Los que quieren la invasión anhelan seguir creando una generación
que mastiquen chicles Adams después de comer cada día en Mc Donald´s
y Wendy´s.
Los que quieren la invasión desean que se construyan un sambil en cada
parroquia con ascensores de vidrio para subir y bajar mirando las vidrieras
con las ultimas modas de Zara, Dolce & Gabbana, Billabong, Adidas,
Ohsho, Gucci, en cada tienda de los multicentros comerciales.
Los que quieren la invasión aspiran ver a Walt´s Disney en Miami Beach-Center-Comercial
Altamira; espacio natural donde pasar las vacaciones, sin tener que
soportar las torturas de CADIVI.
Los que aspiran la invasión tienen que seguir construyendo ONG y fundaciones
financiadas por sus afines norteamericanos para poder ayudar a los pobres
excluidos. Es necesario que existan los excluidos para que vivan tranquilamente
estas organizaciones.
Si los gringos nos invaden renacerá la esperanza pitiyanqui de celebrar
las navidades con el Tío Sam a través de la imagen de San Nicolás
con su bolsón de juguetes bélicos para nuestros niños; nos regresaran
toda la publicidad de compras decembrinas.
Finalmente creo, que si los gringos nos invaden volverán sin ningún tipo de control:
- Todos los productos polares.
- Los latifundios.
- El amor por el sueño americano.
- Los cines con las mejores películas de Hollywood y sus recetas para triunfar en la vida.
- El conejo de la suerte será el ministro de educación y Barney el director general de educación inicial, asimismo los 7 fantásticos serán los guardianes de la frontera y la soberanía.