La constante emigración de venezolanos al extranjero debido a la crisis por la que atraviesa el país deja tras de si una grave situación con las mascotas. Todos los días vemos por las redes casos de perros y gatos abandonados a su suerte donde algunos de ellos son rescatados, pero la mayoría de ellos sobreviven en terribles condiciones por las calles de Venezuela.
Diferentes instituciones y fundaciones informan que se abandonan unas 200 mil mascotas al año en todo el país, a la migración masiva de venezolanos como una de las causas de abandono se une el aumento excesivo en los precios de alimentos, como por ejemplo el costo de la gatarina que está en el orden de 5$ el kilo, lo que equivale a 15.500.000,00 de bolívares. Por otra parte los cortes baratos de carne, como el bofe, la riñonada y la pajarilla han aumentado considerablemente y no bajan de 1 dólar por kilo, 3.000.000,00.
La soledad, la tristeza, el hambre y el maltrato son los grandes padecimientos de estos seres sintientes, quienes luego de tener la seguridad de techo y comida se ven de repente sometidos a los embates de la intemperie en calles y carreteras peligrosas y para las cuales no están preparados para defenderse. Muchos son los casos de abandono, incontables historias para las cuales no hay espacio suficientes para describirlas.
Uno de estos casos es el de una usuaria de Facebook quien reportó alarmada que al día siguiente de ella irse de Venezuela, su esposo botó a sus mascotas a la calle, a su perro Tizón lo dejó en Antímano y a su gatita Sabrina la botó por una montaña de Montalbán, por lo que, en un llamado de auxilio rogó que la ayudaran a rescatarlos. Esto causó la indignación y desconcierto de proteccionistas, rescatistas y amantes de los animales, quienes han hecho constantes operativos para ser rescatados, con la fortuna de haber podido encontrar a Tizón y ponerlo posteriormente en buenas manos, pero en el caso de Sabrina no se ha contado con la misma suerte.
Parte de nuestro equipo se unió a esta búsqueda en el parque que se encuentra en una de las montañas de Montalbán, así como por los alrededores de las zonas adyacentes, pero fue infructuoso encontrarla, por lo que pedimos que si alguien tiene algún conocimiento de ella o la ha llegado a ver, rogamos que brinde la necesaria información para poder rescatarla o al menos saber que se encuentra bien. Aún ella se encuentra extraviada.
Es muy triste lo que tienen que atravesar rescatistas y proteccionistas que luchan con las uñas ante esta cruel realidad, como es el caso de una manada de tres gatas en Parque 2 de Juan Pablo Segundo, donde habitaban en el jardín, estas tres mininas, que llevaban años siendo cuidadas por una proteccionista de la zona, quien las había esterilizado y daba de comer, pero de la noche a la mañana desaparecieron, por el mes de enero, y nadie supo del destino de estas felinas, lo que causó una gran depresión a su proteccionista.
Otros terribles casos son los que ponen a dormir a las mascotas al no poder lleváselas con ellos. Tal es el caso de una perrita poodle ciega y muy anciana que sino llegaba a darse en adopción en el término de tres días, sería mandada a dormir por su dueña, afortunadamente pudo ser adoptada por una joven que se consternó ante la terrible situación de esta perrita.
Ante esta desafortunada realidad, urgen leyes que protejan a los animales, que el gobierno ofrezca refugios para resguardarlos, curarlos y ofrecerlos de una manera organizada en adopción. Que amplíe y dé más recursos a la Misión Nevado. Que la Misión se ocupe de recoger, esterilizar y brindar atención a perros y gatos de la calle. Todos sabemos que ir a una Misión Nevado significa salir de allí deprimidos porque no tienen los suficientes espacios para tantos perros y gatos, y los médicos no pueden atender a tantas mascotas en un solo día porque les faltan medios y recursos.
Por otra parte es necesario que se produzcan en el país alimentos de buena calidad y económicos para las mascotas.
Todo esto representa un drama porque cada vez se ven más y más mascotas abandonadas. Hay buenas personas que se ocupan de ellas, adoptándolas. Hay casos de personas que los recogen y tienen enormes cantidad de animales en sus casas, pero no se dan abasto con los gastos. Hay otras que hacen operativos de esterilización y hay quienes les dan alimento en las calles, pero esto no es suficiente ni justo para muchas personas que no pueden abarcar tanto sufrimiento. Se necesita crear políticas para proteger a las mascotas de la calle. Los seres sintientes también son importantes y su buen trato define la sensibilidad y el nivel de desarrollo de una sociedad.
A los que desean tener una mascota, por favor adopten a uno de la calle o de un refugio. Cuando compra uno, usted colabora y apoya la explotación de los animales y le quita la oportunidad a uno que realmente lo necesita.