Hacer
una restrospectiva nos convence del comportamiento maniático,
que sospecho es consecuencia de la demostrada incapacidad de esta oposición
que hace cinco años de manera desacertada decidió no participar en
las elecciones parlamentarias bajo el pretexto del fraude y otras malamañas
que ellos sí practicaron durante décadas para mantenerse en el gobierno.
Consecuencia también de su larga lista de fracasos durante todos estos
años, cuyo único propósito ha sido su afán desestabilizador
Desde
el mismo momento en que el pueblo venezolano decidió la opción
del socialismo con el Presidente Chávez la tarea de las viudas
de la cuarta república ha sido jugar con el argumento de la mentira.
Y no es que la repitan mil veces para convertirla en verdad, porque
en buena medida el pueblo venezolano ha sabido capear el temporal
derrotándolos en doce elecciones nacionales para mantener vigente la
opción del socialismo frente al capitalismo y el sometimiento al imperio
norteamericano.
Frente
al éxito de las políticas sociales que ha venido implementando la
Revolución, ellos insisten en las viejas recetas del anticomunismo
y otras mentiras. Igualmente siguen descalificando la cooperación
cubana a sabiendas de los avances de este país, tanto en medicina como
en el deporte. Se olvidan del carácter internacionalista exitoso del
pueblo cubano, sobre todo en salud. También se olvidan del nefasto
pasado adeco-copeyano, caracterizado por el oprobio y la represión
al pueblo.
Lo cierto es que tal como se comporta la oposición, a todas luces da la impresión de no dar muestra de avance en su cuadro clínico. Siguen desesperados y la causa no es otra el anuncio de un nuevo fracaso en las elecciones del venidero 26-S. Por apátridas, vendidos, mentirosos y lacayos definitivamente no merecen ni un voto. Cada día hay más motivos y sobran las razones para darle al gobierno revolucionario la mayoría en la Asamblea Nacional. Por pitiyanquis…
¡NO VOLVERÁN!
juan_azocar@hotmail.com