El pobre desempeño político de la oposición durante todo el tiempo que lleva Chávez en el poder (de catorce actos electorales sólo ha ganado uno y en esa oportunidad lo fue por diferencia minúscula que creemos, si no nos falla la memoria, de algo menos del 1,5%), así como la convicción absoluta que manejan sus élites de mando acerca de que, una vez más, saldrá derrotada en las venideras elecciones parlamentarias del 26 de septiembre, para nada la hace reflexionar y cambiar de rumbo hacia objetivos que ofrezcan soluciones reales y posibles para el desarrollo con justicia del país, sino que, por el contrario, persiste en mantenerse alejada del pueblo y cada vez más cercana y cómplice de quienes ancestralmente no han hecho otra cosa que explotarlo y excluirlo, en perfecta complicidad con la casa Blanca y el Pentágono para desestabilizar y derrocar el gobierno de la Revolución Bolivariana.
Es preciso decir que nadie en su sano juicio puede llegar a aplaudir las miles de toneladas de alimentos que se dejaron pudrir en Pdval, así como igualmente estamos contestes de que tampoco habrá una sola persona que no clame porque la investigación que se ha abierto sobre ese condenable hecho, la cual ya tiene no menos de veinte personas entre rejas, concluya pronto y con sanciones bien severas a quienes fueron los responsables directos y sus cómplices, estén donde estén ubicados…
Pero una cosa es esa postura ciudadana muy lógica ante un hecho de tanta gravedad y otras es llegar a pensar, como lo cree esa oposición y sus medios de “desinformación”, que el pueblo, el eterno olvidado de la historia, se hará copartícipe activo de la campaña perversa e hipócrita que pretende por ello desacreditar al gobierno y se va a olvidar que en la historia de este país nunca antes algún otro gobierno le había proporcionado tanto en materia de alimentación, como lo ha hecho el de Hugo Chávez: casi 20 mil puntos de ventas fijos de Mercal y Pdval con alimentos a precios solidarios en todo el país, más los cientos de mercados semanales a cielo abierto a lo largo y ancho de su geografía, así como las cuatro docenas de establecimientos que hay que agregarle a esa red con la incorporación de los hipermercados Éxitos y los supermercados Cada, ahora denominados Bicentenarios, así como los que aún faltan por abrir y los que, más temprano que tarde, deberán inaugurarse para ofrecerle al pueblo otros productos vitales, como son los medicamentos y otros bienes, tan importantes, también, como los de ferretería y de construcción, todo a ello a precios no especulativos, a diferencia de lo que hacen los comercios del capitalismo, en los cuales la lógica de la voracidad, los lleva a incrementar los precios cada día, más y más, sin ninguna explicación…
Nos preguntamos: ¿Qué plantea la oposición en sus programas de gobierno, si es que tiene alguno, pues nadie los conoce, en el tema de la alimentación para el pueblo ante esa obra de tal magnitud...?
Sin duda, será cerrarlos y, obviamente, privatizarlos, pero eso nunca lo llegaremos a saber, pues jamás volverán a ser gobierno y, por otra parte, no se atreverán a confesarlo…
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