En los últimos 11 años de proceso bolivariano, la derecha vernácula se ha caracterizado por su discurso inconsistente, torpe y metafísico. Durante más de una década, la “oh-posición” ha quedado en ridículo por sus mentiras y manipulaciones, por lo cual ostenta la credibilidad de un beodo impertinente. A continuación, haremos una reseña de las “tortas” más célebres de la contra-sifrina. ¡Recordar es vivir!
-Mentira #6: “Los círculos del terror son el brazo armado del chavismo”. Prácticamente desde 1999, los medios de comunicación y la derecha criolla se dieron a la tarea de satanizar a los círculos bolivarianos, primera estructura organizativa de la Revolución. Los tildaban de hordas y matones; los “círculos chavistas” eran peores que Mandinga y dicha escalada de la Guerra de Cuarta Generación se dirigía –en especial- hacia las capas medias de la población. Sólo que después surgieron el 11 de abril de 2002, el Golpe de Estado y la masacre instrumentada por la clase plutocrática para exterminar cualquier vestigio de disidencia “roja, rojita”; la insurrección popular espontánea fue la única que pudo detener el baño de sangre propiciado por la burguesía. La cruda interrogante: ¿dónde estaban los “círculos violentos”? ¿Dónde se habían metido los “sicarios” pagados por Chávez? Si en realidad hubiese habido una masa armada hasta los dientes en las filas revolucionarias, ¿no se habría desatado una cruenta confrontación civil durante esas jornadas de 2002? Lo cierto es que la “oh-posición” más nunca volvió a hablar de los “círculos violentos”. ¿Por qué sería?
-Mentira #5: “La clase meritócrata es la única que puede manejar PDVSA”. Desde la ¿nacionalización? petrolera del decenio de 1970, el imaginario mediático financiado por el Estado burgués parasitario y apátrida, echó a rodar la leyenda de la bendita “meritocracia gerencial”, una especie de seres venidos de otro planeta que eran los únicos –certificados por la Providencia- capaces de explotar la primera industria del país. En realidad, los requisitos de admisión al exclusivo Club de la Meritocracia Petrolera, verbigracia, la Directiva de PDVSA, eran: ser masón, tener apellido impronunciable y haber estudiado en alguna universidad estadounidense. ¡Tremendos méritos! El presagio apocalíptico oposicionista acerca de PDVSA y la infalibilidad de su meritocracia de maletín, se derrumbaron como un castillo de naipes luego del vil sabotaje del período 2002-2003. El proceder mezquino y antidialéctico de la “oh-posición” se desintegraba ante la contundencia implacable de las masas politizadas y conscientes de su destino. ¿Meritocracia o Mentirocracia?
-Mentira #4: “La Ley Mordaza impondrá la censura en los medios de comunicación”. A través de una agresiva campaña por radio, televisión y prensa escrita, la “oh-posición” se consagró a destruir ante la opinión pública el proyecto de la Ley RESORTE (Responsabilidad Social en Radio y Televisión), antes de que fuese aprobado en la Asamblea Nacional. Bajo el despectivo remoquete de “Ley Mordaza”, la derecha puso su empeño en desvirtuar la esencia de un instrumento jurídico tan avanzado como éste (la Responsabilidad Social en Radio y TV) y presionó hasta el descaro con el objetivo de obstruir su sanción en Cámara. Afortunadamente prevaleció la sindéresis y la Ley RESORTE entró en vigencia a mediados de 2005. Cinco años después, ninguna emisora o televisora ha sido clausurada por culpa de la Ley de Medios y ningún puesto de trabajo se ha perdido como consecuencia de su existencia. Por el contrario, la Ley RESORTE ha incentivado la producción independiente en radio y televisión, además de haber abultado –en más de 500%- el catálogo musical de Venezuela. Cientos de noveles autores e intérpretes disponen ahora de una tribuna plural en la programación de estaciones comunitarias, institucionales y comerciales, a escala nacional. Verbigracia, el género “neofolklore” es hijo de la extraordinaria Ley RESORTE. ¿Dónde está la “mordaza”?
-Mentira #3: “Una pila del viaducto en construcción está defectuosa y hay que derrumbarla”. ¿Quién no escuchó tal barbaridad hace unos tres años? Resulta ser que, de acuerdo con la ilustrísima “oh-posición”, los ingenieros del nuevo viaducto (puente) de la Autopista Caracas-La Guaira habían vaciado un concreto de “mala calidad” en una de las columnas y ésta debía ser destruida. ¿Cómo la ven? Después, como no la tumbaron, los muy inteligentes escuálidos se dedicaron a repetir como entes UNINEURONALES, que la pila en cuestión en algún momento se iba a caer y que la “mortandad” iba a ser espeluznante. Pues, inauguraron el viaducto en julio de 2007 y todavía estamos esperando que la bendita pila colapse. De seguro, Globoterror dispone de una cámara fija en el lugar para registrar tan “magno” evento. By the way, la “oh-posición” borró de su libreto (Made in Washington) las palabras “viaducto” y “Autopista Caracas-La Guaira”. ¿Irán en platillo volador hasta Caracas cuando arriban de Miami?
-Mentira #2: “El satélite Simón Bolívar se perdió en el espacio sideral”. Otra magnánima frase parida por las iluminadas y “fumadas” mentes escuálidas. Simplemente, desde el lanzamiento del Venesat-1 a finales de 2008, la “oh-posición” denigró de este abrumador éxito de la Revolución Bolivariana y empezó a propalar el rumor de que éste (el Simón Bolívar) se había “extraviado” en el espacio exterior. ¿Aún habrá gente tan pendeja en este orbe? Por lo visto, ¡sí! En efecto, más de un disociado se creyó el cuento de marras. A pesar de que el Simón Bolívar está cien por ciento operativo en la actualidad y retransmite cientos de miles de comunicaciones diarias a la superficie terrestre, no pocos oposicionistas juran que el artefacto está dando tumbos por el Sistema Solar. A la luz de varios de ellos, el Venesat-1 fue secuestrado por el G2 cubano y en su lugar funciona un satélite espía antillano controlado por el mismísimo Fidel. ¡Cosa más grande!
-Mentira #1: “El apagón eléctrico será en abril y El Guri se quedará SECO, SEQUITO”. La más reciente tramoya de la “oh-posición” fue el tema del supuesto acabóse eléctrico, que –evidentemente- era obra de Chávez… ¡como todo! El glosario de sandeces protoescuálidas se preñó de vocablos como “corte”, “vela” y “falla”, entre otros, para intentar desprestigiar al Gobierno Bolivariano y al proceso revolucionario. Sin duda, la derecha le otorgó cualidades celestiales a Chávez al endilgarle también poder sobre los caprichos meteorológicos: si no llovía era gracias a “Esteban”. C’est-á-dire, si Dios crea la lluvia y la sequía es culpa de Chávez, entonces ¡Chávez es Dios! ¡Eureka! El fin de mundo “á la vénézuélienne” fue decretado por la derecha vernácula para el mes de abril de 2010, sin embargo, debido a las acertadas políticas de la Revolución en el campo del racionamiento energético y en la activación de nuevas unidades termoeléctricas, la etapa de emergencia ya es un asunto pretérito. Una vez más, la “oh-posición” yace al desnudo con sus manipulaciones y mentiras. Achicharrados –por un cable pelado- quedaron en su falso testimonio
Por éstas y otras inenarrables razones, la “oh-posición” carece de veracidad y autenticidad frente al espejo público; ella es un patético garabato errante. Así no lo quiera ver, el venidero 26S la derecha criolla recibirá una soberana paliza por parte del pueblo revolucionario y patriota; una genuina Asamblea popular nacerá con el firme propósito de sentar los cimientos de la democracia directa y protagónica. La lápida del Estado burgués se está cincelando. ¡Viva el socialismo marxista!
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