Conocemos que en la Misión Barrio Adentro, el Presidente detectó un bajón y unos módulos sin funcionamiento. Sabemos también, que el Presidente además de asumir la función de revisión, tuvo que emprender la rectificación y acaba de producir el reimpulso. No es lo ideal, porque en esto, lo trascendente es que desde los ministerios hacia abajo, estén realizando regularmente la contraloría social para producir los ajustes que se requieran y en tiempo justo. Afortunadamente tenemos un Chávez y desafortunadamente no podemos tener varios Chávez.
Hemos presenciado en vivo y con pases satelitales, la puesta en funcionamiento de muchos proyectos productivos en diferentes áreas. El entusiasmo en esos momentos es muy evidente y la esperanza se siente palpitando aceleradamente en cada corazón. Esa esperanza palpitando se ha visto en vivo, pero el soberano no ha podido visualizar en vivo, el desarrollo de y desempeño efectivo de esas experiencias. Por momentos, Chávez en algunos “Aló Presidente” da un pase en vivo a una planta y revisa algunos detalles, pero el soberano no ha tenido la ocasión de conocer cómo están funcionando, operando y rindiendo todos los proyectos en los cuales se tiene fija la esperanza para iniciar la transición hacia el socialismo. Por ahora, esta esperanza que logra animarse con financiamiento, apoyo, nacionalizaciones se ha detenido en una especie de capitalismo de estado que suponemos es pura transición, pero que pronto se tomaran decisiones para darle otro sentido a esta iniciativas.
Es muy importante que el soberano esté bien informado de cómo funcionan las plantas de la cual es propietario: ¿Cuánto invierten? ¿Qué producen? ¿Cómo Producen? ¿Cuánto Producen? ¿Cuáles son los beneficios? ¿Cómo se usan esos beneficios? ¿Cuántos hogares/familia se benefician con la producción de esas plantas? Este beneficio que es el aspecto más importante porque visualiza el impacto, no se reduce a especificar cuántos venezolanos y venezolanas compran los productos de esas plantas, sino cuánto de ahorro se producen en los hogares y cómo esta política se convierte en un medicamento contra la inflación.
El Soberano igualmente ha podido observar en vivo y con pase satelitales, la entregas de créditos para emprender proyectos productivos en diferentes áreas y como esos recursos son de las venezolanas y los venezolanos, es muy importante también tener la oportunidad de hacer la respectiva contraloría social en vivo y saber por ejemplo: ¿Cómo se ha venido utilizando esos recursos? ¿Cuántos de esos recursos se han utilizado para la seguridad alimentaria? ¿Cuánta seguridad alimentaria se ha logrado? ¿Cómo es el desempeño de esas empresas que han recibido financiamiento? ¿Qué producen? ¿Cómo producen? ¿A quiénes venden? ¿Cómo venden?
Adicionalmente a este control, es igualmente importante conocer: ¿Cómo es la recuperación de estos créditos? ¿Cómo es la cobranza? ¿Cómo es la morosidad? Esto es importante, porque en el Plan Económico y Social “Simón Bolívar” 2007/2013, se estableció como objetivo el de la nueva ética socialista y si hay nueva ética y esta es una ética socialista, lógicamente el reintegro de ese dinero a su dueño (El Soberano) es un hecho que nos permite determinar que se está efectivamente en un proceso de transición y que aquella práctica de la IV república de “borrón y cuenta nueva”, no va con el objetivo de la “nueva ética socialista”, objetivo que por alguna razón se colocó como el primer objetivo de proyecto Simón Bolívar 2007/2013
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