La guerra de un economista escuálido contra el BCV

Cuando se es joven de origen humilde y se estudia en la universidad, la rebeldía y el ímpetu de cambios y transformaciones se apodera del sentimiento de lucha y procrea algo así como todo contra el mundo, allí florecen animos de lucha contra el sistema imperante y todo lo que se atraviese que huela a imperialismo e injusticia sirve de base para integrarse a los movimiento políticos de izquierda, se ama a la revolución cubana y se odia a la burguesía, la oligarquía es el objetivo a ser arrasado. Esto ocurre a menudo, ahora cuando esos sentimientos no son acompañados por la firmeza ideológica y el compromiso firme, la debilidad o flaqueza revolucionaria se convierte en enemigos de su propia existencia y proceder, generalmente ocurre cuando se hace efectiva la graduación y la obtención de tan ansiado título universitario, situación que en superlativo se convierte cuando ingresa al campo laboral y comienza a “padecer” las bondades del billete en la cartera. 

La otrora Liga Socialista fundada entre otros por el mártir Jorge Rodriguez, fue receptáculo de muchachos y muchachas que de buena fe se integraron a sus filas con el alma puesta en la esperanza de un país mejor, con justicia social e inclusión, esto ocurrió en la Universidad Central de Venezuela en los 70 y los 80, tambien en sus filas ingresaron quienes se valieron de ello para estar bien con  Dios y el diablo. Entre estos últimos un personaje que como el economista José Guerra, demuestra a diario luego de su salida del B.C.V., lo que verdaderamente llevaba por dentro, no se trata de olvidar el pasado de luchas sino que ese pasado no era puro, no hubo realmente compromiso, la prueba no es necesaria demostrarla, como les ha pasado a muchos, el pase por la izquierda fue algo así como un hobby, una distracción o sencillamente una oportunidad de tratar logros inmediatos. 

El Banco Central de Venezuela, al menos merece respeto al igual que sus autoridades, el sentimiento institucional siempre debe prevalecer, sobre todo cuando este organismo del Estado venezolano, ofreció y sigue  ofreciendo beneficios a todos sus empleados, desde los buenos sueldos hasta préstamos hipotecarios pagaderos durante la estancia laboral. Nadie absolutamente nadie se puede vanagloriar en lo personal y profesional, atacando sin piedad y sin razón alguna a la institución y sobremanera a sus autoridades, más allá de ello, ignorando plenamente los cambios que por Ley actualmente le otorgan características de  integración nacional como parte del todo, del país y convierte a la institución en herramienta para el desarrollo nacional. Quien no entienda estos nuevos elementos debe abstenerse de atacar los resultados de la gestión  

Quisiera de hecho agregar que el cálculo del  PIB nacional, es decir en terminos sencillos, aún no ha integrado el impacto que en producción de Bienes y Servicios está causando positivamente la incorporación de miles de compatriotas a las actividades productivas a través de la creación de pequeñas unidades de producción en cada una de sus características particulares, estoy consciente que tanto el INE como el B.C.V., están trabajando en las matrices que correspondan, de tal manera que se incorporen a las estadísticas lo que está pasando en la nueva economía venezolana, inédita si se quiere, pero, que no se puede ignorar, o es que acaso los niveles de empleo no tienen una buena parte en estas unidades productivas, lo que pasa que a algunos voceros se les escapa que Venezuela cambió en lo político, en lo social y en lo económico, lo que nos obliga a quitarnos las gringolas desarrollistas que aún permanecen activas en muchas mentes.


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Rafael Febles Fajardo

Economista. Msc. Seguridad Social. U.C.V.. Militante revolucionario. Locutor. Articulista Correo del Orinoco. Poeta y escritor de la revolución bolivariana

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