Decíamos hace poco de la importancia de establecer políticas estratégicas para la definición de una Política Sanitaria acorde con el ejercicio agrícola y abogamos por la constitución del Servicio Autónomo de Sanidad Agropecuaria en un Instituto con personalidad jurídica propia bajo la creación a través de una Ley Especial. En el presente artículo nos referiremos a la Seguridad Alimentaria y lo que se supone es el ente rector de las políticas encargado de tales competencias.
En primer lugar debemos decir que la distribución y comercialización de alimentos a través de la Corporación CASA y Mercal, no es la Política Alimentaria, per se, entre muchas razones porque son programas que no cuentan con el basamento jurídico institucional y obedecen al génesis de decisiones emergentes.
El Ministerio de Alimentación creado para el ejercicio de la función rectora, en nuestro concepto, no se ha apropiado por diversas razones de la estrategia definitoria de una verdadera y real Política Alimentaria, ni desde el punto de vista institucional ni como tampoco organizacional. La Visión y Misión deben redefinirse en aras de las nuevas realidades. Dos aspectos de primer orden y no sabemos porque razón no han sido consideradas, forman parte de las omisiones de tan importante ente, por una parte una Unidad de Investigaciones y por otro lado la Unidad de Estadísticas que fue virtualmente desmantelada.
La Planificación Estratégica para entender el problema de soberanía alimentaria, no puede estar en manos de quienes ven el desarrollo de políticas a la usanza de la cuarta república, hay que entender el entorno y profundidad de una política de cara al nuevo modelo económico que se está creando y cada día con más fuerza, lo que se ha traducido en un problema de competencias indebidas entre el MINAL y el MAT, por ejemplo vemos como la ministra ofrece cifras sobre coberturas de alcance de Mercal, porque no es otra cosa, que no se corresponden con las cifras dadas por el Instituto Nacional de Estadísticas, por otro lado el Ministro del MAT, declara acerca de la Política Alimentaria, que estamos seguros pondrá a mucha gente a pensar sobre cual es el organismo rector, incoherencias que deben ser corregidas en aras del establecimiento de una política acorde con nuestra realidad agroindustrial y la situación del hombre del campo, en nuestro concepto de seguir esta situación de esta manera y lo decimos con propiedad, el Ministerio de Alimentación no se justifica. Le hacemos un llamado al Presidente de la República, para que nombre una Comisión que evalúe realmente todo lo que gira alrededor de las Políticas Públicas y las atribuciones de los organismos en esta área tan importante de las Políticas de Estado.
Además el manejo administrativo concerniente a la red de distribución de alimentos debe ser evaluada y supervisada en estricto por una Unidad de Evaluación y Seguimiento de Control de la Gestión, por cierto, saludamos la designación del nuevo viceministro quien conocemos su capacidad para emprender semejante y necesaria tarea, entre otras razones, la concepción de esta unidad no es de carácter fiscal, obedece según sus tareas a la definición de políticas en su seguimiento y el control de la visión y misión de cada uno de los organismos adscritos y al propio Ministerio.
El concepto de Planificación recoge hoy bajo el análisis de las fortalezas, debilidades, amenazas y oportunidades lo que queremos que ocurra mañana y los Planes Operativos Anuales deben concebir las tendencias y necesidades reales a partir de la Planificación Estratégica como signo del hacer bien las cosas y la implementación de los proyectos de acuerdo a la nueva presentación y formulación presupuestaria.
Tomando parte que como ejemplo propone el especialista venezolano y experto internacional en materia agrícola Dr. Misael Medina, debemos colocarnos en la cabina del avión y desde allí visualizar el cómo, el dónde y el porqué debemos atender la Política Alimentaria como un todo y articular en una sola política y bajo una sola dirección el aterrizaje perfecto para que cada vez más, alcancemos reducir las importaciones y lograr lo que tanto anhelamos como lo es la Seguridad Alimentaria y una menor dependencia para alimentarnos.
Por último, quiero decir, como venezolano preocupado por las omisiones y desarticulaciones que presenta el desarrollo de la Política Alimentaria, que es hora de tomar decisiones, que no solo basta el compromiso político, sino que es necesario que este vaya acompañado por quienes comprendan bajo el conocimiento de lo que están haciendo, el todo de la problemática y ejerzan las funciones en el contexto de país y de atención a las clases más necesitadas y permitan la contraloría social ahora bajo la égida de la Ley de los Consejos Comunales, tan necesaria e importante en la actividad alimentaria.