir que era mentira lo que estaba exponiendo. Le pedí que se acercara y nos sacara del error y aclarara dónde estaba equivocado, y no supo que decir. El no tenía la más mínima idea del caso porque, como la mayoría de los venezolanos y extranjeros que vivimos en el país, no había tenido la oportunidad de leer el proyecto de Ley. Su único argumento era que el gobierno NO HABIA construido la cantidad de viviendas que decía. Pero no le constaba, porque no dio ni un solo argumento que apoyara su tesis de que yo estaba equivocado en mi explicación. Sostenía que toda persona tiene el derecho a tener el título de propiedad de su vivienda, con lo cual estoy de acuerdo. Con lo que no puedo estar de acuerdo es con la trampa que le están montando a los “tierrúos”, “analfabetas”, “pata’en el suelo”, que es como ellos llaman al pueblo, para apoderarse de algo a lo que se opusieron terca y consetudinariamente, y que constituye el hogar de millones de compatriotas.
No podemos olvidar que lo primero que hizo Carmona El Breve, en las pocas horas de su mandato, fue decretar el regreso de los créditos indexados para las hipotecas de las viviendas y el ajuste del precio de los terrenos en los cuales fueran edificadas, con la anuencia de muchos de los que hoy se rasgan las vestiduras en la AN, como diputados demócratas. Ahora ellos quieren derogar la Ley del Régimen de Propiedad de las Viviendas de la GMVV para que “el propietario pueda vender su casa y progresar” (palabras del cejúo), pero la cual no podrá protocolizar hasta que no la haya cancelado en su totalidad. ¿Cómo es eso? ¿Qué quiso decir Henry Lisandro cuando aclaró que se le quitarán a quién no pueda pagarla para dársela a otro que si pueda? ¿Cuánto tendrían que pagar los adjudicados si aprueban este proyecto de Ley?
Hace años, en uno de mis escritos preguntaba: ¿Qué gobierno del mundo construye y entrega viviendas a personas de escasos recursos o a trabajadores que devenguen salario mínimo? ¿Cómo puede accesar esa clase social, tan golpeada por los adecos y copeyanos del pasado, a una vivienda digna si no goza del subsidio o colaboración del gobierno? La única respuesta válida fue: Chávez.
Ese 42% que hoy conforma la clase media (gracias a Chávez) y que antes no llegaba ni al 8%, se ha olvidado de sus raíces. ¿Cuánto se tenía que pagar de cuota inicial, para una vivienda sobre un papel y/o maqueta, aún no construida y sin seguridad jurídica de su entrega? Mínimo un 30% del valor inicial. ¿En cuánto te quedaban las cuotas y a que intereses? ¿Quiénes eran los grandes constructores? ¿Estarían familiares de Henry Lisandro en el negocio? ¿Cuántas estafas inmobiliarias hubo? ¿A cuántos metieron presos y les incautaron sus bienes? ¡Yo te aviso!
¿Se convertirán los conjuntos habitacionales de la GMVV en latifundios urbanos? ¿Dejarán de tratar de apropiarse de algo a lo que se opusieron y negaron los créditos pertinentes y tratarán de resolver los problemas que ellos mismos propiciaron? ¿Asumirán en verdad la defensa de los que por ellos votaron y de los que no? ¿Habrá en verdad inclusión o seguirá la exclusión? ¿Seguirá la cacería de brujas en contra de los medio alternativos y populares? ¿Informarán los medios privados la verdad? No pueden escribir un nuevo capítulo en su vida, si no dejan de leer el anterior, y como su pasado los acusa no saben como salir de la obscuridad.
Es hora que conozcas a quienes te volvieron a tomar por pendejo. Es hora de que les exijas que cumplan sus “promesas” y que ahora alegan que fueron eslóganes electorales publicitarios. Es hora de que enfrentes a tus verdugos y que les digas en su cara: ni una vivienda de las nuestras entrará al mercado inmobiliario.